Viruela del mono y Covid: estas son las diferencias entre las dos emergencias sanitarias

Así lo anunció el pasado sábado director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, que reconoció que el riesgo de propagación en Europa es alto. La decisión fue tomada en base a los criterios del Reglamento Sanitario Internacional, que se creó en 2005 para prevenir y responder ante riesgos de salud pública que pueden afectar a nivel global. Esta epidemia suma ya más de 18.000 casos confirmados y España se ha convertido en uno de los países más afectados, con 3.738 positivos confirmados por el Ministerio de Sanidad.

Sin embargo, a pesar de la gravedad que revisten ambas enfermedades para el conjunto de la población mundial, ambas son diferentes según los expertos. De hecho, la viruela símica presenta diferentes particularidades que hacen cree que su propagación podría contenerse mejor que la del Covid-19.

Pero ¿cuáles son las principales diferencias entre las emergencias sanitarias que representan dos virus como el COVID-19 y la viruela del mono?

El Covid-19 ha demostrado ser una de las enfermedades más contagiosas a las que se ha visto expuesto el ser humano en las últimas décadas. Es por ello que, en comparación, la tasa de transmisión del virus de la viruela del mono se torna muchísimo menor.

Este virus símico solo se propaga a través del contacto directo con fluidos corporales o llagas en el cuerpo de alguien que tiene viruela del mono, o con el contacto directo con materiales que han estado en contacto con fluidos corporales o llagas, como ropa o sábanas.

A pesar de esta particularidad, el brote sigue propagándose por el mundo a una gran velocidad sin que los científicos puedan explicar realmente este patrón. Así lo explicó el director general de la OMS, Tedros Adhanom, que aseguró que el contagio global del virus se había llevado a cabo «a través de nuevos modos de transmisión sobre los que entendemos muy poco».

Al contrario que como ocurre con el Covid-19, los síntomas de la viruela del mono son mucho más visibles y detectables, según los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC). Lo revelan así las dolorosas erupciones en forma de ampollas que puede causar este virus a los pacientes contagiados y que pueden aparecer en varias partes del cuerpo. Además de estas lesiones, los infectados desarrollan una inflamación de los ganglios linfáticos muy reconocible.

Por su parte, con la llegada de las nuevas mutaciones y sublinajes de la variante Ómicron, el Covid-19 ha ido cambiando los síntomas habituales. Mientras que en un inicio la enfermedad presentaba dolencias específicas como tos, la fiebre, la falta de aire y la pérdida del olfato y del gusto, con el paso del tiempo muchos pacientes han comenzado a experimentar síntomas gastrointestinales y la cefalea. Es por ello que cada vez puede ser más complicado detectar los efectos de la enfermedad cuando aparecen y pueden confundirse con otros virus.

Otra de las grandes diferencias entre el coronavirus y la viruela símica es que esta ya era conocida antes de su estallido global en el mes de marzo. El primer caso reportado de esta enfermedad data de 1970 en la República Democrática del Congo y, con el tiempo, se han ido reportando otros casos (aunque no tantos como el brote surgido en los últimos meses). Así, este conocimiento previo ha permitido hacer frente al desarrollo de la enfermedad con las vacunas ya existentes, como Jynneos, para paliar los síntomas del virus.

Sin embargo, en el caso del Covid-19, esta familiarización no existía cuando la enfermedad comenzó a propagarse por todo el globo. Por ello, con el estallido de la pandemia, fue necesario trabajar contrarreloj para conseguir un fármaco y una vacuna que ayudaran a frenar los fallecimientos y hospitalizaciones provocados por el virus, desconocido hasta entonces.

Los periodos de incubación también son considerablemente diferentes. Mientras que el de la viruela del mono puede llegar a ser de entre 6 y 14 días, llegando incluso a los 21 días en algunos casos, el de la Covid-19puede tardar menos en aparecer. De hecho, el período de incubación oscila entre 1 y 14 días, y en promedio alrededor de 6 días.

Ambos virus han demostrado que evolucionan de manera diferente conforme se han ido expandiendo a nivel global. El coronavirus ha ido sufriendo mutaciones respecto al primer virus que estalló la pandemia en el año 2020 y, con cada una de sus nuevas variantes, la preocupación ha ido creciendo por su transmisibilidad y su peligrosidad. Es el caso de la variante Ómicron, que presenta muchas particularidades y cuyas subvariantes BA.4 y BA.5 ya se han ido extendiendo por muchos países.

Sin embargo, la viruela del mono podría no tener tanta facilidad a la hora de mutar, pues lo hace mucho más lentamente que los virus de ARN como el coronavirus SARS-CoV-2. A pesar de ello, en caso de que esto ocurra, existe mayor probabilidad de que el virus mute cuanto más personas se infecten.