El presidente del Chelsea vende su avión privado Boeing 767 por 88 millones

Precisamente este último es el objeto de atención de los medios ya que ha decidido ponerlo en venta por el módico precio de 88 millones de euros, una cantidad que no está nada mal si se tiene en cuenta que en su día le costó 75 millones, por lo que de venderlo haría un negocio redondo. ‘The Bandit ’ (como así se llama la aeronave debido a las rayas negras pintadas en las ventanas de la cabina que recuerdan a una máscara negra), figura entre las más caras de la historia y su construcción fue un proyecto de Hawaiian Airlines en el año 2003, que se encargó de transformar este avión Boeing 767-33A con capacidad de 300 pasajeros en un jet privado de ultralujo.

El avión apenas registra 7.080 horas de vuelo y 1.954 ciclos de operación desde su entrada en servicio en febrero de 2007, por lo que puede considerarse como nuevo. El responsable de su cambio fue Andrew Winch, un prestigioso diseñador de yates que actualmente trabaja para la compañía Global Jet Luxembourg.

No es el primer Boeing que figura en su elenco personal, pues también tiene un 767-300 y un 767-700, aunque sí que es el más majestuoso. La pieza ha sido personalizada al detalle para que cumpliese todas sus exigencias, tanto el exterior como el interior. En la parte de fuera destacan las líneas decorativas en marrón, negro y dorado -sus colores favoritos- y el nombre ‘Bandit’, grabado en la parte trasera. Entre otras excentricidades, también posee un sistema de seguridad propio de los aviones de los presidentes de estado con un dispositivo de prevención de misiles valorado en casi 2 millones de euros.

En lo que respecta al interior no tiene que envidiar a los mejores hoteles de lujo. Tiene capacidad para que se alojen en él cómodamente 34 personas en sus 10 habitaciones dobles y también incluye una espaciosa cocina, salón-comedor, biblioteca con despacho y zonas recreativas para la tripulación.

La decoración refleja el lujo en su máximo exponente y puede incluso pecar de excesiva con paneles chapados en oro, madera grabada, textiles de seda e incluso obras de arte. Toda una excentricidad que sin duda hará las delicias de su nuevo dueño.