La izquierda quiere vetar un acto provida autorizado en el Senado

«Es la sexta edición de un evento que ya hemos realizado con anterioridad en instituciones como la sede de Naciones Unidas, el Parlamento europeo, el Capitolio en Washington e incluso el Congreso de los Diputados en España sin que hubiera ningún problema», explica Hernández. Se trata de la Cumbre Transatlántica, una jornada convocada por el PNfV, una entidad internacional que reúne a políticos de diversos partidos de corte conservador y que, según su web asume un compromiso con la dignidad humana y el bien común. La entidad está presidida por el que fuera candidato de la derecha a la presidencia de Chile, José Antonio Kast, y tiene como presidente de honor al español Jaime Mayor Oreja.

Según ha podido conocer ABC, la entidad realizó la petición siguiendo el cauce ordinario del Senado para este tipo de eventos. El día 17 de julio, la Mesa del Senado, en la que tiene mayoría el PP, pero con la presencia de tres senadores socialistas, autorizó la cesión de la sala, como suele ser habitual en estos casos. «En ningún momento solicitamos la ayuda de ningún grupo político, porque queríamos politizar el evento, justo lo que ahora están haciendo los grupos de izquierda que quieren cancelarlo», explica el director de comunicación de la entidad.

Ahora, tras la polémica suscitada a raíz de unas publicaciones en prensa, el PSOE y sus socios habituales, entre los que se encuentran ERC, Bildu, el BNG y Junts han registrado varios escritos a la Presidencia y la Mesa del Senado en los que piden revocar la cesión de la sala de la Cámara Alta para la celebración de la cumbre. La decisión recae ahora en el PP que tiene mayoría tanto en el Senado como en la Mesa.

«El Senado ha prestados sus espacios a grupos que consideran el aborto como un derecho, cuando es algo que no está explícitamente reconocido. ¿Si tiene espacio para ellos porque no habría de tenerlo para entidades que consideramos la vida como un derecho primario?», se pregunta retóricamente el director de comunicación de PNfV. Además, también ha explicado el «sinsentido» que supone querer acallar a «representantes políticos que han sido democráticamente elegidos en sus países».

Para el PNfV la controversia suscitada por los partidos de izquierda se encuadra «dentro del marco de cancelación y anulación de espacios y de la voz de quienes defendemos la vida». Hernández lamenta que «por mantener esa posición nos pongan la etiqueta de anti derechos o de fomentar el discurso del odio» y considera la polémica como «ficticia y con la intención de politizar el acto». «Nosotros no estamos dividiendo, sino abriendo un espacio a la libre divulgación de unas ideas, como la defensa de la vida o la protección de las madres que, además, están recogidas por la Declaración de Derechos Humanos. ¿Por qué no podemos hablar de ello en un espacio público?», añade.

«Haciendo nuestros los valores de la libertad y el pluralismo político que propugna nuestra Carta Magna, desde el Grupo Parlamentario Socialista entendemos que tanto la naturaleza del acto en cuestión, como la de la organización que lo promueve comprometen gravemente la reputación y la imagen de neutralidad institucional debida de la Cámara Alta«, ha denunciado el PSOE en el escrito dirigido al Senado

Aunque la celebración del acto fue aprobada el 17 de julio por unanimidad por la Mesa, en la que estaban presentes tres senadores socialistas, el partido asegura ahora que el punto no estaba en orden del día y ni se debatió ni se votó. Además, los socialistas alegan que el acta de aquella reunión de Mesa no fue conocida por los miembros del órgano de gobierno hasta la víspera de la reunión del 3 de septiembre, aunque lo cierto es que el documento aparece en la web del Senado y que tanto las quejas y como las actuaciones del PSOE sólo se han conocido tras dar publicidad a la noticia un medio de comunicación.

Por su parte, los nacionalistas de ERC y EH Bildu también se han dirigido a la Mesa del Senado para que reconsidere su decisión de ceder la sala. «Las actividades y mensajes de esta organización son incompatibles con los valores de respeto a los derechos LGTBI, y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y la libertad para decidir plenamente sobre su cuerpo«, explican desde el grupo Izquierdas por la Independencia.

Una línea similar a la que defiende la senadora del Bloque Nacionalista Gallego (BNG), María Carmen da Silva, quien considera «absolutamente censurable» la cesión a a un acto de ideario «anti abortista, ultra católico, de defensa de valores no igualitarios y reaccionarias», recoge Europa Press.

Desde la izquierda confederal, Más Madrid, Eivissa i Formentera al Senat, Compromís, Agrupación Socialista Gomera y Geroa Bai, también han exigido a la Mesa del Senado una rectificación teniendo en cuenta que los organizadores argumentan que la homosexualidad es «un trastorno mental» y que se cura con «terapia». «No se puede dar cabida a una entidad que está en contra de los principios y derechos fundamentales de nuestro Estado de Derecho«, alertan.

La dirigente de Podemos, Ione Belarra, se ha pronunciado también sobre este asunto aunque en su caso a través de su cuenta de X (la red social anteriormente conocida como Twitter) donde ha acusado a los de Alberto Núñez Feijóo de «convertir el Senado en la sede mundial del movimiento antiabortista». También carga contra los socialistas reprochando su «voto a favor por pura incompetencia». «Una vez más tendremos que ser las mujeres españolas las que digamos: ni un paso atrás», concluye la diputada morada.