Las obras de Saramago, bajo los ojos de una nueva generación

Ahora, casi en el centenario del nacimiento del escritor y Nobel portugués, que se cumple el próximo 16 de noviembre, Sevilla vuelve a recordar a Saramago y lo hace a través de los ojos de una joven generación que está creando una nueva era en las artes escénicas.

Este jueves en el teatro Lope de Vega se presenta la obra 'Según José. De Sevilla a Saramago', dirigida por el joven y talentoso director de escena Rafael Villalobos, y que cuenta con un elenco en el que están la cantaora Rocío Márquez; el artista multidisciplinar Cachito Vallés; el actor Eduardo Aguirre de Cárcer, que interpreta a Saramago, y el coreógrafo Pedro Berdayes, entre otros.

Así, la cantaora Rocío Márquez encarna a La Muerte enamorada del violonchelista Juan Carlos Toribio, mientras que la soprano de trayectoria internacional Nicola Beller Carbone da voz a María de Magdala junto al guitarrista Pedro Rojas-Ogáyar. Por su parte, el binomio formado por la bailaora Leonor Leal y el percusionista Antonio Moreno se acerca al universo doméstico de Blimunda y Baltasar, y el bailarín Pedro Berdäyes -Premio Nacional de Danza en el año 2000- ahonda en la angustia de La chica de las gafas oscuras.

Completan el elenco las voces de los intérpretes Luis Tausía y Celia Vioque, como relator y narradora; y la música incidental de Dani Llamas, creada a partir del discurso de aceptación del Premio Nobel (1998) y poemas del escritor.

«Esto es una fiesta y un homenaje que había que hacerle a José, no sólo por sus lazos afectivos con Sevilla, sino por su mirada al Sur. Celebramos la creación desde el Sur, donde se está haciendo un trabajo interesante», dice Rafael Villalobos (Sevilla, 1987), quien confiesa que este proyecto le ha quitado el escaso tiempo libre que tenía entre la dirección de la ópera de Philips Glass en el teatro Real y la próxima 'Tosca' del Liceo de Barcelona.

El director de Escena y Premio Fundación Princesa de Gerona Artes y Letras 2019 confiesa entre bromas que a veces, por su aspecto aniñado, han dudado si era el director: «En el teatro Massimo de Palermo llegué con mi cara de crío, mi gorrita y mi voz, que también es aguda, y no se creían que era el director de escena hasta que me puse a trabajar, y entonces sí, claro», dice Villalobos, quien en pocos días empieza un periplo de dos meses, comenzando en Viena para dirigir una nueva función de ópera.

Para crear esta obra ha trabajado sobre los libros de Saramago: 'Memorial del Convento', 'Las intermitencias de la muerte', 'Ensayo sobre la ceguera' y 'El Evangelio según Jesucristo'. «Es un políptico sobre estos cuatro pilares, y con cada uno de los artistas he trabajado de forma diferente».

«Como pegamento de todo esto tenemos a Eduardo Aguirre de Cárcer intepretando a José, junto a la música de Dani Llamas, que nos acerca a la narrativa y al pensamiento de José y a su obra lírica, porque ha musicado algunos poemas de José, y partes de su discurso de aceptación del premio Nobel de Literatura». Villalobos ha querido buscar el nexo con José, artista comprometido con los pueblos, «y a la vez intentando hermanar Portugal y Andalucía», dice.

Para el director de escena, «la obra de José habla del ser humano y son temas tan universales que encontramos mucho de eso en Sevilla y sus artistas. Los contemporáneos sevillanos tenemos las mismas inquietudes, pero cada uno desde su enfoque. Lo que sí hay en Sevilla es mucho cariño a Saramago y cuando empezamos el montaje todos han trabajado con mucha generosidad y cada uno lo enfoca de una manera diferente».

Confiesa que el trabajo ha sido complejo, «pero también muy enriquecedor, y sobre todo trabajar con artistas tan inspiradores. Hay algo que cuando se impregna de Saramago se vuelve amable, generoso y comprometido. Me ha quitado mi tiempo libre, sí, pero yo siempre lo digo, la ópera es mi pasión pero estos proyectos son mi vitamina, lo que me permite estar un poco cuerdo».

De la ópera al flamenco, sin pestañear, y ahora Saramago: «Yo venía diversificado antes de dedicarme a la ópera, pero también echaba de menos estos trabajos más artesanales y, además, tenía un compromiso con mi ciudad. Los artistas tenemos que intentar crear un modelo de ciudad con la Cultura e intentar hacer proyectos que lleguen al público».

Amigo personal de Pilar del Río, esposa de José Saramago y traductora de su obra, su presencia en el teatro no supone para Villalobos una presión. «Es mi amiga principalmente, y ha sido de gran ayuda poder recurrir a la persona que mejor conoce la obra y la vida de Saramago. La presión lo es porque la considero una buena amiga y tú quieres quedar bien con los amigos», asegura.

Lector del Nobel portugués, quiso al principio utilizar su obra dramática, «pero me gusta lo difícil y por eso pensé, «vamos a intentar dramatizar su obra narrativa«, y me he dado cuenta de que la escritura de Saramago con esos diálogos insertos y esa puntuación tan específica te permite crear un género intermedio, que no es ni teatro ni épica, muy interesante a caballo entre la narrativa y el teatro».

La cantaora Rocío Márquez es la Muerte. «No, no soy nada supersticiosa y mucho menos de la visión tan necesaria de la muerte que tiene José, que la trata de una forma natural. Qué drama sería si no nos muriéramos», dice sonriendo.

En uno de los momentos difíciles de su vida artística, recaló en Lanzarote para desconectar y acabó en la casa museo de Saramago. «Yo estaba un poco perdida, y en la casa-museo leyendo su obra fuí levantando cabeza, me ayudó mucho. Sentía que tenía una deuda pendiente. Tenía ganas de trabajar con Rafael y cuando me dijo lo que estaba preparando, y los compañeros con los que iba a trabajar pensé en seguida que un homenaje de esa manera tan colectiva tenía que salir bien, y le dije que sí».

Para la cantaora, el proceso de montaje ha sido muy natural. «Es fácil cuando se siente amor por la persona que homenajeas y porque la dirección es excepcional». No han trabajado con una sola metodología a la hora de poner música a la obra de Saramago, «hay canciones que enlazan muy bien en las piezas, hay textos narrados..., es un conjunto interesante».

Rocío Márquez dice que el proceso ha sido muy divertido, «busco pasármelo bien, divertirme, aprender y ha habido muy buen ambiente. Eso es lo que busco», asegura, y dice que cuando lleguen esos momentos malos «no me preocupan, forman parte del juego, si no, sería un aburrimiento absoluto».

De entre los libros de Saramago su preferido es 'El Evangelio según Jesucristo', «porque la visión de Magdalena es escalofriante. Me hace cuestionarme hasta qué punto nos identificamos con nuestras ideas y no vemos más allá de ellas», explica.

En el futuro, «no, no me meto en proyectos por hacer, no tengo la necesidad de hacer en estos momentos. Sólo algo que me mueva. Ahora estoy encerrada conmigo misma para poder desarrollar lo que ahora mismo me llama que va en una vía más performática y a nivel vocal de mucha experimentación. Y es la primera vez que ni siquiera sé si esto alguna vez verá la luz, sólo sé que lo necesito para mi crecimiento personal y artístico«.

En el escenario del teatro Lope de Vega los técnicos y Cachito Vallés dan los últimos toques a la escenografía. El bailarín Pedro Berdayes espera para ensayar, «corto pero muy intensa mi participación», asegura, y llega el chelista para ensayar con Rocío Márquez. El teatro bulle, la obra está en sus horas finales antes del estreno.

«Es hora de mirar de una vez al Sur, respetar el Sur, pensar en el Sur», dijo José Saramago cuando recibió el título de Hijo Predilecto de Andalucía. Hoy el Sur piensa en Saramago.