entrevista al cirujano Xie qingping
Xie Qingping, el cirujano que opera el alzhéimer: «No lo curo pero los pacientes más leves recuperan su vida»
El médico chino abre una vía quirúrgica, no exenta de polémica, para combatir la enfermedad. Veinte hospitales chinos emprenden un ensayo clínico con 587 pacientes para validar los resultados
Primer ensayo en Europa para evaluar el beneficio de la técnica
La polémica cirugía china de 45.000 dólares que garantiza la cura del alzhéimer

«No pretendo curar el alzhéimer solo mejorar la vida de quienes lo padecen y la de sus familias, y abrir nuevas vías para entender los mecanismos que subyacen tras la enfermedad». La ciencia avanza con pasos cautelosos en la lucha contra esta enfermedad neurodegenerativa ... que crecerá exponencialmente en los próximos años debido al envejecimiento progresivo de la población. El doctor Xie Qinping, cirujano plástico del hospital privado Hangzhou Qiushil de Zhejiang (China), ha abierto una nueva vía hasta ahora inexplorada para estrechar el cerco a la enfermedad y mejorar su clínica.
Su controvertida propuesta consiste en drenar el sistema linfático del cerebro mediante una cirugía extracraneal para evitar que le lleguen desechos o sustancias nocivas, entre ellas las placas de proteína beta amiloide causantes del alzhéimer. Su equipo ya ha intervenido en el gigante asiático a 600 pacientes (400 en su hospital y el resto en otros centros) con esta estrategia quirúrgica, que tiene los mismos riesgos para el paciente que una operación de tiroides y cuesta 45.000 dólares. Tras su intervención como invitado destacado en el Congreso de la Sociedad Mundial de Microcirugía Reconstructiva, celebrado recientemente en Barcelona, Xie avanza a este diario sus próximos proyectos, dirigidos a afianzar con ensayos solventes su técnica, que en solo dos años podría llegar a Europa. El mismo día que presenta su procedimiento ante la comunidad científica internacional en la capital catalana, la revista 'Chinese General of Clinical Anatomy' publica sus primeros ensayos.
En 2012, especialistas dirigidos por la investigadora danesa Maiken Nedergaard descubrieron en Rochester (EE.UU) que el cerebro tiene sistema linfático. Constataron también por primera vez que los ratones por la noche depuraban ese sistema para evitar que llegaran al cerebro sustancias nocivas. En 2015, se dio un paso más con el hallazgo de los vasos linfáticos en las meninges de los ratones, que conectan el cerebro con el sistema linfático central. ¿Cuándo pensó en usar este conocimiento para mejorar la clínica de los enfermos de alzhéimer?
El punto de partida se remonta a un descubrimiento accidental en 2019 cuando realizaba descompresiones nerviosas cervicales en varios pacientes que presentaban tinnitus y cefaleas. Durante las cirugías, noté casualmente la presencia de tejidos y ganglios linfáticos alterados en la zona profunda del cuello. Garantizando la seguridad y la ausencia de riesgos, decidí conectar los conductos linfáticos dilatados y obstruidos localmente con venas cervicales (realizando una Anastomosis Linfático-Venosa Cervical profunda (dcLVA por sus siglas en inglés), y al mismo tiempo extirpé algunos ganglios linfáticos alterados. Al seccionar los tejidos linfáticos, el líquido linfático bloqueado se liberó con una fuerza impresionante. Tras la cirugía, los pacientes no sólo informaron que el tinnitus había desaparecido, sino que describieron sensaciones como visión más clara y mente despejada. Vi que podría existir una conexión entre el drenaje linfático cervical y la depuración metabólica del sistema nervioso central. Estudié sobre ello y acabé comprendiendo que el cerebro posee dos rutas de eliminación que habían sido largamente ignoradas: el sistema de vasos linfáticos meníngeos y el sistema pseudolinfático. Estas rutas parecen estar íntimamente relacionadas con la eliminación de sustancias tóxicas como el beta-amiloide, proteína vinculada a la aparición del alzhéimer. Tras validaciones experimentales en animales, presenté una solicitud al comité de ética hospitalaria y la aprobaron. Así nació esta cirugía, que consiste en conectar mediante técnicas de supermicrocirugía los tejidos linfáticos profundos cervicales con venas de baja presión del cuello.
La operación que está en vías de patentar y con la que ya ha intervenido a cerca de 600 pacientes con enfermedades funcionales cerebrales en China requiere de una gran especialización pero no implica grandes riesgos porque es extracraneal. ¿En los tres años de seguimiento de los casos intervenidos se ha apreciado algún efecto secundario, aunque sea leve?
Cualquier cirugía tiene una parte positiva y una negativa. En esta cirugía. que deben llevarla a cabo cirujanos altamente preparados, la parte negativa es la cicatriz en la zona del cuello, desde la que se interviene, de unos 6/8 milímetros, pero en estos momentos estamos intentando reducir su tamaño. En algunos casos, también puede darse cierto entumecimiento en la zona intervenida e hinchazón, pero solo en algunos pacientes y son reacciones muy localizadas a nivel dermatológico.
Al margen de su experiencia, ¿hay algún estudio clínico que sustente estos resultados?
Precisamente hoy, coincidiendo con mi intervención en el congreso de Barcelona, la revista 'Chinese General of Clinical Anatomy' publica mis investigaciones. También le adelanto que 20 hospitales chinos vamos a arrancar en breve un ensayo controlado y aleatorizado con 587 pacientes con el objetivo de demostrar en los próximos años la solidez del procedimiento.
El alzhéimer es una enfermedad que crecerá en los próximos años debido al envejecimiento de la población. ¿Qué representa su técnica respecto a los tratamientos actuales y qué mensaje podemos enviar a las familias que tienen un familiar afectado?
Especialistas de todo el mundo llevan años intentando encontrar una cura para el alzhéimer pero no lo han logrado. Los tratamientos actuales, como apunta, solo logran ralentizar el curso de la enfermedad pero no revertirla. Hablar de curación es arriesgado pero sí puedo afirmar que a los pacientes con cuadros iniciales de la enfermedad, esta cirugía les hace recuperar su vida y en los casos más avanzados logra que controlen los esfínteres y los brotes de ira. Los datos de seguimiento de entre tres y seis meses postoperatorios muestran que aproximadamente el 80% de los pacientes experimentan mejoras significativas, sobre todo a nivel cognitivo. También hay mejoras en los trastornos emocionales y conductuales. Algunos pacientes en fases leves incluso refieren subjetivamente sentirse con la mente más clara y más rápidos en sus reacciones diarias. A través de pruebas de imagen PET hemos observado en estos pacientes la reducción de las placas de proteína beta-amiloide, que es un 30% superior a la que se consigue con los tratamientos actuales.
¿Qué acogida ha tenido su cirugía en la comunidad científica internacional?
Le puedo decir lo que he sentido hoy en este congreso cuando he presentado mi técnica. El sentimiento ha sido de sorpresa y satisfacción. Los asistentes lo han acogido de forma ilusionante. Es alentador que la dcLVA haya atraído gran atención internacional. Actualmente, el equipo de cirugía plástica del Hospital General de Changi (Singapur), tras varias visitas y estudios detallados de nuestros procedimientos, llevará a cabo su primera cirugía basada en nuestro método. Según nuestra información, en Estados Unidos hay ya cinco centros tramitando aprobaciones éticas, y varios hospitales de primer nivel en Alemania, Suiza, Japón y Corea del Sur también están realizando preparativos preliminares. Confío en que en los próximos dos años, veamos la expansión gradual de la cirugía dcLVA a nivel global.
Europa también pondrá en marcha un ensayo multicéntrico para validar su procedimiento y en unos dos años podría aplicarse en la clínica en este continente. ¿Qué opina?
Me siento muy satisfecho y lo acojo con ilusión porque una vez más, gracias a la medicina, se puede ayudar a las personas que sufren.
¿Qué sintió cuando vio lo que lograba con su cirugía?
Tras mi primera intervención quise confirmar los resultados con más casos y a medida que confirmaba su efecto lo que sentía era que Dios me había dado una oportunidad para servir a la población y eso es increíble.
¿Cuántos pacientes opera al mes?
Unos veinte aproximadamente. Los próximos serán dos de Estados Unidos.
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