Un joven denuncia que se le negó la entrada en la discoteca Líbano de Sevilla «por ser discapacitado»

Desde el establecimiento aseguran que «está distorsionando la realidad» y que jamás impedirían acceder a un cliente por dichos motivos

El vídeo que Alberto Polo ha subido a redes sociales explicando lo ocurrido abc

Una noche de fiesta que no terminó según lo esperado. Esto fue lo que le sucedió a Alberto Polo, un joven de 20 años que en la madrugada del pasado viernes tenía previsto pasar un buen rato en la discoteca de la capital hispalense Líbano. ... Desafortunadamente, al llegar a la puerta del establecimiento un portero le negó la entrada «por su discapacidad física». «Llegamos a la entrada y a la hora de sacar el DNI me dijeron que no podía pasar. Yo pregunté el porqué si era mayor de edad. El portero me dijo que estaba borracho, que andaba dando tumbos. Intenté explicarle que mi forma de andar es por una discapacidad física, pero no me creyeron«, declara el joven afectado a este periódico.

Tras decirle que no iba a pasar, le hicieron esperar unos minutos. En ese momento, Alberto anima a sus cinco amigos a que vayan entrando ellos, pensado que el malentendido se solucionaría rápidamente. «En vez de dejar que entrara me acusó de ir drogado», explica el chico. Al intentar pasar de nuevo, esta vez por una cola diferente y por tanto, con otro portero, pudo acceder sin problema. «El que me había dicho que no, vio como su compañero me estaba dejando pasar y le dijo que me echara», apunta Polo, quien respondió a los porteros que de haber estado ebrio, como lo acusaban, en volver a hacer la cola se le habría pasado. En total estuvo dos horas intentando entrar al lugar por el que había pagado una entrada anticipada. «Empecé a frustrarme y vi como se reían e imitaban el gesto de mi mano, que tengo encogida«, reconoce. Fue en ese momento, alrededor de las 2,30 de la mañana, cuando decide llamar a sus padres para que le recogieran.

«Nos daba miedo que Alberto se pusiera nervioso y eso hiciera que los porteros reaccionaran con violencia», declaran Alberto y Gloria a ABC. Al llegar, a los trabajadores les sorprendió mucho que se presentaran sus padres. «Me dijeron que si le había visto las pupilas y que no podía andar recto«, comenta Gloria, quien al igual que su hijo, intentó explicar a los trabajadores que esa es su forma de andar y que lo que tenía era los ojos lacrimosos por el agobio. Gloria denunció a la Policía lo ocurrido.

En el momento que llegaron sus padres, el portero que le había negado la entrada «se quitó de en medio». Alberto sostiene que intentaron «maquillar la historia» cuando los vieron en la puerta. «Me enfadó más que intentaran mentirles a mis padres en la cara diciendo que me habían dicho que esperara y que no se me había negado la entrada«, añade el veinteañero. Finalmente, le devolvieron el importe de la entrada y les invitaron a entrar a tomar algo en otro momento.

«Una distorsión de la realidad»

El chico avisó que publicaría en redes sociales lo sucedido ante lo que sus padres, al ver que los trabajadores esperaban su respuesta, les admitieron que «ellos no se lo impedirían» ya que Alberto es mayor de edad. «Esperaba que tuviera alguna disculpa formal por parte de la discoteca, pero nada«, admite. Es más, el video que ha subido, ha tenido respuestas por parte de algunos trabajadores (a título personal) que le increpan estar haciendo acusaciones falsas y haber llevado la situación hasta el extremo. Una de estas personas, ha declarado a ABC que »el chico se dedica a redes y sólo quiere hacerse viral«.

Por su parte, al ser contactados por este medio, desde Líbano dicen no haber querido realizar declaraciones públicas del motivo por el que no se permitió el acceso temporal «para salvaguardar su privacidad« pero se asegura que »no fue por su discapacidad«. »En todo momento se le explicó a él en persona y también a sus padres, que se personaron allí en la terraza, los cuales lo entendieron perfectamente y se marcharon comprendiendo la situación y sin oponer ningún tipo de objeción«, declaran desde la empresa. »Nunca hemos negado el acceso a ningún cliente a nuestra terraza porque tuviera una discapacidad ni lo haríamos jamás«, reiteran.

También se asegura que se ha vuelto a transmitir de forma privada la versión de los trabajadores del establecimiento de lo ocurrido en la noche del jueves y consideran que «está distorsionando la realidad». En ese sentido, se apunta que en sus cámaras de seguridad se aprecia perfectamente lo sucedido.

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