Burka, niqab, hijab... los tipos de velo islámico que usan las mujeres musulmanas

Entre la tradición y la obligación, las diferentes maneras de cubrirse la cabeza marcan la vida de las mujeres que siguen los dogmas de la ley islámica

El PP propone prohibir el burka y niqab en espacios públicos en Barcelona e informes de arraigo condicionados al civismo

Una niña rodeada de mujeres con burka, la interpretación más radical del velo islámico Reuters

«¡Profeta! Di a tus esposas e hijas y a las mujeres de los creyentes que se cubran desde arriba con sus vestidos. Esto es lo más adecuado para que se las reconozca y no se las ofenda». Así reza el versículo 59 de la ... sura de los Partidos, fragmento del Corán que los sectores más estrictos del islam emplean para justificar el uso de los velos que cubren la cabeza femenina. Para muchos fieles es un símbolo de fe y tradición; para otros, una práctica de raíz machista.

En cualquier caso, constituye un elemento visible de identificación entre las mujeres musulmanas y, en las interpretaciones más rigoristas, puede ser además un emblema de las corrientes más duras de esta religión.

La propuesta del PP de prohibir el burka y el niqab en espacios públicos en Barcelona ha generado una nueva duda: ¿se pueden usar los demás velos islámicos? En ese caso, ¿cuáles estarían permitidos y cuáles no, bajo esta idea que quieren implementar los populares?

Siguiendo la idea más estricta, hay más de una decena de tipos de velos, si bien hay seis que, por su popularidad, son los más extendidos tanto dentro de los países de mayoría musulmana como en otros.

Se pueden dividir, a su vez, en dos tipos de velos: los integrales, que cubren el rostro completa o parcialmente, y los no integrales, que dejan ver el rostro y/o más partes de la cabeza.

Velos islámicos no integrales

Shayla

Son los más comunes entre las mujeres musulmanas que viven en el mundo occidental y también entre las mujeres laicas en los países musulmanes. Cubren únicamente la cabeza y dejan ver el rostro, el cuello, los hombros y buena parte del pelo.

Hiyab

Es el tipo de velo más extendido entre las musulmanas. Se diferencia de la shayla porque también cubre el cuello, las orejas y el pelo —a veces dejan visible el flequillo—, dejando solo el rostro al descubierto. Cada país tiene variantes distintas.

Al amira

Velo de dos piezas, formado por una suerte de gorro para cubrir la cabeza y un pañuelo que se ajusta a la cabeza, cuello y que también cubre los hombros.

Chador

Velo que cubre todo el cuerpo y que únicamente deja visible el rostro de la mujer. No tiene mangas y es más similar a una túnica completa.

Velos integrales

Niqab

En sentido estricto, puede no ser un único velo sino varios superpuestos, pero con una misma característica: que solo deje visibles los ojos. En muchos países usan un hiyab y otro velo por encima para cubrir la boca y la nariz, además de un chador para cubrir el resto del cuerpo.

Burka

Es la versión más radical de la interpretación del versículo 59 de la sura de los Partidos. Es un velo único que cubre desde la cabeza a los pies, incluidas las manos, y que deja solo una rejilla o un antifaz translúcido en los ojos para que las mujeres puedan ver. Es obligatorio en la Afganistán de los talibanes.

De todos ellos existen variantes, en función de las modas o estilos de cada país pero también de necesidades. El uso del velo islámico muchas veces choca con la comodidad o la propia lógica para actividades como el deporte.

En este último caso destaca la figura de Ibtihaj Muhammad, esgrimista estadounidense musulmana que se llevó todos los focos —e incluso protagonizó una campaña publicitaria— por participar en los Juegos Olímpicos de Rio 2016 con un hiyab que combinaba con el uniforme de competición.

Ibtihaj Muhammad, durante los Juegos Olímpicos de Río 2016 AFP

Aunque en este caso es una forma de reivindicación de su religión e incluso de empoderamiento femenino, desde su punto de vista, en los países cuyas leyes son menos igualitarias hacia las mujeres el uso del velo es una forma más de opresión.

Es el caso de Afganistán, donde el régimen de los talibán impusieron el uso del burka nada más regresar al poder. Desde entonces, las mujeres han visto cómo sus derechos quedan reducidos a la mínima expresión pese a las denuncias de organizaciones internacionales de todo ámbito.

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