Cómo elegir el perfecto coche de lujo

La potencia

La potencia que ofrezca el vehículo es una de las especificaciones técnicas más importantes a la hora de realizar la compra. Obviamente, no es lo mismo elegir un SUV que un súper deportivo pero, en cualquier caso, los 500 cv son un buen punto de partida . En cuanto al motor, el tope de la exclusividad mecánica son los de 12 cilindros.

No obstante, no es algo tan habitual en el mercado europeo, donde las marcas están sustituyéndolos por los V8 biturbo , que ofrecen prestaciones similares reducen las emisiones. Esto hace que los que aún lo mantienen estén mas orientado al mercado asiático, pero aún destacan nombres como el Rolls-Royce Wraith 2018 (632 cv), el Ferrari 812 Superfast 2018 (800 cv) o el BMW 760Li xDrive 2018 (610 cv)

La exclusividad

El lujo es exclusividad y el comprador que adquiere un vehículo de este tipo no quiere cruzarse en la carretera con un modelo igual al suyo cada dos por tres. ¿La mejor opción para evitarlo? Optar por un modelo de edición limitada .

De hecho, no es raro que las marcas ofrezcan este tipo de propuestas en producciones especiales, surgidas de colaboraciones con otras marcas, para celebrar momentos clave de su historia o, simplemente, para ofrecer ese tope de exclusividad a sus clientes. Esto hace que, quien tenga interés en hacerse con uno de ellos, tenga que estar atento para conseguirlo antes de que se agote. ¿Un ejemplo? Las 499 unidades del Ferrari LaFerrari Aperta se vendieron antes, incluso, de producirse. L

Por otro lado, algunos inversores optan por adquirir este tipo de vehículos que, a la larga, suelen revalorizarse , precisamente, por ser unidades ultra exclusivas. Obviamente, cuanto más limitada sea la edición, más fácil será que su valor se multiplique con el paso de los años, aunque también será más caro de partida.

La personalización

Si vas a gastarte mucho (y cuando decimos ‘mucho’ queremos decir ‘mucho, mucho, mucho’) dinero en un vehículo, ¿qué menos que esté a tu gusto al 100%? Esto solo se consigue ofreciendo al cliente la posibilidad de incorporar cualquier tipo de servicio o personalización que desee. De hecho, muchas marcas cuentan con divisiones de lujo , dedicadas exclusivamente a desarrollar las mejoras que exigen sus clientes y que pueden ser de lo más variopintas.

En estos laboratorios, todo es posible: desde cambiar los materiales del interior, hasta incorporar nuevos sistemas tecnológicos o prepararlos para funcionalidades para las que no estaban pensados, como hizo Mulliner, el departamento de personalización de Bentley, con el Bentley Bentayga Falconry , adaptado para los amantes de la cetrería y la caza con aves.

El diseño interior

Si tomamos como cierto aquello de que “para gustos, colores”, en el mundo del automóvil deberíamos decir que “para gustos, diseños”. Así, existen conductores que preferirán un diseño interior más elegante, cómodo y familiar y quienes opten por otro más deportivo y marcado.

En cualquier caso, antes de decidirte a comprar un modelo concreto, fíjate bien en los detalles y que su diseño interior sea uniforme y equilibrado . Un buen truco es prestar especial atención a que los elementos del salpicadero estén bien integrados, que los paneles encajen bien entre ellos, que no oculten, por ejemplo, cableados o sistemas de forma chapucera en pro del diseño…

Por otro lado, es importante que sea cómodo . Esto también dependerá de cada conductor, pero comprobar que utilizar la consola te resulta cómodo o, si es un coche familiar, que ofrezca espacio en la parte trasera para los niños, puede ahorrarte malestar en el futuro.

Los materiales

Las marcas que producen vehículos de lujo trabajan con los mejores materiales y la última tecnología. Por ejemplo, la fibra de carbono ha conseguido reducir el peso en muchos modelos y, con ello, aumentar sus prestaciones. El uso de este material, que se utiliza también en inserciones en el interior, ha servido a muchas casas para sacar músculo. Lo hizo, por ejemplo, Lamborghini en 2012, cuando su uso no era tan habitual, con su Aventador Carbonado, que rebosaba fibra de carbono por los cuatro costados.

Eso sí, los materiales tradicionales siguen siendo indispensables en los coches de lujo. Maderas naturales, cueros de alta calidad o alcántara para los acabados más deportivos, son algunos de los que no pueden faltar en un vehículo de este segmento que se precie.