La Macarena regresa este lunes para devolver la Esperanza a Sevilla
La Virgen vuelve al culto al alba del día de la Inmaculada con tres jornadas en veneración tras cuatro meses de restauración a cargo de Pedro Manzano
Se cierra un dilatado proceso que comenzó con la fallida intervención del equipo de Arquillo en el mes de junio
Cabezuelo confirma que el besamanos de la Macarena será en la parroquia de San Gil
La Esperanza Macarena, en su último besamanos
«Sale poco de su casa» dice uno de los versos de aquella famosa 'Canción de cumpleaños' que Joaquín Caro Romero dedicó a la Macarena hace tantos años que aún quedaba una década para que Arquillo interviniera por primera vez a la imagen. Sale ... poco de su casa, pero en esta ocasión ha salido y ha pasado fuera más tiempo del que cualquiera estaría dispuesto a aguantar. La Virgen de la Esperanza, que se fue por cuatro días en junio, ha pasado meses lejos del cariño diario que Sevilla le brinda cada día. Tras haber temido perderla o no volver a verla nunca como antes, bastan tres palabras para dar cuenta de la magnitud de lo que ocurre este lunes: vuelve la Esperanza. Y lo hace al alba del día de la Inmaculada, lo que no es sino una señal de lo marcado que va a quedar para siempre el reencuentro en la memoria de los sevillanos.
La Macarena estará expuesta en veneración los tres primeros días de la semana: el día 8, en horario de 6.00 a 23.00 horas, mientras que el martes y miércoles 9 y 10 de diciembre lo estará de 7.00 a 21.00 horas. Unos horarios muy amplios, que suman un total de 45 horas, para que todos los hermanos y devotos puedan disfrutar de la cercanía de la Virgen y reencontrarse con la mirada que todos recordamos, como si hubiera permanecido intacta durante todo este tiempo.
Lejos, muy lejos, queda ya la mañana del 21 de junio, cuando el mundo de las cofradías fue sacudido por un maremoto de dimensiones que en las horas, días y semanas siguientes se volverían bíblicas: el regreso al culto de la Macarena tras una intervención a priori «conservativa y de mantenimiento» de cuatro días por parte del equipo de Francisco Arquillo. Las labores supuestamente «superficiales» devolvieron a una de las tallas con más devoción y alcance de Andalucía y España con un aspecto muy diferente, comenzando por las pestañas, pero que iba mucho más allá.
Tres intervenciones en 24 horas
Los oficiales de la junta presentes la noche del viernes 20 de junio decidieron restituir al culto a la imagen. Las alarmantes fotografías de la Virgen inundaron la red y sembraron el pánico en cuanto abrió la basílica, que tuvo que cerrar antes de lo previsto para que los Arquillo le retirasen de urgencia las pestañas. La iglesia reabrió a las seis con un nuevo aspecto de la Virgen, que no consiguió calmar los crispados ánimos de macarenos y sevillanos, lo que motivó una tercera intervención en la noche del sábado al domingo no comunicada por la corporación a sus hermanos. Esta vez no fue Arquillo, sino el restaurador Esteban Sánchez Rosado, bajo la supervisión de Carlos Peñuela, conservador de bienes muebles de la hermandad, el encargado de un nuevo retoque que revirtiera en la medida de lo posible la actuación del equipo de Arquillo. Ya por la mañana, la hermandad expuso en veneración a la Macarena en el presbiterio del templo durante tres días para tranquilizar a la gente. Pero la Virgen seguía siendo diferente. La incertidumbre y la desconfianza, alimentadas por el silencio total de la junta de gobierno, calaron en los hermanos, que meses después aún no se han recuperado.
Las puertas de la basílica abren a las seis de la mañana dando inicio a tres intensas jornadas de veneración a la Virgen
Los días siguientes fueron caóticos, con una manifestación frente a la basílica pidiendo explicaciones y dimisiones coincidiendo prácticamente con la reunión de los oficiales de la junta para decidir cómo gestionar la crisis. Fuensanta de la Paz y Pedro Manzano visitaron la basílica para ver a la dolorosa concluyendo en la necesidad de restaurarla. Hubo disculpas —tardías— de la junta, dimisiones de mayordomo y el prioste de la Esperanza que no fueron aceptadas por la autoridad eclesiástica, y una evaluación del IAPH, a quien se encargó un informe sobre el estado de la talla, al igual que los dos restauradores mencionados. A raíz de los mismos se realizó la propuesta de intervención que Manzano, elegido para los trabajos, presentó a los hermanos en el multitudinario cabildo extraordinario que se convocó el 29 de julio. Antes de eso, la Macarena fue trasladada al Centro Nacional de Aceleradores (CNA) para un exhaustivo análisis de la talla.
Un cabildo decisivo
En aquel cabildo general extraordinario, que contó con hermanos hasta en el altar mayor dada la alta afluencia de asistentes, el IAPH expuso los problemas que arrastraba la imagen tanto de la intervención de Arquillo como del paso del tiempo sin que se hubieran atajado. Además, Pedro Manzano expuso las líneas de trabajo de la intervención propuesta, que durarían unos tres meses: la retirada de la fijación de la policromía de Arquillo, una limpieza generalizada y la recuperación de las manchas con la finalidad de devolver la tonalidad cromática de la imagen, a excepción de las manos, que recuperarían su color con el paso del tiempo, así como la desinsectación, la sustitución del sistema de fijación de las manos, el cierre de una grieta, la revisión de elementos metálicos y la reposición de pestañas y lágrimas. La restauración quedó aprobada, aunque el cabildo se prolongó hasta bien entrada la madrugada con un ambiente muy crispado y la sensación de una hermandad rota.
Colas de hermanos para participar en el cabildo del 29 de julio
Unos días más tarde, el 5 de agosto, se anunció la fecha del cabildo de elecciones, que serían el 30 de noviembre, comenzando una dilatada e intensa campaña electoral por parte de los distintos candidatos que fueron oficializando sus listas: José Luis Notario, Fernando Fernández Cabezuelo y Pedro García. Durante todo ese periodo, la hermandad tuvo al Señor de la Sentencia en el altar mayor del templo, ya que la Virgen de la Esperanza fue retirada del culto al cierre de la basílica el martes 12 de agosto para comenzar el tratamiento de anoxia previo a la restauración y, una vez terminado, el propio proceso de la intervención del que se ha encargado Pedro Manzano hasta hace sólo unos días. Comenzaban cuatro meses de ausencia que se han hecho eternos.
Sólo unos días antes de aquello, el 10 de agosto, Francisco Arquillo rompió su silencio en exclusiva para ABC, quien negó haberse extralimitado con su actuación, asegurando en todo momento que lo que su equipo hizo a la Virgen fue consensuado con la hermandad y señalando a las dos personas que intervinieron sobre la misma en la noche del 21 al 22 como responsables de los cambios morfológicos y de aspecto que presentaba la imagen. También aseguraba que el estado de conservación de la Macarena era «óptimo» y que «no necesitaba ningún tipo de restauración», declaraciones que contradecían el informe del IAPH, tenido en cuenta para la propuesta de actuación ejecutada por Pedro Manzano.
Un mes de anoxia y tres de restauración
El tratamiento de anoxia a la Esperanza Macarena realizado bajo la supervisión de Pedro Manzano por la empresa especializada Samitech terminó el 8 de septiembre cumpliendo los plazos estipulados. La talla había permanecido en la burbuja de tratamiento durante 24 días con un 0,00% de concentración de oxígeno, obteniendo un resultado satisfactorio con la eliminación de los xilófagos detectados en los análisis previos. Comenzaba de forma definitiva la restauración de Pedro Manzano, que ha durado los tres meses previstos y se ha desarrollado tal y como el conservador esperaba al comienzo de los trabajos, eliminando los añadidos de pasta de madera a la imagen y los repintes y devolviendo su policromía a la Virgen de la Esperanza. Durante ese periodo hubo una nueva visita a la Cartuja para ser sometida a un TAC.
El barrio aguarda engalanado el regreso de la Virgen
Justo cuando estaba terminando el complejo y delicado proceso con la imagen tuvo lugar el cabildo de elecciones, que batió el récord de participación de la hermandad con 5.592 votos. Los hermanos eligieron con casi 2.300 apoyos a Fernando Fernández Cabezuelo, quien tomará posesión en los días previos al besamanos de la imagen, que tendrá lugar en San Gil en conmemoración de su centenario. Tanto el hermano mayor saliente y su junta de gobierno como el electo pudieron comprobar el estado de la Virgen antes de su reposición al culto, quedando ampliamente satisfechos. Como aseguró hace unos días Pedro Manzano, «la Esperanza Macarena vuelve, y lo hace con la dignidad, la autenticidad y la grandeza que su historia merece».
La mirada de la Esperanza también ha regresado, esa que toda su hermandad y su barrio esperan con la respiración contenida en unas horas previas nerviosas pero llenas de fe, alegría y confianza que recuerdan, ni más ni menos, que a las vísperas de la concesión de la Rosa de Oro hace justo un año. Balconeras para vestir de gala las fachadas, carteles pegados por todas partes anunciando el regreso de la Virgen y grandes lonas con su efigie anuncian que los alrededores del Arco, como Sevilla entera, están de fiesta. Atrás quedan los sinsabores, las malas decisiones y las batallas internas. Todo quedará en un segundo plano cuando, tras pasar en vela la vigilia de la Inmaculada, la ciudad reciba el regalo que más tiempo y con más fervor llevaba esperando. Las colas darán la vuelta no a los aledaños de la basílica, sino a toda España. Hoy por la Resolana resuenan los ecos de la saeta de Marta Serrano. Macarena, te fuiste por cuatro días... y has tardado más de cien en volver. Este lunes vuelve por fin la Macarena para que Sevilla recupere la Esperanza.
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