Este pueblo a 10 minutos de Sevilla tendrá hogueras gigantes en la noche del 7 de diciembre

Con el paso del tiempo, esta tradición ha evolucionado, pero conserva intacto su espíritu. La víspera del 8 de diciembre, cada barrio del municipio levanta su propia hoguera, siguiendo un ritual comunitario que involucra tanto a mayores como a pequeños. El objetivo, como entonces, es reunirse alrededor del fuego para compartir villancicos, dulces y un ambiente navideño único.

Días antes del evento, los vecinos se organizan para recoger madera, ramas y todo el material necesario para levantar la hoguera más vistosa. Esta preparación es casi tan importante como la noche misma, ya que fomenta la convivencia entre generaciones y refuerza la identidad de cada barriada.

Cuando cae la tarde del 7 de diciembre, La Algaba se transforma. El primer fuego que se enciende es el del barrio de El Aral, donde se encuentra la Ermita de la Purísima. A partir de ese momento, el resto de candevelares comienzan a arder en diferentes zonas del municipio. Alrededor del fuego, las familias cantan villancicos, comparten anís y dulces tradicionales, y disfrutan de una noche marcada por el calor humano y el sentido de comunidad.

Aunque hoy la celebración tiene un fuerte componente social, su origen es plenamente religioso. En el barrio de El Aral, la noche se completa con el rosario de la Purísima, cuya imagen recorre los alrededores de la ermita justo cuando se enciende el primer candevelar. Además, la tradición indica que las casas deben dejar una luz encendida para «guiar» a la Virgen, un gesto simbólico que se ha mantenido con el paso de las generaciones.

Otro elemento clave es el «Judas» o «júa», un muñeco de trapo colocado en lo alto de la hoguera y que representa lo peor del año que se despide. Su quema simboliza la purificación y el deseo de comenzar un nuevo ciclo libre de las cargas anteriores.

Los vecinos que deseen montar un candevelar deberán presentar solicitud entre el 13 de noviembre y el 4 de diciembre de 2025, en el Registro General del Ayuntamiento o a través de la web municipal. La inscripción es obligatoria para asegurar que cada hoguera cumple con los criterios y medidas de seguridad.

Este procedimiento también permite al municipio planificar la distribución de los puntos de fuego, evitando que se concentren demasiados en una misma zona. Así se garantiza que la celebración se desarrolle de forma equilibrada, accesible para todos y segura.

Para prevenir incidentes, el Ayuntamiento subraya varias normas imprescindibles. Entre ellas, no está permitido levantar hogueras en calles principales, avenidas, zonas de paso o espacios cercanos a viviendas, árboles o cables eléctricos. De esta forma se evitan riesgos innecesarios y se protege el tránsito habitual del municipio.

En caso de que el candevelar se sitúe en un terreno privado, se deberá presentar la autorización del propietario junto a la solicitud. Además, si la previsión meteorológica anuncia fuertes vientos, la celebración quedará suspendida por motivos de seguridad. El horario oficial para mantener el fuego será de 19:00 a 02:00 horas, momento en el que deberán apagarse todas las hogueras.