Héctor Abad Faciolince y Lara Moreno reflexionan sobre el miedo y la memoria en la Feria del Libro de Sevilla
El colombiano presentó 'Ahora y en la hora' y la sevillana habló de su regreso al relato corto con 'Ningún amor está vivo' en una conversación moderada por Marta Maldonado
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Los dos escritores junto a Marta Maldonado
Los Jardines de Murillo fueron testigos de cómo, durante la tarde de este sábado, miles de personas paseaban por el parque ojeando las diferentes publicaciones expuestas en las casetas de la Feria del Libro. Mientras tanto, en el Espacio FELISE se celebraba una de ... las últimas sesiones del Festival Hispalit, un espacio que busca reflexionar colectivamente sobre la intersección entre literatura, pensamiento y sociedad. El encuentro tuvo lugar a las 18.30 horas, y reunió a Héctor Abad Faciolince y Lara Moreno, en una conversación moderada por la periodista Marta Maldonado.
La jornada arrancó con Lara Moreno, sevillana criada en Huelva, explicando queregresó recientemente había vuelto al relato corto con su libro 'Ningún amor está vivo en el recuerdo', una colección de 15 historias -7 —siete de ellas inéditas- que exploran los pliegues más íntimos de las relaciones humanas. La autora explicó que el proyecto nació de una idea que hace años había compartido con su editora: «Este proyecto estaba planeado desde antes de que saliera La ciudad, queríamos hacer un recopilatorio de esos relatos en los que aún a día de hoy me encuentro en cuanto a temas, estilo, esencia…». Moreno confesó que escribir relatos le resulta especialmente placentero, y añadió que, al construir el libro, buscó que «todos los relatos fueran independientes, pero con una especie de diálogo, como ocurre con los poemas».
Las dos obras presentadas
Por su parte, el escritor y periodista colombiano Héctor Abad Faciolince presentó 'Ahora y en la hora', un relato testimonial que surgió tras un viaje a Ucrania en 2023. Lo que iba a ser una participación en la Feria del Libro de Kiev, se convirtió en una experiencia marcada por la tragedia: «Es la crónica de un viaje que no tenía ganas de hacer a Ucrania, pero lo hice».
Durante aquella visita, misiles rusos impactaron en la pizzería de Kramatorsk donde cenaban, dejando 13 muertos y más de 60 heridos. Entre las víctimas estaba Victoria Amelina, escritora ucraniana y amiga de Abad. «Ella estaba sentada frente a mí. Como no podía documentar el crimen de guerra en el que falleció, sentí la necesidad y la responsabilidad de relatarlo», aseguró. «Yo no soy activista, no soy defensor de los derechos humanos como fue mi padre», señaló, en alusión a Héctor Abad Gómez, asesinado en 1987. «Ella ocupaba mi lugar, pero terminamos cambiando nuestros sitios. Ella debería de estar aquí hoy».
El miedo como hilo común
El diálogo entre ambos autores encontró un punto de unión en el miedo. Lara Moreno explicó que La ciudad, su novela anterior, también nació de esa emoción: «Cuando pensé en escribir la novela, el primer título fue La ciudad y el miedo, pero mi editora me quitó la idea». Aun así, reconoce que las tres protagonistas «están atravesadas por el miedo, la angustia o la ansiedad, pero las escribí desde la fuerza». Al final, «distorsiona muchísimo nuestra percepción de las cosas», reflexionó sobre el miedo cotidiano que viven las mujeres. Algo que también aparece en un uno de los relatos de 'Ningún amor está vivo en el recuerdo', en el que una mujer se siente acosada por su vecino, pero el texto termina siendo «la historia de dos soledades».
Abad, en cambio, habló del miedo real de la guerra: «En Europa nunca he tenido miedo, pero en Ucrania el miedo es tan grande… Para entender lo que viven, tuve que estudiar su historia y geografía; ha sido un país invadido muchas veces, sobre todo por los rusos».
Otro de los temas que se compartieron fueron las particularidades del proceso creativo. «Me cuesta mucho decidir qué historia voy a contar en una novela», confesó Lara Moreno. «La mayoría de los relatos que he escrito no sabía de qué iban cuando empecé. Para mí, la escritura es como caminar, como respirar, una forma de pensar».
Héctor Abad, por su parte, habló de la escritura como un modo de procesar la experiencia: «El escritor tiene dos caminos: uno es el de la memoria y la experiencia, y otro el de la imaginación. Pero siempre la vida me ha obligado a escoger el camino de la experiencia».
El público, que ocupaba alrededor del 90% del aforo, escuchó con atención durante toda la conversación, que concluyó con una lluvia de aplausos. Después, ambos autores se dirigieron a la zona de firmas, donde las conversaciones prolongaron la tarde un poco durante un rato más.
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