Tres amigos y un imperio hostelero top en Madrid

"Nosotros ya teníamos experiencia en la noche porque llevábamos algunas discotecas, pero se quedó libre un local cerca de la discoteca en la que trabajábamos y quisimos probar suerte creando una tetería. La verdad es que la oferta era reducida, así que apostamos por ampliar la carta y funcionó". Hablan de , local con el que empezaron en 2013 y ahora, cuatro años después, el Grupo Larrumba suma ya siete restaurantes , con Marieta , abierto en 2014; Juanita Cruz, Frida y Perrachica , en 2015; y el último, Habanera , que se suma al traspaso de Dray Martina .

Todo un fenómeno que ha marcado la diferencia en el concepto de restaurante en la capital de España. "Siempre hemos sido clientes muy observadores y detallistas, eso quizás haya ayudado a la hora de tener claro lo que queremos. Sitios a los que iríamos encantados, que hagan sentir como en casa. De ahí que los espacios sean diáfanos y con tonos cálidos. Jorge Lozano es el verdadero alma del interiorismo del grupo, sabe dar con la clave en cada aventura", cuentan.

Desde muy jóvenes sabían qué querían y cómo hacerlo, algo que a día de hoy mantienen como lema: "El objetivo es estar cuanto más lejos de las modas mejor, porque una moda no está en la cresta de la ola 20 años. Ser novedad es diferente, eso es estar vivos . La idea inicial surgió para romper con el protocolo serio que había y dar un golpe más informal en la restauración de Madrid, por supuesto sin bajar el nivel de poder estar en un lugar atractivo que te permita desayunar, comer, cenar y tomar una copa si apetece. Aunque los locales son muy diferentes, todos tienen algo en común, que 'de día son muy de día, pero de noche son muy de noche'. Nosotros vendemos ambiente".

A diferencia de quienes tienen que controlarlo todo, ellos entienden el éxito de una empresa como trabajo en equipo . "Trabajamos los siete días de la semana, solo cerramos tres días al año. Si no delegas acabas volviéndote loco, no dejas de estar en tu negocio apostando por las personas. Nosotros invertimos en personal de calidad , que al fin y al cabo también son imagen de la marca. Lo principal en nuestro negocio además de tener experiencia es saber sonreír, todo se puede arreglar aunque te equivoques siendo amable y con una sonrisa", señalan.

Apuestan por lo seguro. "No somos expertos en todos los tipos de cocina del mundo, pero sí intentamos tener de todo un poco porque nunca sabes quien va a venir a verte". De ahí, a que sus locales cuenten con lista de espera y todos quieran vivir la experiencia y dejarse ver por ellos.

Su último local de éxito, Habanera , ocupa gran parte del local del antiguo Riofrío, en la plaza de Colón. Su espectacular decoración de aire colonial viste dos amplias plantas con distintas barras y salones, unos 900 metros cuadrados en total. Entre sus platos destacan los canelones de carrillera, la coca de sardina ahumada con sofrito de tomate y ensalada de brotes o la croqueta de ropa vieja ‘not fried’. El precio medio se sitúa entre los 25 y 30 euros.

Pero si alguien pensaba que este trío de ases se plantaba, nada más lejos de la realidad. Tratar de reeditar el esplendor pasado de La Habana no solo es cosa de Habanera, pues además el Grupo Larrumba llega al Caribe para embarcarse en una nuevo proyecto en la Habana Vieja. Y de nuevo en Madrid acaban de inaugurar un bistró de fusión mexicana-japonesa, Peyote San , uno de sus conceptos más locos y romperdores. Próximamente abrirán un espacio de más de 600 metros en el Complejo de Canalejas, en Alcalá, donde estarán ubicados en la planta baja de un hotel y la recepción estará dentro de su restaurante. Algo tan valiente como novedoso, al igual que sus fundadores.