Premio princesa de asturias de cooperación internacional
Las organizaciones que se unieron para ayudar a los enfermos vulnerables y hoy tratan el VIH infantil con medicamentos que saben a fresa
La Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Desatendidas desarrolla fármacos para las dolencias que se consideran olvidadas
La Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Desatendidas, premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2023
Madrid
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Iniciar sesiónHace ya 20 años, expertos en la investigación de las enfermedades infecciosas se dieron cuenta de que su trabajo no llegaba a todo el mundo. Observaron cómo solo el 1 por ciento de la investigación y desarrollo de medicamentos se destinaba a las enfermedades ... desatendidas, aquellas que se consideran olvidadas y afectan especialmente a la población más vulnerable. Así, institutos de investigación de todo el mundo, la ONG Médicos sin Fronteras y la Organización Mundial de Salud (OMS) decidieron unir sus esfuerzos para crear lo que hoy es la Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Desatendidas (DNDi, acrónimo de Drugs for Neglected Diseases initiative), organización sin ánimo de lucro que ha sido galardonada este jueves con el premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2023.
«Estas enfermedades, que llamamos desatendidas, afectan hoy en día a casi un cuarto de la población mundial», remarca Luis Pizarro, director ejecutivo de la iniciativa, a quien no se le ocurre mejor manera de celebrar el 20 aniversario de la organización que con este reconocimiento. «Es un orgullo para todo el trabajo que el equipo lleva realizando 20 años», alaba. Este trabajo consiste en crear fármacos seguros, asequibles y eficaces para tratar estas dolencias a través de la investigación y el desarrollo de los mismos.
En concreto, fueron Médicos sin Fronteras, el Consejo Indio de Investigación Médica, el Instituto de Investigación Médica de Kenia, la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil, el Ministerio de Salud de Malasia, el Instituto Pasteur (Francia) y el Programa Especial para la Investigación y Entrenamiento en Enfermedades Desatendidas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) quienes pusieron en marcha la iniciativa, respaldada por los ministerios de otros países, equipos académicos o fundaciones filantrópicas o la industria farmacéutica. «Pensamos que si juntábamos nuestros esfuerzos íbamos a ser capaces de desarrollar nuevos medicamentos para estas enfermedades y hoy ya hemos traído al mundo 12 nuevos medicamentos«, destaca Pizarro.
Una terapia dual elimina el virus que causa el sida en ratones
R. I.Se trata de un enfoque combinado que tiene como objetivo eliminar el VIH utilizando dos tipos de edición de genes CRISPR
El trabajo de esta iniciativa, explica su director ejecutivo, empieza siempre por preguntar a los pacientes qué es lo que necesitan. «Si necesitan tratamiento oral en pastilla y no inyectable, que el tratamiento resista a temperaturas muy fuertes cuando viven en regiones tropicales, que se tome una vez al día y no varias veces... y a partir de ahí empezar a trabajar para poder desarrollarlo lo más rápido posible», explica. Pero buena parte de su actividad se centra en los niños, pues calculan que son 500 millones los menores de edad que se encuentran en estas situaciones. La primera enfermedad en la que se centraron, cuenta Pizarro, fue la malaria, para la que ya han desarrollado dos fármacos que han permitido que millones de niños de África vivan sin la dolencia. También han desarrollado un tratamiento con sabor a fresa para tratar el VIH infantil, que permite que los menores además de estar sanos, no tengan problemas para tomar la medicación.
Desigualdad en las vacunas contra el Covid
Este premio, celebra Pizarro, jugará un papel importante a la hora de lograr una mayor movilización de los sectores público y privado para invertir aún más en el desarrollo e investigación de fármacos para estas enfermedades. Durante la pandemia de Covid-19, lamenta, se ha visto cómo las vacunas contra el virus no han llegado de forma equitativa a todas las partes del mundo, algo en lo que la DNDi seguirá trabajando.
Pero la iniciativa afronta otros retos para el futuro más próximo: las consecuencias del cambio climático en la salud y la participación de las mujeres en la investigación de las dolencias. «Vemos hoy en día enfermedades sensibles al cambio climático, como el dengue, que hasta el día de hoy no tiene un tratamiento eficaz. Todo lo relacionado con el cambio climático va a ser muy importante para nosotros, como también lo es no dejar de lado a las mujeres en los ensayos clínicos», expone Pizarro.
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Actualmente, la iniciativa cuenta con 300 personas que trabajan en las redes de DNDi en Asia, Europa y América. Pero además son más de 200 las instituciones socias que colaboran con ella, lo que eleva las personas implicadas en el proceso a «decenas de miles», en palabras del director ejecutivo de la iniciativa. «Esa idea de redes, plataformas, grupos de socios... todos trabajando juntos, es la clave del éxito».
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