¿Por qué estamos teniendo un inicio del mes de julio tan tormentoso?
El diámetro de los granizos recogidos en Soria recuerdan a las tormentas que se dan en las grandes llanuras americanas
enrique hernanz
El comienzo del mes de julio ha traído un tiempo realmente atípico a nuestro país. Las tormentas han sido y continuarán siendo las protagonistas hasta la jornada del viernes y las cantidades de precipitación recogidas en puntos del este del país han sido realmente ... importantes, superándose sobradamente los 50 litros en diversas estaciones de la provincia de Teruel en cuestión de pocos minutos. Además las tormentas caídas han sido severas en algunos puntos y el diámetro de los granizos recogidos en Soria bien nos puede recordar a las tormentas que se dan en las grandes llanuras americanas.
El clima de nuestro país indica que sin duda el verano es la estación más seca de todo el año y tan solo las habituales tormentas del Pirineo y en menor medida las del Sistema Ibérico rompen esta tónica. Sin embargo, otras zonas del centro y sur peninsular tienen una marcada estación seca en los meses estivales, con una ausencia de lluvias prácticamente total en ciudades como Sevilla, Málaga o Almería.
Entonces, ¿por qué estamos teniendo un comienzo de verano con un tiempo tan inestable? En los meses de invierno el cinturón anticiclónico o de altas presiones se sitúa en latitudes subtropicales, dejando habitualmente espacio libre para que las borrascas y los frentes barran nuestro país. Sin embargo, con la llegada del verano este cinturón anticiclónico se sitúa en latitudes medias (en la que se encuentra España) desplazando la inestabilidad y el mal tiempo hacía latitudes superiores.
En este comienzo de julio, una bolsa de aire frío en capas altas y medias de la atmósfera, conocida técnicamente como DANA ha conseguido penetrar hacía el sur, hasta situarse en las inmediaciones de la Peninsula Ibérica. Esta combinación del aire frío en capas altas atmosféricas, con una temperatura superficial más alta propia de este mes, da como resultado un gradiente vertical de temperaturas muy importante, imprescindible para la formación de cumulonimbus que son las nubes responsables de las tormentas en el 100% de los casos.
Además en esta época del año el mar mediterráneo tiene una temperatura ya bastante elevada, de unos 24 o 25ºC y cuando el viento de levante o del este es el dominante como en estos días, hay un gran aporte extra de humedad y por consiguiente de energía que ayuda a que las tormentas tengan gran virulencia. Otros parámetros más técnicos como la dirección o la fuerza del viento en los diferentes niveles atmosféricos también son clave para que las precipitaciones puedan venir acompañadas de granizos de gran diámetro u otros fenómenos conocidos como tiempo severo.
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