Media Sevilla espera con ansia la llegada de la máquina que derribe la vieja historia del Betis, que va camino de confirmar el paso a la modernidad, que diría el maestro Araújo. Pero el verdadero diplodocus que tiene que llegar a la ciudad es el ... que tumbe de una vez por todas los muros de la tediosa burocracia que frena los grandes proyectos. La obra del Villamarín es un hito no sólo para el club, sino para toda Sevilla, como la del Distrito Portuario, la de Altadis, la del Canal de la Expo o el Sánchez-Pizjuán. Por eso, la administración debe buscar todos los caminos legales para favorecer el desarrollo de las inversiones. El Ayuntamiento lo está haciendo, por más que se empeñen populistas y ecologistas buscando cualquier tara del plan para demolerlo. Aún queda partido…
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