«Lo peor que puede ocurrir es que el volcán genere terribles explosiones y la lava necesite más bocas por donde salir»

Morcuende, salvo por su marcadísimo acento madrileño, es palmero para los palmeros. Este ingeniero de montes, que lleva 36 años viviendo en Canarias, aceptó la difícil tarea de 'plantarle cara' al volcán aceptando la dirección técnica del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico, más conocido como Pevolca.

Morcuende, que también es jefe del servicio de Medio Ambiente y Emergencias del Cabildo de La Palma, empezó en el Pevolca antes de la erupción. El lunes 13 de septiembre, le preguntaron si se quería poner al frente. « Le pedí una hora para pensarlo . Es la emergencia más grande de mi carrera y también la más desconocida ; es mi primer volcán y el de todos los que estamos en la emergencia, incluso de los vulcanólogos», narra Morcuende mientras observa con su característica mirada escrutadora todo lo que ocurre alrededor, sentado en un bar en el que atiende a ABC en tiempo récord, ubicado en la Avenida Marítma de Santa Cruz de La Palma, su hogar desde hace 24 años.

El director del Pevolca, sale en televisión, como hacía Simón al principio de la pandemia (aunque la comparación para no gustarle mucho), todos los días a dar cuenta de las novedades del volcán: dirección de las coladas, sismicidad, calidad del aire, personas afectadas... Ha librado solo 4 días (y no seguidos) de los 46 que lleva inmerso en el volcán de Cumbre Vieja durmiendo una media de 5 o 6 horas por día y bebe café continuamente. «No me arrepiento, volvería a ponerme al frente. Lo que más me preocupa es la pérdida de vidas humanas», sentencia.

¿Cómo llegó a estar al frente de esta terrible emergencia que observan el pía y el mundo las 24 horas del día?

Empecé el lunes anterior a la erupción, el 13 de septiembre. Me llamó el director general de seguridad y emergencias del Gobierno de Canarias y me preguntó si me quería hacer cargo del Pevolca. No se sabía, pero había posibilidad de una erupción. Le pedí que me diera tiempo para pensarlo, al menos a una hora. Era un lío importante, una situación dura, pero sobre todo me importaba que hubiese consenso respecto a mi nombramiento.

¿Por qué?

Porque es fundamental para poder trabajar en una emergencia, tienes que tomar medidas de dirección en las que las personas con cargos políticos te tienen que acompañar, si no no merece la pena, es perder la guerra nada más empezar la primera batalla, la confianza en un puesto como este es vital. Cuando supe que sí había consenso me animó.

¿Es lo más difícil que le ha tocado hacer?

Es la emergencia más grande de mi carrera y también la más desconocida, es mi primer volcán y de todos los que estamos en la emergencia, incluso los vulcanólogos.

Pero ha habido otros volcanes en las islas, ¿qué tiene este de particular?

En España han podido estar en el del Hierro pero ese volcán no estaba discurriendo por un espacio ampliamente poblado como el caso de este.

¿Se arrepiente?

No, volvería a decir que sí.

¿Cuántas horas trabaja al día? ¿Está cansado?

Una media de 12. Sí estoy cansado. Llevo 46 días trabajando sin librar, solo 4 días.

¿Cuál es la llamada que más desea recibir? ¿La noticia que quiere escuchar?

Estoy esperando que me llame uno de los vulcanólogos y me diga que es el quinto día que tenemos menos de 10 toneladas de dióxido de azufre en el penacho.

¿Ello qué implica?

Es una señal clara de que la erupción se va a terminar, sería el inicio del fin. Significa que el volcán se quedó sin energía. Que no emite más gases. Ni magma ni piroclastos.

¿Cuál sería la peor llamada?

Que me digan que sube la irritabilidad del volcán, en particular, su carácter estrombiliano, que se generen terribles explosiones y que necesite mayores huecos por donde salir, que el volcán no tenga suficiente capacidad de evacuación sería una malísima noticia. Ahora ha tenido cinco bocas expulsando lava, quiere decir que tiene mucha potencia debajo, mucha energía por liberar.

¿Cuándo se va a apagar el volcán?

Lamentablemente no tenemos una bola de cristal. No lo sé. Los vulcanólogos tampoco. Dos 2 meses más como mínimo. Pero entonces recuerdo que en Lanzarote, en el siglo XVIII estuvo en erupción 6 años.

¿Cuál es su mayor preocupación? ¿Qué le quita el sueño?

Mi mayor preocupación es que haya víctimas. Puede haber víctimas por exceso de confianza, por desconocimiento, por la aventura.

¿Y no porque la lava discurra por un lugar inesperado no desalojado?

Ese no es el estilo del volcán canario cuyo modelo es estromboliano, y su lava sigue unos vías que se pueden calcular bien desde su salida y así adoptar medidas de Protección Civil.

¿Y su mayor preocupación desde el punto de vista del comportamiento del volcán?

El cambio continuo de la morfología del cono eruptivo, porque ese el que marca por dónde sale la lava y, por lo tanto, es el que te puede crear problemas en la defensa de la vida de las personas. Se sabe el recorrido una vez que se conoce de dónde sale la lava, pero claro, de pronto te puedes encontrar con que a las 3 de la mañama se produce un cono, cambia la morfología y te sale por el norte y no tienes preparado allí lo que tienes que tener preparado.

¿No debería haber más desalojos entonces?

Hemos desalaojado todo lo que veíamos que tendría problemas en caso de avance de determinadas coladas.

Sánchez ha ido cinco veces ya a La Palma, ¿pero está a la altura de la emergencia

Hay que agradecer a las personas cuando vienen y se preocupan por el daño que se produce en la isla. Otra cosa es si estas visitas pueden perturbar tu trabajo porque hay que prepararlas y responder a las preguntas de quien venga. Pero yo tengo que agradecer el interés, de Sánchez o de Su Majestas el Rey. Quien dé un apoyo a la isla hay que aplaudirlo.

Se están produciendo quejas por la lentitud en la llegada de las ayudas...

No tengo una opinión sobre eso porque no es un tema del Pevolca pero si sirve de algo, yo pediría que se agilicen lo antes posible. Tienen que llegar a las familias que están en la quiebra para poder facilitarle su acceso a la vivienda, así como a los emprendedores que ahora han visto que su trabajo está bajo la colada.

¿Ha habido alguna situación que le haya marcado especialmente?

He vissto cómo un persona que conozco perdía su vivienda y las cuatro de sus cuatro hijos, todo en una vez. Cinco casas de familia destruidas. En La Palma mucha gente se va con su padre o con su hijo pero esta familia lo ha perdido todo, es dramático, todas sus posiblidades han sido cercenadas.

¿Qué opina del 'turismo volcánico'?

Si vienen a la isla al fina se está generando economía, no me puedo quejar, aunque no sé si yo haría este tipo de turimo. Lo que está claro es que si la gente quiere venir a ver el volcán no se le puede negar.

Pero muchos hoteleros, taxistas...dicen que este turismo es 'malo' porque se no se quedan, ven el volcán y se van...

Es cierto, hay gente que va y viene en el día. Esas personas interesadas en el volcán no les preocupa si hay algo más, la gente no debe olvidar el drama que viven los palmeros para insuflar ánimos y remar todos en la misma dirección.

¿Es el 'Fermado Simón de los volcanes'?

No, porque no tengo partido en esta emergencia, salvo el de los palemeros. Trabajo porque que considero que es lo que tengo que hacer.

¿La isla volverá a ser lo que era?

Va a tardar varios años en recuperarse, hay que recuperar las infraestructura, hay que ver qué se puede hacer con el suelo porque no está claro, si no hay suelo edificable habría que, por ejemplo, pensar en que el suelo rústico (donde pastan los animales o donde hay pinares o pastizales) pase a ser edificable, pero eso es un problema el rústico tiene que estar presente en los municipios, es importante. Es como imaginar un lugar sin árboles, solo con casas.

¿Se plantea realojar a la gente en otros puntos de la isla, alejados del volcán?

Le cambias a la gente su seña de identidad. Garafía, por ejemplo, tiene dificultades para hacer negocios, la gente tiene la vía Santa Cruz-Los Llanos de Aridane, que es el eje de desarrollo de la isla.

Una de las coladas se acerca al cementerio de Las Manchas. ¿La gente podrá retirar los restos de sus seres queridos?

En línea recta está a 200 metros del cementerio pero corre paralelamente por el norte del cementerio, no encima. En cualquier caso, la gente que lo desee puede hacerlo gestionándose a través de Sanidad, Justicia...

Los ojos miran hacia arriba, no solo por el volcán, sino también por las precipitaciones. ¿Qué puede pasar si llueve mucho?

Se acumulan restos del volcán en la superficie de la colada y cuando llueve se moviliza porque el agua los arrastra. Al final lo que hay es, dependiendo del tamaño de los piroclastos y de las cenizas, una especie de barro que constituye lo que se llama un lahar. El lahar me preocupa tanto como el volcán en erupción porque va a sepultar casas. Ahora ocurre en seco pero si es húmedo va más rápido, no da el mismo tiempo para desalojar.