Aplastar pollos y pisotearlos hasta la muerte: un extrabajador expone la crueldad de una macrogranja británica

El reportaje revela presuntos casos de maltrato animal en una granja vinculada a un proveedor de la cadena Lidl en el condado de Lincolnshire (Reino Unido), que alberga cerca de 400.000 pollos. El video fue enviado por un extrabajador de la granja. «Recuerdo encontrar algunos que aún estaban vivos. Uno tenía ambas patas rotas y aun así intentó escapar de mí. Otros pollos tenían las entrañas colgando, desgarrados por los vehículos. Tuve que recoger lo que quedaba de ellos«, explica en el reportaje Tom Herok, antiguo trabajador de la granja.

Herok, profesor de Filosofía en la Universidad de Lancaster, revela en una declaración filmada que el año pasado trabajó durante cinco meses en la industria avícola del Reino Unido para investigar el bienestar de los «pollos franken» de crecimiento rápido. Durante ese tiempo, pudo presenciar cómo es el trato cruel que reciben los animales antes de ser destinados a su consumo en los supermercados. Además, en las imágenes se ven a operarios de la macrogranja afirmar que atropellar pollos es una práctica habitual y declaran que es «parte de su trabajo». El reportaje muestra algunos de estos animales atropellados, aún con vida, con las patas rotas o incluso con los órganos internos fuera del cuerpo.

Este nuevo caso de maltrato animal se ha puesto en conocimiento de la justicia inglesa y se suma a las denuncias de la organización Equalia ONG en macrogranjas relacionadas con la cadena de supermercados Lidl en España, Alemania, Italia y Austria. En todas ellas se crían pollos de crecimiento rápido donde la hibridación genética implica un crecimiento cuatro veces más rápido que a mediados del S.XX, causando aves con deformidades, problemas respiratorios y paros cardiacos.

Esta no es la primera vez que Equalia se hace eco de maltrato animal en macrogranjas. Con el vídeo de Open Cages, es el quinto reportaje en el que denuncia abusos por parte de explotaciones avícolas. En noviembre del año pasado, Equalia denunciaba las prácticas que se daban en una granja de Villamanrique de la Condesa (Sevilla). En las imágenes que difundían se observaba, entre otras cosas, cómo los operarios encargados de descargar a los animales los arrojaban al suelo bruscamente, lo que, según Equalia, puede provocarles la rotura de pico, extremidades o huesos, o incluso matarlos.

Poco después de la publicación del reportaje, la organización afirma que tanto la explotación de Sevilla como la de Tarragona, que aparecen en las imágenes, perdieran su sello Welfair de bienestar animal. También se logró de forma inmediata que el IRTA —entidad que gestiona el certificado independiente Welfair en bienestar animal— hiciera una condena pública de los hechos.

Julia Elizalde, mánager de campañas de Equalia, explica que «tras la publicación de cinco reportajes de investigación, podemos afirmar que Lidl ya se enfrenta a una crisis reputacional con alcance mundial por sus bajos estándares de bienestar animal en la cría de pollo. En este reportaje de Reino Unido se observan malas prácticas del personal que pueden constituir hechos delictivos. Por ello, se ha presentado una denuncia por un potencial incumplimiento de la ley de bienestar animal, la normativa sobre el bienestar de los animales de granja y la normativa sobre el bienestar de los animales durante el transporte».

Y añade: «Cientos de empresas ya se han comprometido a eliminar las peores crueldades que sufren los pollos, incluida Lidl Francia, a través de su adhesión al Compromiso Europeo del Pollo. Lamentablemente, en la mayoría de países Lidl se ha quedado atrás y continúa ajeno ante la indignación de sus clientes».