El producto más exclusivo de Lamborghini no es un coche

En aras de adaptar sus instalaciones para hacer su producción un poco más sostenible, la compañía cuenta, desde 2010, con una gran planta fotovoltaica en la sede de Sant’Agata Bolognese con la que ha ahorrado, desde entonces, unas 2.000 toneladas de CO2 . Además, en 2016 instaló en su Lamborghini Park un colmenar con aproximadamente 600.000 abejas , un movimiento que tiene como objetivo preservar estos insectos que como es sabido por todos tienen un papel fundamental en el ecosistema.

Gracias a esto, producen alrededor de 430 kilos de miel al año , pero, por desgracia, la empresa no ha decidido ponerla a la venta, sino que se trata de un regalo de lo más exclusivo que hace a sus empleados cada Navidad. Así pues, a no ser que alguno de sus trabajadores decida revenderla, los seguidores de la firma no podrán acceder, por el momento, a ella.

Por suerte, para aquellos que deseen obtener una exclusiva miel producida en algunas de las fábricas automovilísticas más importantes del sector del lujo hay otras compañías que sí las comercializan como es el caso de Porsche.

La compañía alemana también cuenta con un programa de sostenibilidad y, por tanto, dispone de 25 colmenas dentro de la fábrica de Leipzig. Comenzaron con 1,5 millones de abejas, cifra que ha subido con el tiempo hasta los 3 millones. El producto final, que tiene el nombre de Turbienchen , se vende en las tiendas de atención al cliente de la fábrica. Durante el primer año produjeron unos 400 kilos que se vendieron en apenas unos días y en siguientes recolecciones alcanzaron hasta los 1000 kilos.

Por su parte, Bentley también produce miel en Reino Unido, mientras que Rolls-Royce cuenta con alrededor de 300.000 abejas en sus instalaciones ubicadas en Goodwood donde están ubicadas seis colmenas tradicionales de madera, de las cuales cinco llevan el nombre de los vehículos de la casa. Este producto es ofrecido por la empresa en sus eventos más exclusivos o vendida, directamente, a sus clientes más selectos.