Hotel Don Carlos
La nueva cara de un gran clásico de Marbella que vuelve a brillar
El emblemático hotel de lujo recupera lustre y ambición con una elegante reforma integral que ha vestido sus espacios de guiños a Andalucía y a su origen en los años 70
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Reinterpretar un clásico con mucha historia y carga simbólica es un reto que se inicia con la decisión de renovarlo todo, también su estilo, o acometer una reforma integral que construya una nueva imagen pero no obstante recoja aún así su identidad, significado y esencia. ... Con esta segunda opción como bandera acaba de reabrir sus puertas el mítico hotel Don Carlos de Marbella, que desde su construcción, en 1969, se convirtió en uno de los emblemas del lujo de la Costa del Sol.
El establecimiento, que el 1 de julio pasado retornó a la actividad tras estar cerrado por obras desde noviembre de 2023, renace de sus cenizas gracias a un proyecto que supone un total de 45 millones de euros de inversión y finalizará el año que viene.
Quedan detalles y algún añadido, como un futuro restaurante japonés, pero el Don Carlos vuelve a estar completamente operativo este verano y ya comenzó la temporada, y su segunda vida, con una ocupación de más del 80 por ciento.
El hotel de cinco estrellas, situado junto a la playa en la zona de Elviria, ha apostado por una decoración elegante y de inspiración andaluza, con tonos claros, espacios luminosos, ricos textiles, flores y plantas naturales y papeles pintados que recogen la flora y la fauna del sur o el mantón tradicional, sin renunciar a un toque muy mediterráneo que puede evocar tanto a Francia en su mobiliario como a la Dolce Vita italiana en algunos detalles de los estampados y colores.
Su amplia recepción y lobby -que como interesante detalle incorpora uno de los característicos pilotis, o grupo de pilares inclinados, que sostienen la estructura de la torre- resume claramente esta línea de diseño, obra del interiorista Jaime Beriestain igual que el resto de ambientes.
En esta nueva fase, de la mano de Selenta Group, el Don Carlos Marbella tiene 308 habitaciones (57 de ellas junior suites y 24 residencias, además de un penthouse suite presidencial con dos dormitorios), donde prevalecen las maderas naturales, la rafia, la piedra y, nuevamente, la luz para dar un aire cercano y confortable a la vez que relajante.
El hotel estrena también un precioso restaurante andaluz con distintas zonas interiores y terraza exterior, Los Naranjos, donde se puede comer o cenar y, por las mañanas, se sirve un variado y abundante desayuno buffet con estación de huevos y tortitas hechas en el momento.
Se suma a esto su magnífico spa con circuito de aguas y cabinas de tratamiento de la mano de la firma de lujo catalana Natura Bissé.
Tenis de primera y clubes de playa
La nueva piscina es rectangular y de buen tamaño, y está rodeada por camas y hamacas con vistosas sombrillas amarillas. Junto a ella se ubican sus dos bares, Sol y Sombra, mientras que en los poblados jardines que separan las habitaciones del mar -20.000 metros cuadrados de vegetación que ya estaban en la etapa anterior y están surcados de senderos, árboles, buganvillas, fuentes con nenúfares y pequeños puentes- está ubicado su gimnasio y el que está siendo uno de los potentes atractivos del flamante Don Carlos Marbella.
Se trata de su centro deportivo 'Rafa Nadal Tennis Center', que sigue el método de la 'Rafa Nadal Academy' del laureado tenista español y que ofrece, tanto a huéspedes como a visitantes, clases individuales, grupales, bonos y talleres de ese deporte y de pádel en sus nueve pistas, además de tienda y cafetería.
El Don Carlos tiene en su finca uno de los clubes de playa más famosos del mundo y deseados de toda Marbella, Nikki Beach. De ambiente internacional, festivo y lujoso, es uno de los epicentros de la ciudad en verano, con sus espectáculos, DJ, baños de champagne, bandejas de sushi y coctelería.
Junto a Nikki, el Don Carlos Marbella estrena, junto con su renovación, un 'beach club' para quienes buscan una opción más tranquila, familiar y relajada. Lucía Summer Club, nacido el año pasado en Cannes, es la 'hermana casada y con hijos' de Nikki (realmente son los nombres de las dos hijas del fundador de la empresa, la segunda fallecida), y ofrece un ambiente colorido, con sombrillas de preciosos estampados interiores, música más calmada y una excelente carta de platos mediterráneos muy frescos.
La oferta gastronómica del hotel se completa con el Campari Bar Manero, montado en el patio interior del hotel, visible desde el lobby, y con un aire afrancesado propio del estilo de la cadena alicantina que conquista también Madrid y ahora llega a Marbella.
Seguirán las novedades, advierten los responsables de Selenta Group, parte del fondo canadiense Brookfield Asset Management. La compañía, creada en 1976 como Expo Hoteles por Antonio Mestre, adquirió en 2006 el mítico hotel abierto por Conrad Hilton y que en los años 70 destacó tanto por su arquitectura, especialmente su moderna entrada libertada por las columnas en contraste con su estilo interior neomudéjar, como por el turismo de convenciones, que se mantiene en la propuesta actual con 17 salas multifuncionales.
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