El diez por ciento de las casetas de Feria de Sevilla se alquilan 'en negro'

Es un mercado que, según el presidente de la Asociación de Titulares de Caseta (Atica), Cristóbal Tripero, está creciendo y va a más. Ellos calculan que se están alquilando un diez por ciento de las casetas de la Feria. Eso supone que si en la Feria de Sevilla hay actualmente más de 1.100 casetas, se estarían arrendando en el mercado negro más de cien.

El 'modus operandi' delata que hay todo un negocio en el que suelen intervenir al menos tres partes. En primer lugar está el titular de la caseta que suele ser alguien que la tiene en propiedad desde hace años. Por ejemplo, un propietario de una caseta en la calle Juan Belmonte, que no va a la Feria o que desea sacar «un dinero extra» por solo una semana. En algunos casos se trata de peñas que las sacan al mercado negro del alquiler.

La segunda pieza del negocio es el arrendatario. Una persona o varias que tienen mucho interés en conseguir una caseta en la Feria y que no están dispuestos a esperar los treinta años que dura el proceso en el que, además, hay que estar pendiente porque cada año hay que renovar la solicitud para que no sea eliminado de la lista. Entre los que están deseosos de casetas y dispuestos a pagar hay muchos sevillanos pero también madrileños ansiosos por una Feria al estilo sevillano.

Y luego está la tercera parte, que suele ser un casetero que el que se encarga del montaje. Como en este caso el dueño no tiene interés por disfrutar la fiesta se lo encarga a un casetero que busca montadores y servicio de catering. «Hay listas de gente esperando para ello», dicen los titulares de casetas.

Es, además, un negocio muy lucrativo ya que, según estiman, en el mercado negro se cobra más de 1.800 euros por cada futuro nuevo 'socio' de esas casetas ilegales. Con todo, los titulares de casetas estiman que se están alquilando algunas de un módulo por 30.000 euros, lo que significa que las cantidades son superiores en los casos de las más grandes. Estas cifras, según señalan fuentes de la Delegación de Fiestas Mayores, serían en realidad muy superiores, según el número de los que vayan a disfrutar cada año la fiesta y el tamaño de la caseta. Además se trata de un negocio que se renueva anualmente. Es decir, este año se alquila a unos arrendatarios por un precio pero el próximo será seguramente más caro. Y, por tanto, un dinero que no sólo es negro sino que cada vez se va aumentando. «Nos conocemos todos y sabemos que eso está pasando. Hay mucha gente que se busca la vida», dice Tripero.

Seguramente para evitar ese negocio es para lo que Hacienda ha enviado a los titulares un requerimiento, cuando falta una semana para el inicio de la fiesta, en el que pide todos los detalles de los pagos y las transferencias que se están recibiendo.

Concretamente en el citado requerimiento se le pide que aporte información de relativa a dicha caseta. Así se le solicita la identificación de las personas y entidades con las que han contratado la prestación de servicios en la Feria 2025: montaje, instalaciones y almacenamiento por importe superior a 1.000 euros, con indicación de dicho importe y de los medios de pago. También se le pide identificación de las personas que prestan o han prestado el servicio de restauración con indicación del importe pagado o abonado y de los medios de pago utilizados y, si fue titular de la caseta en 2024, se le pide la información de 2024.

Se debe especificar si el medio de pago es efectivo, cheque o transferencia y se debe añadir la justificación documental con contratos y facturas de las operaciones. Además se recuerda que el límite general de pagos en efectivo quedó fijado en 1.000 euros por operación y que esta limitación de pagos en efectivo afecta a cualquier pago que supere los 1.000 euros, aunque dichos pagos se realicen por el cliente de forma fraccionada por un importe inferior.

Esta carta ha sido recibida como «un susto» por los titulares de las casetas de Feria que insisten en que ellos no tienen nada que ocultar aunque consideran que no ha sido el momento oportuno. «El requerimiento llega fuera de lugar porque ya estamos en la fase de la decoración de las casetas y ahora nos «llevamos un susto» y nos tenemos que poner», ha dicho el presidente Cristóbal Tripero insistiendo en que aunque «no tienen miedo» pero que hay 365 días para hacer este requerimiento.

Según Tripero, hay tres formas de tener la caseta en la Feria. Los titulares que la disfrutan, y pueden incluir más socios que accedan sin ser propietarios. Y luego están los que lo ponen en alquiler. Atica pide un control más exhaustivo de quien usa las casetas y cree que hay que articularalgún tipo de herramientas para evitarlo. «La colaboraciónciudadana puede parar esto», dicen. El próximo martes la asociación va a presentar una herramienta para luchar contra estas prácticas.