La polémica cirugía china de 45.000 dólares que garantiza la cura del alzhéimer
Un hospital privado chino atrae pacientes de todo el mundo en la búsqueda desesperada de una solución a una enfermedad incurable
Expertos piden cautela y no generar falsas esperanzas hasta que esté la intervención tenga la suficiente evidencia científica
El mapa de un milímetro cúbico de cerebro abre la puerta al tratamiento del alzhéimer, autismo o el párkinson

¿Se atreverían a viajar a China por 45.000 dólares para someterse a una intervención de microcirugía que dice mejorar las habilidades cognitivas de los enfermos de alzhéimer? En Estados Unidos ya hay quien lo ha hecho y, en el hospital privado Hangzhou Qiushi, ... confirman que ya han intervenido a seis extranjeros y están a la espera de más, que han confirmado su intención de viajar para ponerse en las manos, e instrumental de microcirugía, del profesor Qingping Xie.
En unos días, el médico chino llegará a Barcelona para participar en el Congreso de la Sociedad Mundial de Microcirugía Reconstructiva porque son los cirujanos plásticos los que están liderando esta opción para curar el alzhéimer. Según la descripción de la intervención, los vasos linfáticos cervicales son extremadamente pequeños (0,1-0,3 mm) y estos cirujanos tienen la experiencia necesaria para esta microcirugía extracraneal.
La presencia de Qingping Xie es más habitual en foros asiáticos, donde acuden cirujanos plásticos occidentales interesados en la intervención del linfodema y, ahora, en las posibilidades que abre la nueva cirugía. Hace poco más de un mes, se celebró en Taiwan el primer congreso mundial sobre linfedema y ya se habló de las posibilidades de curar el alzhéimer operando. El 7 de abril, Quingping Xie estuvo en Londres como invitado estrella del congreso Neuroscience 2025.
En su curriculum, explicaba que ya ha operado a 400 pacientes con resultados prometedores. En la documentación que el hospital ha remitido a ABC, además de los precios de la intervención, explican que actualmente está en el proceso de patentar internacionalmente esta cirugía.
Pero, ¿cómo se ha llegado aquí? La historia empieza en Rochester, Nueva York, con una danesa. Fue en 2012 cuando la investigadora Maiken Nedergaard, publicó en Science Translational Medicine un artículo en el que describía, por primera vez, el sistema glinfático en ratones que, por la noche, con el sueño, parecían limpiar su cerebro por esos conductos. Usando microscopía de fluorescencia de dos fotones e inyectando trazadores, su equipo pudo ver que que el líquido cefalorraquídeo (LCR) circula por los espacios paravasculares del cerebro, eliminando desechos como la proteína beta-amiloide, relacionada con la enfermedad de Alzheimer
En 2015, el israelí Jonathan Kipnis, entonces en la universidad de Virginia, profundiza en el trabajo de la danesa y va un paso más allá con el descubrimiento de vasos linfáticos en las meninges de los ratones, conectando el cerebro con el sistema linfático cervical. El artículo en el que lo describe fue recibido como uno de los descubrimientos del año. En los años siguientes, diversos equipos intervendrían en ratones para ver la validez de este enfoque.
Poco rastro en la literatura científica
La literatura científica ha sido más precavida que los folletos del hospital del doctor Quingping Xie en cuanto a la solución quirúrgica. Sí que tiene un artículo junto a Antoine Louveau, de la Cleveland Clinic, en el que ambos explican la evolución favorable de una de las pacientes chinas mientras añaden que en Estados Unidos continúa experimentando con ratones, con la vista puesta en la evolución de los casos humanos en China.
En enero, en Archives of Plastic Surgery, varios autores, de Corea y de EE.UU., explicaban lo prometedor del enfoque: «Si este concepto se probara verdadero, representaría una solución quirúrgica a un problema para el que hasta ahora sólo se han considerado soluciones médicas». Y no muy alentadoras, pese al dinero dedicado a la investigación y los largos procesos de aprobación de los medicamentos.
«Merece la pena prestarle atención. No parece una microcirugía de mucho riesgo, pero sin generar falsas esperanzas»
Pascual Sánchez Juan
Director de la Fundación Cien
Pascual Sánchez Juan, neurólogo y director de la Fundación Cien, dedicada al estudio de las enfermedades neurológicas, se mostraba hace unos meses abierto a la posibilidad de que el enfoque glinfático funcionara: «Pueden surgir cisnes negros en investigación y esto tiene una base científica, un marco teórico. Merece la pena prestarle atención. No parece una microcirugía de mucho riesgo. Veo factible hacer un ensayo clínico. Pero hay que ir con cautela y no generar falsas esperanzas». Y explicaba, en conversación con ABC, que «sí parece que el sistema glinfático pueda jugar un papel. Hay muchas incógnitas todavía sobre el alzhéimer pero sí parece que tocar los sistemas de limpieza del cerebro pueda abrir una vía terapeútica. Está bien que se explore. Se tienen que buscar siempre las máximas garantías y evidencias sólidas. Y que se hagan PET (prueba de imagen) antes y después».
Los PET los aporta el cirujano chino en su folleto, pero no hay todavía una revisión de varios casos en un artículo científico. Sobre la posibilidad de ver esta operación en Europa, Sánchez explicaba que el problema de los ensayos clínicos aquí es que precisan de la financiación de un laboratorio y, en este caso, no parece que pueda ocurrir. Aunque parte del instrumental médico que usan es de un laboratorio italiano, MMI, que ha patrocinado la cita de Londres de hace unos días y que se usa mucho en intervenciones para el linfedema, una complicación que aparece a veces después de operaciones de cáncer de mama. Contactado por Linkedin, el médico polaco Daniel Maliszewski, que había posteado sobre la operación desde el congreso de Taiwan, escribía «lo podemos intentar», a la pregunta de si veríamos operaciones en Europa.
Ha participado en varias cirugías en China para el tratamiento de la enfermedad neurológica
Jaume Masia
Dtor. Cirugía Plástica del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau
Jaume Masia, director del servicio de Cirugía Plástica del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y responsable del linfedema y reconstrucción mamaria de la Clínica Planas, está en el comité del congreso de Barcelona y, hace unos meses, escribía en su página de Facebook que había estado en China, donde tuvo « la oportunidad de participar en varias cirugías para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. Lo más nuevo de la cirugía del linfedema así como tecnología china más avanzada fueron compartidos con mucha generosidad». Este periódico no ha podido hablar con él, después de varios intentos.
Mientras en Europa se deciden o no a empezar con esta técnica, en el hospital del doctor Quinping Xie explican que los gastos van de los 35.000 a los 45.000 dólares dependiendo del estadío en el que se encuentre el Alzheimer. Gastos de hospitalización y manutención incluidos.
En el artículo que el médico chino escribía junto al investigador de la Cleveland Clinic decían: «Nuestros descubrimientos pueden tener implicaciones muy importantes para los cirujanos plásticos y para la humanidad. Para los cirujanos, significa extender nuestra práctica a las enfermedades cerebrales, crear nuevos procedimientos y establecer la subespecialidad de la cirugía reconstructiva del sistema linfático cerebral. Para la humanidad, seremos capaces de tratar enfermedades para las que no hay cura, dando esperanza y ayuda a una población con opciones muy limitadas».

Mientras, el cirujano ha abierto un canal de Youtube, bastante desconocido, donde va colgando vídeos de algunos enfermos. La esposa de uno de sus pacientes de EE.UU., Catherine Dole, policía de Nueva York jubilada, está poniendo en la red social Quora la evolución de su marido, operado hace un mes en China. «Ha sido el primer americano en operarse, el 14 de marzo. Está siendo muy sorprendente y para nada es una cirugía invasiva. Sólo microcirugía para reconducir el sistema linfático. Creen que eso es la causa de que se hagan las placas. Me he dado cuenta de que puede decir la hora de nuevo de un reloj analógico al día siguiente de la operación. Pero es demasiado pronto para decir. Está de mejor humor y ya no hace las mismas preguntas tan seguidas». También explica que en febrero estuvo una pareja china de Boston, que allí ha coincidido con una iraní y que, en estos días, llegará otro paciente de EE.UU.
Sólo en España, según datos que daba el doctor Pascual Sánchez, hay 800.000 personas diagnosticadas con alzhéimer. No es precisamente una enfermedad rara. De probarse este enfoque, su solución pasaría por mejorar el drenaje del cerebro con cirujanos plásticos.
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