Vivir como Greta Garbo en Nueva York sí tiene precio
El apartamento de la legendaria actriz en el East Side se puso a la venta por 5 millones y medio de euros
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Iniciar sesiónGreta Garbo lo compró en 1953 y no sin afanes, pues, según le confesó a una amiga, en el exclusivo edificio Campanile "no querían actrices". El apartamento de la calle 52 fue durante 40 años su refugio en Manhattan , estratégicamente situado ... al final de un "cul de sac" que le daba privacidad y con amplias y reconfortantes vistas al East River.
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Lo decoró en tonos rosas, con sedas, muebles de estilo Regencia y su colección de arte. Amplió el salón en "L" para recibir a sus distinguidas amistades, añadió ventanas para aprovechar toda la luz y cubrió las paredes con paneles de madera de la época y con estanterías para sus libros.
Allí vivió su prematuro e incomprensible retiro. Tras triunfar en el cine con películas míticas como Anna Karenina, Gran hotel, La reina Cristina de Suecia, Ninotchka y La mujer de las dos caras; ser reconocida como uno de los rostros más perfectos de la gran pantalla y labrarse un nombre e incluso una leyenda, La Garbo, como era conocida en Hollywood, se despidió de la profesión a los 36 años y se recluyó en su piso del Campanile .
Pero el tiempo para la nostalgia ha terminado. Los herederos de la legendaria actriz (sus sobrinos y otros familiares, pues ella nunca se casó ni tuvo hijos) decidieron vender el inmueble. Vivir en el mismo lugar que Greta Garbo, desandar sus pasos más íntimos y dormir entre las paredes que cobijaron a "La Divina", le ha costado a un comprador que permanece en el anonimato 5,5 millones de euros (5.950.000 dólares).
La propiedad del East Side tiene tres dormitorios en suite, comedor, un despacho donde antes era su vestidor, el gran salón adorado por la actriz dramática, cuarto para la colada y una cocina con amplio espacio para almacenaje. La casa, según la inmobiliaria neoyorquina Halstead Property, ha sido mantenida en perfectas condiciones por sus propietarios tras el fallecimiento de Garbo, ocurrido en 1990.
El piso conserva además ese aire a elegancia clásica de la época dorada de Hollywood gracias a las características del edificio, construido en 1927 y con solo 16 viviendas, y a los acabados en madera y seda, el estilo de puertas y ventanas y las espaciosas habitaciones.
Otros detalles aportan un valor intangible ligado a la enigmática figura de su dueña. Por ejemplo, los antiguos paneles que recubren el dormitorio principal, que Greta Garbo se hizo llevar desde su casa natal en Estocolmo . O el balcón, que más allá de su funcionalidad esconden el ansia de la actriz por asomarse al agua y escuchar, en su soledad buscada e incomprendida, el paso de los barcos como hacía en la ciudad de su infancia, mucho antes de convertirse en un mito.
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