Así imagina Porsche sus deportivos eléctricos del futuro

Con unas dimensiones aproximadas de 4,5 metros de largo y 2 de ancho, este es una reinterpretación de un hypercar, un biplaza que representa la cumbre de las prestaciones y de lujo contemporáneo. Su forma esculpida y sus líneas musculosas demuestran que los hypercars no tienen por qué parecer agresivos. La carrocería está acabada en color Rocket Metallic, una pintura concebida especialmente para este prototipo. Bajo la línea de cintura se encuentran elementos de diseño de tejido de carbono barnizados en un acabado satinado y ligeramente coloreados.

De su aspecto exterior llama la atención la cúpula de cristal con un exoesqueleto de plástico reforzado con fibra de carbono que se extiende sobre ambos ocupantes y que recuerda a los aviones de combate, así como las puertas de estilo Le Mans que se abren hacia delante y hacia arriba. También destaca la firma lumínica, para la que los diseñadores han reinterpretado el característico gráfico de cuatro puntos de Porsche. Por su parte, la forma vertical de la base de los faros se inspira en modelos históricos de competición como el Porsche 906 o el 908, trazada hacia abajo casi llegando a la carretera. Una estructura de soporte de alta tecnología enmarca los módulos de luz LED y presenta los esbeltos elementos expuestos de las luces diurnas y los intermitentes.

Por su parte, las llantas presentan detalles elaborados, las del eje trasero están dotadas de aeroblades casi transparentes con forma de turbina para lograr una mejor refrigeración del sistema de frenos. Por motivos aerodinámicos lleva ruedas de diferente tamaño, siendo las llantas de delante de 20 pulgadas y de 21 las de atrás.

En el interior, la atención al conductor se aprecia en la asimetría y en su concepto cromático. Los dos asientos tienen colores diferentes siendo el del conductor gris Kalahari, que forma una solidad unidad cromática con la consola central y el salpicadero, y el del acompañante se muestra en marrón Andalucía. La estructura de estos está hecha de CFRP y sus cinturones de seguridad son de seis puntos y están integrados en el chasis monocasco. El volante es abierto por la parte posterior y está dotado de interruptores y levas de cambio y recuerda a los de los vehículos de carreras. También hay varias cámaras a bordo que inician la grabación en cuanto el conductor pulsa el botón REC del mando multifunción y un sistema integrado de fijación en el salpicadero, en el lado del acompañante, que permite acoplar un módulo de cronómetro.

De llevarse a producción, el objetivo de la compañía es que este modelo sea el vehículo homologado para carretera más rápido en Nürburgring Nordschleife, tener una relación entre potencia y peso de aproximadamente un caballo por kilogramo, alcanzar valores de apoyo aerodinámico muy superiores a los del 911 GT3 RS actual y ofrecer una capacidad de carga significativamente mejorada con su sistema de 900 voltios y ser aproximadamente el doble de rápido en el proceso que el actual líder de Porsche, el Taycan Turbo S. Habrá que esperar pues para ver hacia a dónde se dirige la compañía, pero este primer vistazo muestra ideas de lo más interesantes que, seguro, no pasarán desapercibidas en el sector.