Predicciones de la gripe española para la tercera ola del Covid: «Estamos muy al principio de la pandemia»
Virólogos e historiadores defienden que hemos de aprender más de los aciertos y errores cometidos en la epidemia de 1918 para frenar cuanto antes el «preocupante» brote actual de coronavirus que está batiendo récord de contagiados
Coronavirus España | Sigue las últimas noticias en directo

La mañana del 4 de marzo de 1918, un cocinero llamado Albert Gitchell del campamento Funston , en Kansas, acudió a la enfermería con molestias en la garganta, fiebre y dolor de cabeza. A la hora del almuerzo, había centenares de casos como el ... suyo y el oficial médico tuvo que habilitar un hangar para acomodar a los enfermos de aquel mal desconocido que mataba a los más jóvenes y sanos en cuestión de días. Estados Unidos había entrado en la Primera Guerra Mundial y el campamento era el punto de partida de un itinerario que transfería miles de soldados a Francia.
Un mes después, la plaga había llegado a Europa, sin imaginarse nadie en aquel momento que, un año más tarde, habría matado a más de 40 millones de personas en todo el mundo, cuatro veces más que los soldados muertos en la Gran Guerra. Sin embargo, los errores y aciertos de aquella tragedia nos proporcionaron la mayoría de herramientas que usamos hoy para combatir el coronavirus y que, según los expertos consultados por ABC, nos debería ayudar a frenar cuanto antes la tercera ola de esta pandemia que ya ha superado los 53.000 fallecidos y los dos millones de contagiados solo en España.
«Todavía hay muchos misterios en torno a la gripe española, pero yo la llevo estudiando muchos años y es ahora, a medida que veo cómo evoluciona el coronavirus, cuando empiezo a entender sus características. Están ocurriendo cosas que yo había leído en los archivos de 1918 y que pensaba que habían sido exageradas por los médicos, pero veo que no. Ambos virus son extremadamente virulentos, se transmiten a una velocidad increíble y tienen patrones similares», asegura el director del Museo Vasco de Historia de la Medicina, Anton Erkoreka Barrena , que acaba de publicar «Una nueva historia de la gripe española: paralelismos con la Covid-19» (Lamiñarra, 2020).
Récord de contagiados
Hace menos de dos semanas, el epidemiólogo y exdirectivo de la OMS Daniel López Acuña aseguró que España estaba entrando «de lleno» en la tercera ola, que será «más virulenta» que la segunda al multiplicar por diez su capacidad de transmisión y producirá una presión asistencial alarmante». De momento, las cifras le dan la razón, pues este viernes se batió el récord de infectados de toda la pandemia en este país, alcanzando 40.197 nuevos casos, de los cuales 17.039 se diagnosticaron solo en las 24 horas anteriores.
El brote crece imparable. Todos los indicadores epidemiológicos auguran una tercera ola muy dura, en la que el virus ya está acelerando su transmisión y aumentando la presión en los hospitales. «El objetivo no es ser alarmistas, pero la situación es muy preocupante», insiste la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias . Y ante esta evolución y «lo que nos espera en los próximos meses y años», augura Erkoreka, «tenemos como referencia la gripe española».
En aquella ocasión, la primera ola se presentó en la primavera de 1918 y fue leve. Afectó a muchos soldados, pero no provocó tantos muertos hasta su desaparición con la llegada del calor. Sin embargo, el primer país de Europa en el que se extendió a amplios sectores de la sociedad fue España. Eso justificó su denominación de «gripe española» . La segunda ola fue la que causó, con mucha diferencia, más mortandad en el mundo. Apareció en la primera semana de septiembre en Europa, América y Asia.
Mascarillas y ventilación
En nuestro país, la prensa le dedicó las primeras portadas el 16 de ese mes y, al día siguiente, el Gobierno de la Restauración tomó las primeras disposiciones sanitarias, como el cierre de las fronteras con Francia y Portugal. «No hay que olvidar que las medidas que han funcionado en esta última pandemia las aprendimos en 1918: la mascarilla , la distancia de seguridad, la ventilación, la higiene o la preferencia por las actividades al aire libre. Además, desde hace mucho sabemos que tanto las gripes como los coronavirus son estacionales, se transmiten en la misma época, pero estos últimos no nos importaban hasta ahora», subraya a ABC Estanis Nistal , virólogo y profesor de Microbiología de la Universidad CEU San Pablo.

Este segundo brote se acabó al mismo tiempo que la Primera Guerra Mundial, cuya paz se firmó el 11 de noviembre de 1918 . Todo el mundo pensó entonces que la pesadilla había terminado, pero, de repente, se presentó un tercero en enero del año siguiente. «La principal causa es que estos virus se transmiten por olas. Es decir, que hagamos lo que hagamos, en el Covid también habrá una primera, una segunda y una tercera ola. De hecho, en la gripe española hubo hasta cuatro en Europa y cinco en otras partes del mundo», defiende Erkoreka. «Un dato muy importante para predecir lo que puede pasar ahora –continúa– es que en la primera y segunda ola de la gripe española hubo un porcentaje muy alto de infectados, aproximadamente la mitad de la población, mientras que ahora solo hay inmunizados 2,2 millones de los 46 que tiene España. Mi impresión como historiador de las pandemias ante este dato es que estamos muy al principio de la actual y que sufriremos más brotes».
Hace un siglo, la tercera ola fue muy diferente a las dos precedentes, ya que la edad de los fallecidos varió. Disminuyeron los adultos jóvenes y aumentaron los mayores. Además, no se produjo un pico o cénit, sino que fue un goteo constante de contagiados y fallecidos, como una especie de lluvia fina que duró tres o cuatro meses. También se presentó más dispersa e irregular, sin una dirección concreta, como si se tratara de simples rebrotes que presentaban, entre otras muchas, complicaciones respiratorias y digestivas. Sin embargo, fue igual de sofocante para una población que ya arrastraba mucho cansancio.
«Los patrones de ambos virus son similares y presentan una sintomatología muy compleja que ataca en muchas direcciones. Por eso resultó muy difícil aplacar la gripe española y por eso está siendo tan complicado combatir el coronavirus. También es la razón de que esté durando tanto. En mi opinión, es probable que lo vayamos a padecer mucho más tiempo del que nos transmiten las autoridades», critica el historiador y médico vasco, para quien va a ser «muy importante que se consiga vacunar al 50 y 60% de la población en unos meses, porque estamos en una situación francamente delicada. Me sorprenden mucho cifras como las que se están dando en Extremadura, ¡son escandalosas!».
Deficiencias desde 1918
Nistal está convencido también de que podíamos haber anticipado algunos comportamientos de esta tercera ola del Covid-19 si hubiéramos tenido en cuenta lo sucedido en la gripe española. «De hecho, es algo de lo que ya se habló cuando empezaron a hacerse las campañas para que la gente fuera responsable durante las Navidades. Sabíamos que ambos virus son estacionales y que este tercer brote llegaría más o menos en la misma época que en 1919. Teníamos que haberlo previsto mejor. Además, sabíamos que en aquella ocasión y en el mismo periodo había mucha más gente contagiada. Se había llegado a la inmunidad de rebaño y ahora no, por lo que nada nos hace pensar que esta tercera ola del Covid vaya a ser menos grave que las otras dos».
En este sentido, María Isabel Porras Gallo , catedrática de Historia de la Ciencia en la Universidad de Castilla-La Mancha y autora de «La gripe Española 1918-1919» (Catarata, 2020), pone el foco en lo poco que hemos aprendido y aprovechado de lo padecido en aquella pandemia, considerada todavía hoy como la peor del siglo XX. En su segunda ola, un sector importante de los médicos españoles llamó la atención sobre las deficiencias sanitarias que había en el país. En primer lugar, por la falta de políticas e instituciones competentes y, en segundo, por los problemas en la formación de nuevos profesionales.
También reprocharon a los Gobiernos de Antonio Maura y Manuel García Prieto las carencias socioeconómicas, proponiendo una serie de seguros sociales que España no conocía aún en ese momento. «Parece que no hemos aprendido de aquello, viendo las carencias de personal y equipamiento que sufrimos en la primera ola. Algo impensable para un país como el nuestro en el siglo XXI. Estamos entrando en la tercera ola y todavía no se ha corregido, cuando sabemos que hace cien años ya se plantearon algunos de estos cambios y solo se realizaron parcialmente. Tendríamos que haber aprendido para que no nos ocurra lo mismo, aunque de momento no estamos aprovechando la oportunidad», advierte la doctora en Medicina.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete