Dos mil cuatrocientos millones de personas carecen de saneamiento adecuado

Según datos recogidos en un informe conjunto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) la falta de saneamiento adecuado amenaza la supervivencia infantil y la salud humana y, junto a la falta de agua potable, constituyen uno de los principales focos de enfermedades en el mundo.

Titulado «Progresos en saneamiento y agua potable en 2015 » el informe calcula que una de cada tres personas en el mundo carecen de facilidades de saneamiento y que unos 946 millones defecan al aire libre. «Para cumplir los objetivos del milenio tenemos que asegurarnos que los más pobres avanzan en la dirección correcta», aseguró el estudio.

Sin embargo, el estudio constata resultados positivos respecto al acceso al agua potable que desde la década de los noventa constituye uno de los mayores logros de la comunidad internacional. Unos dos mil millones de individuos se beneficiaron en esos años de agua corriente y los números siguen aumentando principalmente en África con 427 millones suplementarias en los últimos 25 años.

Los principales beneficiados de estos progresos son los niños menores de cinco años ya que gracias a la extensión de las redes de saneamiento y al abastecimiento de agua potable la mortalidad por diarrea se ha dividido por dos en los últimos quince años, pasando de unos dos mil casos diarios en el año dos mil a alrededor de mil actualmente.

« Todavía queda mucho por hacer en este campo porque sólo el 68% de la población mundial tiene acceso a instalaciones de saneamiento adecuadas y un número considerable de personas sigue muriendo a causa de enfermedades relacionadas con la falta de agua potable», explicó Maria Neira directora del departamento de salud pública en la presentación del estudio.

El acceso a instalaciones de saneamiento adecuadas es esencial para garantizar un nivel de higiene que permita prevenir dieciséis de las diecisiete enfermedades tropicales olvidadas que existen en los países en desarrollo entre las que se encuentra el tracoma, la esquistosomiasis o los gusanos intestinales que causan ceguera, desfiguración facial, incapacidad permanente o la muerte.

Además, los expertos afirman que la práctica de la defecación al aire libre, tolerada en numerosas culturas de los países en desarrollo, es responsable en los niños de p roblemas de malnutrición crónica que dejan secuelas físicas y cognitivas irreversibles. En las áreas rurales de los países en desarrollo nueve de cada diez personas defecan a cielo abierto.