Miguel Bosé vibró, y «amó», en Sevilla

El cantante encandiló a sus seguidores con la gira «Amo», en la que presentó sus nuevos temas y recordó los clásicos

Miguel Bosé vibró, y «amó», en Sevilla raúl doblado

fran piñero

El Auditorio de Rocío Jurado fue la noche del sábado escenario de la gira «Amo» , con la que Miguel Bosé presentó lo más destacado de su último disco de estudio, el vigésimo primero, y repasó sus éxitos imprescindibles de ... casi 40 años de trayectoria .

Y lo hizo con un dinámico show en el que el apartado visual fue elemento clave. Cuatro prismas rectangulares mostraron en sus pantallas led distintas proyecciones , distintos Bosé. Onírico, tribal, eléctrico, reaccionario, exótico, íntimo… Tantos como temas completaron el repertorio (24).

El arranque quedó «consagrado» al álbum de presentación. «Amo» y «Encanto» fueron el aperitivo sonoro para el primer gran momento de la noche, el tema «Libre ya de amores», con el que el respetable conoció al apoyo vocal de Bosé , todos perfectamente uniformados de vaporoso blanco, al igual que el artista.

Entonces llegaron las canciones de siempre, desde «Nena» a «Partisano», «Bambú» o «Como un lobo», «Nada particular» o «Te amaré», en una particular selección de su producción musical de los 80 y 90. Pero también otras más recientes y que igualmente funcionan como unas de sus melodías más reconocibles .

Es el caso de «Morena mía» , que ayer fue interpretada «para todas. Morenas, rubias o pelirrojas. Altas, bajitas o gorditas», como explicó en una pícara intervención que causó el delirio del público , mayoritariamente femenino. No se prodigó especialmente en los discursos, tanto es así que el espectáculo se desarrolló sin pausa hasta el primer bis, que cerró con la icónica «Bandido».

Sin embargo, Bosé se mostró agradecido «por la energía y la fidelidad» de una ciudad «donde cantar es siempre sentir puñales de placer », y aseguró que «algún día os enteraréis del porqué de la canción ‘Sevilla’».

No hubo explicación, pero sí una potente puesta en escena del éxito, revisado en clave «electro rock» , con coloridas imágenes marianas y cristíferas enmarcando al artista y su etérea expresión corporal.

Espectacular fue el uso de la iluminación, con cerca de 70 «inquietos» puntos de luz , que debieron de aumentar sobre las tablas la de por sí asfixiante sensación térmica de una noche en la que el termómetro no bajó de los 30º.

Hubo hasta quien, entre cariñosas pancartas, y alguna bandera de Italia y del Arcoiris , le lanzó un refrescante abanico con el que el cantante interactuó brevemente. Lo que permitió la estética y el concepto.

De esta forma, Bosé celebró anoche su «Orgullo» particular , el de que cientos de personas coreasen su flamante himno «Sí se puede» (que nada tiene que ver con la formación política).

El de que una niña de unos siete años tararease « Si tú no vuelves » mientras accedía con su madre al recinto. El de ofrecer una tercera fecha en España tras concluir, triunfal, una veintena de citas entre Estados Unidos y México .

Triunfal como el final de «Que no hay», y el forro de espejos de su «kaftán», como si de una bola de discoteca se tratara. Muestra del espíritu gamberro y sorprendente del protagonista .

La delicada «Por ti» puso el broche a dos horas de incombustible espectáculo en el que, más que nunca, el corazón de Bosé, y su característica voz grave y sensual, a Triana fue. Para embrujo de Sevilla y de sus incondicionales.

Miguel Bosé vibró, y «amó», en Sevilla

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