Deporte y negocios: las claves del éxito de Carlos Sainz, una vida al máximo rendimiento

A sus 61 años (cumplirá 62 en abril), Carlos Sainz sigue siendo un deportista de élite, capaz de conducir su Audi durante 7.891 kilómetros en condiciones extremas por las dunas del desierto en Arabia Saudí.

Para poder hacer frente a un reto mayúsculo como este y, por ende, pelear por su cuarto Dakar, Carlos Sainz se prepara al más alto nivel físico de la mano de Iván Rodríguez, su preparador. De su entrenamiento para la carrera, el deportista madrileño da cuenta durante el año en sus redes sociales: salidas en bicicleta en altura, sesiones de bici estática dentro de la sauna, levantamiento de pesas en el gimnasio que tiene en casa… «Es curioso porque cuantos más años vas cumpliendo, más trabajo necesitas para rendir al nivel de cuando eres más joven. Pero también tienes más experiencia y algo lo suple. En ese sentido, sigo trabajando con la ilusión de llegar lo mejor preparado posible. Trato de seguir el mismo plan: me hago una prueba de esfuerzo en el mes de septiembre, tengo un entrenador que me marca las pautas para ir preparándome y luego justo antes de irme al Dakar vuelvo a hacerme esa prueba de esfuerzo para saber cómo ha ido esa evolución», le contó al respecto el propio Carlos Sainz a Relevo en este reportaje.

Sainz afronta cada año el reto del Dakar, carrera que ganó por primera vez en el año 2010, por la gloria deportiva por encima de todo, ya que el premio por ganar la categoría de coches en el Dakar es de 3.000 euros a repartir con su copiloto (no cuentan los patrocinios ni otros ingresos relacionados con el rally), una cantidad mínima en comparación con lo que se paga en premios en las competiciones deportivas que tienen el prestigio del rally más famoso del planeta —su hijo Carlos, por ejemplo, cobra 15 millones de dólares de Ferrari al año, según Forbes—.

Además, no se puede decir que su vida extradeportiva no sea intensa, si bien solo él sabe si los negocios y todos los proyectos en los que participa activamente son más duros que las condiciones que tiene al volante por las dunas de Arabia Saudí.

Carlos Sainz, que tiene junto a Reyes Vázquez, su pareja, dos hijas en común, Blanca y Ana, además del citado Carlos, mantiene una carrera profesional intensa en el mundo empresarial en paralelo a su faceta como piloto.

Uno de los negocios más conocidos del deportista madrileño es su circuito de karts, ubicado en lo localidad madrileña de Las Rozas. Esta es también la sede de la compañía que gestiona su imagen, Imacar, que está vinculada a múltiples marcas.

Además, es de dominio público que Carlos Sainz ha sido propietario de los dos Reebok Sports Club que había en Madrid: uno de ellos en La Finca (Pozuelo de Alarcón) y otro en el centro comercial ABC Serrano, en el centro de la capital. Propiedad hasta el 2022 de ASL Fitness, compañía de los hermanos Antonio y Carlos Sainz, los gimnasios fueron traspasados entonces a la cadena británica David Lloyd Leisure, según avanzó entonces CMD Sport.

Carlos Sainz, que también intereses profesionales en otros sectores como el inmobiliario, ha sido también colaborador activo del Ejército de Tierra, ya que en el 2014 se incorporó como asesor de la Brigada Acorazada Guadarrama XII en la conducción por zonas desérticas. Tal es la vinculación del deportista y empresario con el ejército español que el ministerio de Defenda le otorgó la distinción honorífica de Reservista de Honor, un galardón que se une a otros que lucen en la vitrina personal de Carlos Sainz. Entre ellos, destaca el premio Princesa de Asturias del Deporte, que recibió en el año 2020. Pronto, es posible que Sainz tenga que hacer hueco para su cuarto Dakar, por el que compite estos días en Arabia Saudí.