Seis meses sin bolsas de orina: «Voy a coger una infección por reutilizarlas»
Sanidad afirma que la falta de stock solo durará unas semanas, pero los distribuidores hablan de meses
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Miquel Martí, de 42 años, va en silla de ruedas desde 2010 por un accidente laboral. Este jugador y profesor de pádel y de pickleball necesita varias bolsa de orina para su rutina diaria. Sin embargo, desde diciembre de 2023, España sufre un ... desabastecimiento de bolsas de orina y sondas, productos sanitarios de primera necesidad para personas como Martí, lo que ha provocado una pérdida importante en su calidad de vida, pues no puede pasar un día sin ellas. «Cada seis horas tengo que miccionar, son fundamentales para mi vida cotidiana», relata a ABC.
Como Martí, la falta de stock de bolsas para la orina afecta a miles personas con lesiones en la médula. En su caso, además, al ser deportista tiene que hidratarse de forma constante, por lo que la falta de este material le genera un grave problema. «Soy deportista y bebo mucha agua, así que suelo utilizar cuatro bolsas diarias».
Como actualmente no puede disponer de esta cantidad, las reutiliza. «El problema de reutilizar las bolsas es que es muy antihigiénico y me arriesgo a contraer infecciones», advierte consciente del riesgo que supone para su salud.
La federación nacional Aspaym, asociación dedicada a personas con lesión medular y discapacidad, lleva meses denunciando este problema. Tacha de «vergüenza» que en España se pueda dar esta situación. «Resulta inaceptable que por causas ajenas a las personas con lesión medular y otras patologías tengamos que encontrarnos con una peor calidad de vida y regresar a siglos pasados», denuncia su presidenta, Mayte Gallego.
Cierre de una fábrica
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) es conocedora de esta falta de suministro desde finales de 2023. Fuentes del organismo aseguran que se trata de una situación que se da a nivel europeo por el cierre de una fábrica que suministraba a varios países del entorno. Por ello, apuntan las mismas fuentes, actualmente existe una mayor demanda a otros fabricantes españoles, pero la Aemps espera que la normalidad en el suministro se recupere en unas semanas.
La agencia, dependiente del Ministerio de Sanidad, ya informó el pasado febrero de que estaba en constante comunicación con las diferentes empresas que distribuyen las bolsas de orina para conocer sus stocks. Desde entonces, aseguran, estos productos van llegando con regularidad. «Durante febrero llegaron más de un millón y durante marzo y abril han llegado más semanalmente».
Las empresas que se encargan ahora mismo de hacer llegar estas bolsas de orina son Coloplast, Hollister y Corysan, según explica la Aemps. Pero la directora general de esta última, Elena Buitrago, no cree que la falta de stock sea una cuestión de semanas, como defiende Sanidad, sino que cree que el problema se alargará hasta después del verano. «No tenemos la capacidad de duplicar diariamente la producción», asegura. Según Buitrago, para poder abastecer las necesidades de un país como España se necesitan diez máquinas para la fabricación de estos productos y eso no tarda «un par de semanas».
Antonio Blanes, director de los servicios farmacéuticos del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, es más optimista y asegura que «las medidas tomadas por las autoridades sanitarias han permitido reducir estas incidencias, si bien siguen produciéndose faltas». Blanes explica que fueron los farmacéuticos quienes pusieron en aviso al Ministerio de Sanidad sobre este desabastecimiento.
También advirtieron de la dificultad de encontrar alternativas financiadas por la sanidad pública para los pacientes. «Desde que el Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (Cismed) nos alertó de que se estaban produciendo las primeras faltas, hemos seguido de cerca la evolución sensible al trastorno que representa para los pacientes», comenta.
La situación, además, difiere mucho entre comunidades. Según Aspaym, en territorios como Galicia o Cuenca el desabastecimiento es apenas perceptible. En otros como Granada o Córdoba, hay cierta mejoría aunque a un ritmo lento. Pero en el resto del país, denuncia la federación, el problema va en aumento.
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