Un recuento homogéneo de los fallecidos entre regiones dispararía el impacto real del Covid-19 en España 

Ese guirigai de estadísticas diversas por países se traslada, incluso, a los territorios nacionales. Y en ello el caso español está siendo paradigmático, con la sanidad (aunque intervenida por el Gobierno) transferida a las autonomías. Pese a que todas deben informar con un criterio común mímino que incluye casos confirmados de coronavirus , hospitalizados, en UCI o dados de alta; a la hora de la verdad, cada una está haciendo números a su manera, de modo que es imposible computar con un criterio uniforme y, por tanto, las comparaciones de tasas llevan cierto sesgo erróneo. El número de contagios por Covid-19 , si se unificase el criterio, se dispararía en muchas regiones, advierten expertos como Jordi Reina, jefe de Virología del hospital de referencia en Baleares Son Espases, que avisa de que solo se están detectando el 20% de infecciones reales.

Además, en estas semanas, algunas regiones han virado su criterio o decidido aplicar nuevos, como la práctica de autopsias en cadáveres de ancianos muertos en residencias para que, si arrojan un positivo tras su muerte, pasen a engrosar otro listado, como ocurre en Andalucía . «Es lógico realizar autopsia prueba postmortem entre residentes fallecidos para confirmar coronavirus . Y en ese caso van a la estadística», apuntan fuentes de la Consejería andaluza, informa J. J. Borrero . Mientras, en Castilla y León la estadística oficial sobre ancianos solo incluye a los que se había hecho la prueba, pero ofrece una contabilidad paralela sobre aquellos fallecidos en residencias a los que no se les hizo prueba pero tenían síntomas compatibles con el virus Covid-19 . Así lo hace también Castilla-La Mancha. Lo opuesto a Cataluña, cuyas estadísticas solo contabilizan los muertos en hospitales , informa À. Gubern, aunque la Consejería de Sanidad afirma estar trabajando para que en breve se pueda hacer un recuento que incluya fallecidos en residencias.

Las comunidades utilizan baremos distintos para elaborar las estadísticas. En unas autonomías solo cuentan los muertos de coronavirus confirmados (caso de Madrid ); otras añaden a los que han fallecido con patologías previas y a los que en algún momento previo se hizo el test de Covid-19 (caso de Baleares , informa J.M. Aguiló ); y las menos están computando también a aquellas personas que mueren en su domicilio (como salvedad se ha hecho «en algún caso en Aragón », informa R. Pérez ). Así que la falta de uniformidad está servida.

La exigencia más común es la de computar a fallecidos y contagiados por coronavirus solo si se les practica una prueba de laboratorio (los llamados PCR o pruebas de detección molecular), como Madrid, Comunidad Valenciana, País Vasco, Andalucía y Cantabria. No se contabilizan diagnósticos radiológicos ni clínicos.

Hay regiones que han determinado sumar a los pacientes que, aun con un cuadro leve, son sometidos a un test de diagnóstico rápido . Ahí llega el segundo gran problema: estos no han llegado a todas las regiones. Cataluña ofrece un criterio dispar: sí cuentan a quienes un médico haya diagnosticado como positivo aún sin haber sido sometido al test de coronavirus . Extremadura contabiliza, además de los positivos en laboratorio, a quienes hayan estado en estrecho contacto con positivos y presenten síntomas. Y en Castilla y León, aunque los datos que se comunican corresponden solo a personas con PCR, la Junta ofrece un listado paralelo en el que incluyen casos sospechosos que han acudido a Atención Primaria, aunque sin dar los fallecidos.