Cadáveres en descomposición y restos óseos semienterrados: así es la 'granja de los horrores' de Guadalajara

La Benemérita ha constatado que el estado de los cadáveres presentaban indicios de no haber recibido ningún tipo de cuidado durante meses. Según las autoridades, el propietario habría descuidado a los animales al no suministrarles agua, alimentos ni atención médica básica.

La situación, de la que se hicieron eco muchos vecinos por redes sociales, obligó al ayuntamiento de Uceda a tomar cartas en el asunto. Trabajadores del ayuntamiento, como decenas de voluntarios, se acercaron a la explotación para salvar a los animales que aún estaban vivos. Fuentes de la Guarda Civil avisan a ABC que el hombre «desaparecía» cuando acudían los voluntarios. Uno de ellos, que prefiere quedarse en el anonimato, describe al granjero como un «indeseable»: «Tiene problemas con el alcohol, no es por falta de dinero, lo que le ha pasado a estas pobres criaturas es simple dejadez», subraya.

Fuentes oficiales detallan que la imagen de la 'granja de los horrores' —así apodada por los usuarios de las redes sociales— era «dantesca»: «El estado de descomposición de los cadáveres era tan elevado que cuesta identificar el número exacto de ellos. Había huesos esparcidos por todos lados, algunos semienterrados y otros amontonados por las inmediaciones», comentan, por lo que prefieren referirse a un «número indeterminado» cuando se le pregunta por la cifra de animales muertos.

Además, los agentes detectaron numerosos ejemplares que no habían sido sometidos a los controles veterinarios requeridos, lo que podría representar un riesgo significativo para la salud pública debido a la posibilidad de contagio de enfermedades animales.

Aunque la mayoría de los animales vivos de la explotación serán finalmente reubicados bajo control veterinario, algunos de ellos tendrán que ser sacrificados por el riesgo sanitario que constituye su actual situación. «Tras seis meses encargándonos de ellos, no es el final que hubiéramos deseado», lamenta un voluntarios. Tras varias visitas a la granja por parte de veterinarios y agentes de la Guardia Civil, era la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural quien trasladaba la noticia a los voluntarios. Con «empatía cero» lamentan los voluntarios, les han comunicado que «para las ovejas: reubicación, para las cabras: matadero, para los cerdos eutanasia in situ».

Será en esta semana cuando los animales que quedan —11 cabras, 3 cerdos y 70 ovejas— encuentren su destino final a esta historia. A pesar de que los voluntarios han intentado buscar soluciones para evitar la muerte de los animales, señalan que la respuesta por parte de la administración siempre ha sido la misma: «a todo nos ponen pegas». De hecho ellos mismos han buscado otras granjas que estarían dispuestas a acoger a las cabras para evitar que fuesen sacrificadas, sin embargo sus propuestas no han tenido éxito. Desde la consejería insisten en la necesidad de sacrificarlos ante el riesgo de que padezcan enfermedades.