Boticaria García, farmacéutica: «Cortar la sandía en la playa puede dar diarrea»

En uno de sus últimos vídeos publicados en TikTok, la experta lanza una advertencia a la que conviene prestarle atención: «¿Eres de los que cortan la sandía en la playa? Si no llevas una nevera, la cosa puede acabar en diarrea. Sí, he dicho diarrea». Así arranca su vídeo, que combina su punto de vista profesional con el estilo cercano y cómico que la caracteriza.

Durante años se ha hablado mucho del riesgo de consumir alimentos como la mayonesa o los huevos en época estival, pero, como bien señala Boticaria García, hay otros productos que suelen pasar desapercibidos y que, sin embargo, pueden provocar más de un problema. «Tenemos mucho miedo a los huevos en verano, pero unos crían la fama y otros cargan la lana», señala Marián.

La clave está en la conservación. Frutas como la sandía, el melón, la piña o la papaya tienen un alto contenido en agua, lo que las convierte en un caldo de cultivo ideal para bacterias si no se refrigeran adecuadamente. «Cada año aumenta el número de gastroenteritis por frutas voluminosas como sandía, melón, papaya o piña», explica.

Y no es para menos. Tal y como advierte la farmacéutica, aunque podamos pensar que dejar la sandía abierta a temperatura ambiente durante unas horas no supone un gran problema, lo cierto es que sí lo es. «Si abres la sandía y te sobra la mitad o un cuarto, puedes mantenerla bien tapada a temperatura ambiente de veinte, veinticinco grados durante unas tres horas. El problema es que en verano no suele hacer aquí ni veinte ni veinticinco grados», añade.

La recomendación de la nutricionista pasa por anticiparse y organizarse. La mejor manera de evitar infecciones gastrointestinales en verano es llevar la fruta ya cortada de casa, dentro de un táper y conservada en una nevera portátil. «Lo ideal es traer la fruta cortada ya en un táper y en la nevera, y lo que sobre, inmediatamente a la nevera», concluye Boticaria García.

Al final, este tipo de advertencias nos recuerdan lo fácil que es bajar la guardia en verano. Y es que entre la relajación, el calor y las ganas de disfrutar, a veces se nos olvida que ciertos alimentos, si no se conservan bien, pueden jugarnos una mala pasada en estas fechas. Frutas como la sandía, el melón o la piña entran muy bien en esta época del año, sí, pero también son delicadas cuando suben las temperaturas. Así que recuerda: tomarte un momento para preparar la nevera, llevar la fruta ya cortada o taparla bien puede ahorrarte más de una gastroenteritis.