Guerra abierta entre Cremades y la Conferencia Episcopal a cuenta del informe de abusos

Cabe recordar que los obispos enviaron una carta, el martes de la semana pasada al despacho de Cremades & Calvo Sotelo en la que le daban un plazo de diez días para que entregara el informe encargado en febrero de 2022 y que, en principio, tenía un plazo de realización de un año. En la carta se dejaba claro que si no se cumplía ese plazo, «se entendería que se han incumplido los términos de contrato, que en su presentación se estimaron en un año aproximado de duración».

Fuentes del despacho de Cremades & Calvo Sotelo han confirmado a ABC que ha sido el propio Javier Cremades quien personalmente ha comunicado a la Conferencia que «entregará un resumen ejecutivo de los trabajos antes de la Asamblea Plenaria [que se celebrará del 20 al 24 de noviembre] y el informe completo antes de que acabe el año».

De igual forma también les mostró «su agradecimiento por respetar su independencia y que se le permita trabajar con tranquilidad un tema tan complejo como este». A la pregunta sobre con quien se comunicó Cremades dentro de la Conferencia, las mismas fuentes del despacho no han podido precisarlo, aunque han señalado que «habitualmente él se comunica con el presidente [el cardenal Juan José Omella]».

Detrás del conflicto podría encontrarse una guerra de cifras. «Hemos visto el informe de dos mil páginas, y está muy bien, no entendemos porqué no se nos entrega ya y podemos cerrar la cuestión», han explicado fuentes de la Conferencia Episcopal. Sin embargo, algunos de los miembros del equipo que Cremades creó para realizar esta auditoría consideran que ese texto es «demasiado complaciente con la Iglesia», por lo que han pedido una revisión de los números y de parte de la documentación. Una revisión que requeriría el tiempo que ahora reclama Cremades.

En la práctica, el informe completo, elaborado por uno de los tres grupos de trabajo en que se ha dividido el equipo de Cremades, cuenta con los datos de casos que le ha facilitado la propia Iglesia católica, a través de las diócesis y las congregaciones religiosas. De esta forma, las cifras están muy cerca de las que la propia Conferencia Episcopal hizo públicas en su informe 'Para dar luz', que en su versión más actualizada de mayo de 2023, reconoce 728 abusadores desde 1950 y, al menos, 927 víctimas.

Una cifra muy alejada de los resultados de otros informes encargados por las conferencias episcopales de países de nuestro entorno. Es el caso de la investigación francesa, donde una comisión independiente contratada por la Iglesia arrojó un total de 216.000 víctimas en los últimos setenta años. O el de la portuguesa que presentó al menos 4.815 víctimas desde 1950. En ambos casos se realizó una proyección matemática a partir de los casos examinados. Hay que tener en cuenta que el responsable de la investigación portuguesa, el psiquiatra infantil Pedro Strecht, forma parte del equipo de Cremades.

De ahí que algunos miembros del equipo de Cremades consideren que los resultados del trabajo realizado —que hasta el momento ha coordinado el expresidente de la Asociación Católica de Propagandistas Alfredo Dagnino— no refleja la realidad de los abusos en la Iglesia española. Algunos de ellos son partidarios de realizar unos cálculos al estilo de Portugal o de Francia, aunque desde fuentes del despacho confirman a ABC que «desde este equipo de trabajo no se va realizar ninguna proyección, como se ha hecho en los casos de Portugal o de Francia». Sin embargo, sí que añaden que «se han realizado muchas entrevistas con víctimas».