El informe final de la autopsia de Mati se retrasa entre nuevas contradicciones de la Policía de Indonesia
Las autoridades locales seguirán investigando el caso de la española pese a que en su momento indicaron que cesarían las labores. «Nuestro líder nos ha dicho que hasta que no esté todo resuelto aquí no libra nadie», aseguró a ABC uno de los agentes
La familia de Mati Muñoz: «A Daniel Sancho se le ofreció una ayuda diplomática inmensa y a mi tía no»
Vista de la morgue de Lombok
A las ocho de la mañana, y con media hora de antelación, comenzó la autopsia a Maria Matilde Muñoz Cazorla, Mati, en el hospital de Bhayangkara, sito en Mataram, la capital de isla de Lombok. Según explicaron fuentes policiales, la razón del adelanto –estaba prevista ... media hora más tarde– sólo tuvo que ver con el exceso de trabajo del único médico forense de la zona que debía trasladarse, tras finalizar la autopsia a Mati, a otra isla cercana a continuar con sus funciones laborales.
Cuando ya hace tiempo que cayó la noche en la isla de Lombok, la policía local, la cual lleva la investigación del caso, sigue esperando el informe del médico, que para su familia y allegados no deja de ser otra tensa espera. Ignacio Vilariño, sobrino de la asesinada y representante de la familia, aseguró a ABC que «si la autopsia coincidiera con la versión de los acusados que certifica la policía, asumiríamos el informe y trataríamos de que la Embajada española repatriara sus cenizas tras incinerarla, según nos ha asegurado».
Durante la autopsia, media docena de estudiantes en prácticas asistieron a la misma, demostrándose, como aseguró su sobrino y representante de la familia, que Mati Muñoz, hasta el último instante, ha aportado más a la vida que la media. «Mi tía Mati estaría orgullosa de saber que sus restos mortales han valido para que jóvenes indonesios aprendan. Ella, que enseñaba español e inglés de manera altruista y aprendía indonesio, siempre quiso hacer el bien».
«Llevamos semanas sin ir a casa. Dormimos en la comisaría»
Mientras se espera ese dosier, la policía de la isla ha asegurado que la investigación sigue en marcha, justamente lo contrario que dijo hace tres días cuando confirmó que las pesquisas habían finalizado a la espera de los resultados de la autopsia. Según fuentes de la policía de Senggigi, zona de playa donde Mati Muñoz residió hasta que le quitaron la vida el pasado 2 de julio, la presión de Interpol, policía de Yakarta y de la comisaría central de Lembar, en la isla de Lombok, es tal alta, que Yasmara Harahap, máximo responsable policial, se ha tomado el caso como algo personal dada la ola mediática que está generando. «Llevamos semanas sin ir a casa; dormimos en la propia comisaría. Nuestro líder nos ha dicho que hasta que no esté todo resuelto aquí no libra nadie», aseguró a ABC uno de los agentes.
A su vez, fuentes policiales confirmaron que apurarán los sesenta días legales desde que el pasado sábado 30 de agosto fueron detenidos el empleado del hotel Bumi Aditya donde se alojaba Mati Muñoz que atiende a las iniciales de S.U., de 34 años, y del ex empleado H.R., Alis Ge, de 30, para entregar el informe final a la fiscalía indonesia, llave que abrirá la puerta del juicio donde a los acusados podrían caerle penas que van desde los veinte años en prisión a la cadena perpetua.
Fuentes policiales aseguran que estrechan el cerco sobre posibles nuevos sospechosos. Que el cadáver de Mati estuviera, según la versión de los acusados, dentro del hotel durante casi mes y medio, ha hecho levantar las sospechas de que podrían no haber actuado solos. Vecinos del barrio de Bukit Loco, donde está el hotel Bumi Aditya y de donde eran los detenidos, reconocieron a este medio que durante el mes de julio sintieron un olor muy fuerte que pensaron podía provenir del cadáver de un animal.
Debe recordarse que los encausados cambiaron, al menos, cuatro veces el cuerpo de Mati hasta que una semana antes de ser detenidos la llevaron a la playa de Batu Bolong, que dista a solo 700 metros del hotel.
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