La Vuelta llena de espectáculo y emoción las calles de Dos Hermanas

El paso de la Vuelta Ciclista a España ha transcurrido con normalidad por las calles nazarenas, si bien finalmente el dispositivo de seguridad mantuvo abierto el tráfico por las calles afectadas hasta minutos antes de la llegada de la caravana publicitaria que antecede a los primeros corredores.

Conforme pasaban los minutos las aceras de la avenida de Andalucía y de Cristóbal Colón –las primeras avenidas por las que ha pasado la caravana- se han ido llenando poco a poco de público, a la espera de los corredores. « Mira, aquí pasa el primero », bromeó una señora al ver cruzar a un hombre en bici con mono de trabajo, momentos antes del corte definitivo de la calle.

Y es que, la espera ha sido larga para quienes, religiosamente, han acudido a la cita sobre las tres y media de la tarde, la hora aproximada en la que se preveía que la caravana publicitara pasara por Dos Hermanas. Finalmente lo hizo unos veinte minutos después. Por eso no ha sido raro ver a más de un vecino sacar su silla a la puerta , con el fin de hacer la espera, al menos, más cómoda. El problema fue que, como apuntó sabiamente otra señora, « cuando lo quieres ver, ya han pasado ».

El tránsito de los primeros coches de equipos y las sirenas de los vehículos patrulla de la Policía Local y la Guardia Civil sirvieron para animar poco a poco a un mayor número de aficionados hasta las calles por donde pasaba la caravana. La emoción, desde luego, llegó al paso frenético que marcaban los tres fugados , Grmay (Lampre-Merida), Duchesne (Europcar) y Keisse (Ettix-Quick Step), por el recorrido nazareno.

No sería, sin embargo, la única ocasión en esta quinta etapa en la que la Vuelta pisaría el término municipal de Dos Hermanas. Tras discurrir por Sevilla capital, la caravana ciclista enfiló en su recta final por la autovía A-376 en dirección hacia Alcalá de Guadaíra -municipio en el que estaba fijada la meta-, atravesando por tanto por el barrio de Montequinto donde aguardaban numerosos aficionados que llenaron al completo las inmediaciones de la carretera e, incluso, el puente peatonal de la estación del metro.