Unas sandalias de Steve Jobs se venden por 220.000 dólares, un precio récord

Steve Jobs dejó una huella imborrable en la industria tecnológica, así que no es extraño que todo lo que tenga que ver con él y, sobre todo, con el periodo en el que nació Apple en el mítico garaje de Los Altos de California , adquiera un valor incalculable. Ya pasó con una carta de 1974 que Jobs dirigía a su amigo Tim Brown y que fue subastada por 260.000 euros. Ahora ha vuelto a pasar con estas sandalias viejas que han alcanzado un precio récord.

Según la casa de subastas, Steve Jobs usó estas sandalias (cuyo precio actual se sitúa en torno a los 115 euros) en momentos cruciales de la historia de Apple, como la fabricación del primer ordenador. El 1 de abril de 1976 , junto a su amigo y socio Steve Wozniak, fundaba la empresa tecnológica que años después se convertiría en la más famosa del mundo. En esos años, las sandalias Birkenstock eran un básico del armario de Jobs, junto a sus pantalones vaqueros.

Las sandalias de Steve Jobs fueron rescatadas de la basura en la década de los 80 por el administrador de las propiedades del fundador de Apple. En 2016 fueron subastadas, junto a otros objetos personales de Jobs, por 3.400 dólares, de forma que su actual propietario ha obtenido un cuantioso beneficio en solo seis años.

Además, las míticas sandalias han sido expuestas al público en diversas ocasiones, como en el Salone del Mobile en Milán en 2017, en la sede de Birkenstock en Rahms, en la primera tienda de la firma de calzado en Nueva York en 2018, en la feria de muebles de Colonia o más recientemente en el Museo de Historia de Wuttemberg de Stuttgart.

Además de las sandalias, el comprador obtendrá una representación digital de 360 grados asociada a un NFT .

Ahora las viejas sandalias de Jobs han alcanzado un precio récord que alguien ha estado dispuesto a pagar. Sin embargo esta cifra aún queda bastante lejos de los 1,3 millones de euros que alcanzaron las zapatillas Air Ship de Michael Jordan . Los objetos de las celebrities adquieran precios verdaderamente desorbitados en las subastas.