Sony da un golpe de autoridad y triunfa por segundo año consecutivo

¿Podía el gigante japonés hacer frente a las expectativas sin presentar su propia Neo? Desde el primer momento Sony apostó por la épica, con una orquesta completa que erizó el vello tanto de los asistentes como de los conferenciantes. La música, con acertados toques étnicos, sirvió de introducción a un juego del que se habían filtrado algunos detalles, pero que nadie esperaba que acabara teniendo un aspecto tan rompedor. Vuelve God of War y vuelve Kratos, pero este espartano es muy diferente al cóctel de sexo y violencia extrema que habíamos visto en anteriores generaciones. Aquí, el dios de la guerra ha envejecido y ha templado su furia devastadora para ofrecer un personaje mucho más interesante que el griego plano y pueril que era hasta entonces.

La introducción de un hijo en la ecuación, un hijo torpe e inocente, pero también valiente, demuestra la voluntad de los creadores de acometer narrativas cada vez más complejas. El momento más acertado, sin duda cuando el hijo, tembloroso, deja escapar la flecha en la batalla contra el troll y, como era previsible, la hunde en su padre. En vez de usarlo como recurso humorístico, el juego aprovecha para mostrarnos el control que tiene Kratos ahora sobre su propia ira, y lo mucho que quiere a su hijo.

La firma nipona, que lidera las ventas de consolas de sobremesa con 40 millones de unidades vendidas, empezó fuerte, pero mantuvo el ritmo en una conferencia medida al milímetro, donde se habló lo justo y necesario y se mostró todo para que los juegos hablaran por sí mismos. Nuevo vistazo a The Last Guardian y fecha de lanzamiento. Nueva demo del impresionante Horizon Zero Dawn . Detroit Become Human vuelve a plantearnos la duda de si David Cage quizá esta vez sí ha hecho un juego interesante. Days Gone promete un enfoque diferente en el saturado género zombie, apostando por combates contra hordas masivas.

Resident Evil 7 hace tabla rasa y comienza de cero. Un aluvión de experiencias de realidad virtual y la presentación en sociedad de un renacido Hideo Kojima , descendiendo como una auténtica estrella de rock antes de mostrar el que probablemente sea el tráiler más surrealista de toda la convención. No se sabe nada de Death Stranding , pero la especulación ya ha comenzado. El juego todavía tardará tres años en salir al mercado y no hay ninguna duda de que el creativo japonés conseguirá mantener nuestra atención hasta entonces.

Emociona la pasión que los directivos de Sony sienten por el medio de los videojuegos. Realmente creen en ellos como arte, narrativa, escapismo y diversión. Valoran el talento de sus estudios, lo apoyan y luchan por darle el protagonismo que se merece. En PlayStation no solo queda claro que aman los videojuegos, sino que quieren encabezar la evolución hacia un horizonte todavía ignoto.