Juanma Moreno: «No es momento de subir impuestos sino de salvar al tejido productivo»

En condiciones normales ya se estaría preparando el presupuesto de 2021. ¿Tiene alguna previsión de cómo serán las cuentas del próximo año?

Aunque es complejo nuestra obligación es construir un nuevo presupuesto y ya le he dado las instrucciones al consejero de Hacienda, Industria y Energía para que inicie el borrador. No sabemos qué va hacer el Gobierno Central, ni tenemos aún el techo de gasto ni las previsiones de ingresos. Lo que sí sabemos con certeza es que habrá menos recursos y que necesitaremos reorientar casi todos nuestros esfuerzos al área sanitaria, a la educación y a todo lo que ayude directamente a reactivar la economía.

Menos recursos, más esfuerzo en Sanidad... ¿La Administración se ajustará el cinturón?

Ya lo está haciendo. Se constituyó el fondo económico y social de emergencia con 700 millones de euros, que se ha conformado a costa de otras políticas de la Junta. Cualquier esfuerzo que realicemos en el funcionamiento más óptimo del sistema sanitario tendrá su repercusión directa en el resto de políticas, empezando por la económica, que requiere que la actividad productiva pueda realizarse en condiciones de seguridad.

Habrá consejerías que sacrificarán parte de su programa...

Hay que pedir paciencia y esfuerzo a todos, cada parte del presupuesto que se reduce tiene un impacto directo en algo; es duro, pero lo prioritario es evitar a toda costa que Andalucía o una parte de ella vuelva a estar confinada. Junto a la sanidad, la educación también es prioritaria, se deben seguir ampliando las plazas de formación profesional y dotándolas de recursos. El tercer pilar es la política de empleo y el sostén social para que quienes se queden descolgados del mercado laboral puedan tener un sustento y formación activa para incorporarse cuanto antes a otro puesto de trabajo. El resto de políticas, de manera transitoria, estarán un peldaño por debajo.

Pedro Sánchez ya ha manifestado su idea de subir impuestos. ¿La Junta se plantea modificar su política fiscal?

No subiremos impuestos, de hecho creo que sería un error. En Andalucía continúa la reducción progresiva del IRPF hasta 2022 tal como está aprobado en nuestra reforma de 2019, pero en esta tesitura no puede haber más rebajas. Nuestro plan era poner en orden las cuentas de Andalucía, y así lo hicimos en 2019 pasando del incumplimiento de todas las reglas fiscales por parte del anterior Gobierno al cumplimiento y al superávit. La estabilidad financiera debía incentivar la inversión extranjera, que ya en 2019 creció un 82%, y había que acompañar esto de una política de bajada de impuestos. Cuando llegue la recuperación podremos pensar en volver a bajar de nuevo impuestos.

Ha realizado un decreto de simplificación burocrática. El sector empresarial lo ha aplaudido, aunque cree que es insuficiente. ¿Habrá nuevas medidas?

El decreto de simplificación nos ha convertido en la comunidad más ambiciosa en este terreno, de hecho es un modelo que están estudiando otras autonomías gobernadas tanto por el PP y CS como por el PSOE. Por desgracia, ha sido objeto de recursos por parte del Gobierno central, del PSOE y de Podemos. Ninguna comunidad ha revisado 27 normas para racionalizar el funcionamiento de la administración y la intención es continuar este camino, como haremos ahora con la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio, que simplificará drásticamente el desarrollo urbanístico al tiempo que garantiza la seguridad jurídica del mismo. Seguiremos por ese camino toda la legislatura.

Ha situado la colaboración público-privada en el eje para impulsar inversiones. ¿Cree que a corto plazo se pueden dar pasos?

Lo primero que he hecho es pedirle a Pedro Sánchez que modifique aquellos aspectos de la Ley de Contratos Públicos y de la Ley de Desindexación de la Economía Española que impiden su desarrollo. Hay elementos que establecen una rigidez mayor que en el resto de la UE, por ello España es una excepción en este terreno. Ahora necesitamos esa alianza pública-privada en todos los ámbitos para adelantar al máximo inversiones y lograr que salga beneficiado el ciudadano, tanto como usuario de estos servicios públicos como en su faceta de contribuyente, y se genere riqueza y empleo a corto plazo.

Usted dice con frecuencia que la economía andaluza es como un Fórmula 1, solo hay que ponerla a correr. ¿Se nos han pinchado las ruedas por culpa de la dependencia del turismo y los servicios?

Una de nuestras debilidades es no tener un mayor peso del sector industrial, que muestra más fortaleza en las crisis. Tengo confianza en que podamos amortiguar el golpe con las políticas que estamos poniendo en marcha, que se centran en reanimar el tejido productivo, inyectar seguridad y confianza e intentar recuperar cuanto antes el espacio que hemos perdido. Como elemento positivo figura el hecho de que ninguno de los grandes proyectos de inversión extranjera que hay en marcha en Andalucía se haya detenido, nadie ha desertado. Tanto la construcción como nuestra industria están teniendo un comportamiento razonablemente bueno, y con el turismo hemos de esforzarnos en recuperarlo cuánto antes, pero necesitamos fluidez en las fronteras. Lo esencial será no perder tejido empresarial en ningún sector, por eso no subimos impuestos y hemos utilizado todas nuestras capacidades para poner liquidez en el mercado, como ha ocurrido con las ayudas de la SGR Garántia con el apoyo de la Junta.

¿La «marca España» es otra víctima de la crisis?

A mí no me tranquiliza un Ejecutivo de coalición en el que una de sus dos formaciones tiene recetas trasnochadas de principios del siglo pasado y no proyecta una imagen de certidumbre ni de seguridad. El Gobierno de la Nación debe dar un giro a sus políticas económicas y, partiendo de la base de la conciencia social que aspiren a tener, deben respetar, amparar y proteger el tejido productivo de España, desde el autónomo a la mediana y la gran empresa. Aquí lo decimos sin ningún complejo: la empresa es capital, sin ella no podemos construir ni mantener el bienestar social de España ni vamos a tener futuro. Hay que cambiar la filosofía y evitar que una parte del Gobierno mire al empresario como al enemigo. La empresa, el empresario, sus trabajadores, sus proveedores… Todos ellos son sustanciales y si el Gobierno de Sánchez no da un giro de 180 grados tendremos un problema serio en materia económica y social.

¿Qué margen hay para llegar a acuerdos con el Gobierno central?

Por la experiencia vivida hasta ahora se diría que el margen es escaso. Cuando comenzó la pandemia el Gobierno no pareció entender que vivimos en un país descentralizado y gran parte de los problemas de coordinación fueron porque no negoció, impuso directamente su criterio. Espero que haya aprendido la lección y empiece a dialogar. Ya tendría que haber convocado un Consejo de Política Fiscal y Financiera, no es razonable que con el terremoto sufrido en el ámbito de los recursos del Estado no haya una reunión para hacernos cómplices de las políticas que quiere impulsar y escucharnos para ver cuáles son nuestras recetas. Soy pesimista sobre la atención que van a prestar a las comunidades autónoma, otra cosa serán aquellas con partidos nacionalistas de la que dependen sus acuerdos de Gobierno.

¿Está funcionando el diálogo social en Andalucía con empresarios y sindicatos?

Tiene su complejidad, pero le pido un gran esfuerzo a todos. Es el momento del pragmatismo elevado a la máxima potencia, lo que significa anteponer cualquier interés partidista, ideológico o personal al interés general y colectivo. Estamos en un momento en el que debemos abandonar las trincheras ideológicas para centrarnos en lo que podemos construir juntos. Las centrales sindicales, la patronal y las fuerzas políticas tenemos que buscar acuerdos realistas. Quien se siente a la mesa para escribir una carta a los reyes magos no habrá entendido donde estamos ahora; esto va a ser una prueba de fuego para todos, y quien no se centre en lo que nos une a todos saldrá penalizado.

Cita mucho la estabilidad. ¿Cree que el Gobierno andaluz tiene garantizados los apoyos para terminar la legislatura?

La relación con CS es modélica y ha servido de ejemplo para otros territorios y con VOX hemos aprobado dos presupuestos. Aunque por la intensidad parece que ha pasado mucho tiempo, la experiencia del cambio en Andalucía tiene un año y medio de trayectoria. Somos formaciones distintas y podemos discrepar y discutir, pero nadie entendería a quien abdique de la responsabilidad histórica de materializar en su plenitud el cambio en Andalucía. La legislatura se agotará hasta su último termino.

Y en este año y medio, ¿ha considerado que se podría hacer una reconfiguración de competencias en el Gobierno?

En un Gobierno de Coalición debe ser una reflexión entre ambos socios. Creo que hay espacios que puede reorganizarse, sería positivo, pero es una decisión de dos. Hay terrenos en los que se puede buscar más eficiencia y cumplir mejor los objetivos, y en algunos casos sería bueno pasar algunas materias de una consejería a otra. No serían grandes movimientos, sino reorganizaciones internas que nos pueden ayudar a funcionar mejor.

La Junta y sus entes instrumentales suman 300.000 empleados. ¿Ha funcionado el teletrabajo?

Hemos aprendido que el teletrabajo es una realidad del presente y en determinados casos no solo ha mejorado la conciliación de la vida familiar sino que eleva la productividad. Ahora estamos estudiando la experiencia de estos meses para analizar qué unidades administrativas pueden seguir teletrabajando. En general han sido meses muy duros, en algunos casos crueles, pero el aprendizaje en numerosas materias ha sido acelerado y una de las enseñanzas es que se debe acelerar la transformación digital de la Administración Pública y de la sociedad andaluza en general.

¿Cuál fue su día más negro en el confinamiento?

Han sido muchos días duros, muchas noches sin dormir. Andalucía llegó al pico entre el 31 de marzo, había 500 personas en la UCI, al sufrimiento de sus familiares se unía el temor a que el sistema colapsara. El mayor desasosiego lo producía la falta de material indispensable; llamé personalmente a proveedores y empresas, y la situación con las compras a China, con aquel universo de comisionistas, nos ha servido al menos para aprender la lección. En muy poco tiempo Andalucía ha generado un tejido capaz de fabricar mascarillas, respiradores y equipos de protección individual. Hemos reconfigurado la política de compras y aunque sea más costoso será esencial mantener un tejido capaz de proveer de material estratégico a nuestros hospitales.

Las encuestas que realiza GAD 3 y ABC indican que su Gobierno sale reforzado de la crisis. ¿Se debe a que los presidentes autonómicos mejoran en general o lo atribuye a su gestión?

Los ciudadanos, ante situaciones de incertidumbre, se unen en torno a su administración más cercana. Y con humildad, aunque siempre hay margen de mejora, creo que hemos evitado que nos atropellara la pandemia y nos hemos anticipado colaborando a que la incidencia en Andalucía haya sido menor a la de otras comunidades y países. No me obsesionan las encuestas, son muy volátiles, yo soy cholista y me gusta ir paso a paso. Lo que sí parece claro es que nadie piensa ya que el cambio en Andalucía sea una situación excepcional e interina, hay un gobierno consolidado y ello se debe a que desde hace año y medio hemos dejado atrás prioridades ideológicas o de partido para poner a los más de ocho millones de andaluces por encima de las siglas.