Maltrataba a su mujer con «violencia psíquica» y le hacía comer fruta podrida pero se libra de la cárcel a cambio de cursos de igualdad
La Audiencia le condena a 21 meses de prisión por un delito de maltrato habitual pero accede a suspender su pena con la anuencia de la víctima, a condición de que no vuelva a delinquir durante dos años y se someta a cursos formativos de no discriminación
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Iniciar sesiónNuevo juicio en la Audiencia de Sevilla resuelto por acuerdo de conformidad entre las partes, tratándose en esta ocasión de un caso de duras connotaciones machistas, un comportamiento cuya erradicación han de perseguir todas las instituciones, también la judicial.
En concreto, la Sección Cuarta ... de la Audiencia celebraba la mañana de este pasado miércoles una breve vista contra un hombre, para zanjar mediante conformidad entre su defensa, la acusación particular ejercida por la víctima y la Fiscalía, la causa promovida contra él por un presunto delito de maltrato habitual en el ámbito familiar y un supuesto delito de lesiones en el mismo contexto.
La Fiscalía pedía en su escrito de conclusiones provisionales que el acusado fuese condenado a dos años y nueve meses de prisión y a seis años y nueve meses de prohibición de acercarse a la víctima o comunicarse con ella, siendo la misma su esposa fruto de un matrimonio por poderes, o sea formalizado por la representación de terceras personas.
Al detalle, el relato de hechos del escrito de acusación de la Fiscalía, aceptado por el inculpado con el reconocimiento expreso del contenido del mismo, concreta que este varón de actualmente 45 años de edad, extranjero en situación regular en España, contrajo en 2020 matrimonio con la víctima de la forma ya descrita y en 2022 ella se trasladó a vivir a la vivienda de él.
A partir de ahí, según el relato de la Fiscalía, asumido por el inculpado, este «mantuvo respecto de su esposa una actitud de continuo menosprecio para anularla, mantener una pretendida superioridad hacia ella y conseguir su aislamiento, empleando para ello conductas de violencia psíquica, consistentes en control de pendencia económica o desvalorización y física».
«Durante el tiempo en que duró la relación con convivencia, el acusado dirigía repetidamente a la mujer expresiones ofensivas (como graves insultos que se detallan en el escrito) o intimidatorias», con amenazas de matar y degollar a la víctima, precisa la Fiscalía.
Además, agrega que el encartado «ejercía un control sobre su esposa, no permitiéndole salir del domicilio si no iba acompañada de él e impidiéndole hablar con nadie ni abrir la puerta si alguien llamaba». «Le hacía jurar por el Corán que mientras estaba sola, no miraba por la ventana, presenciaba las comunicaciones que mantenía con su familia, no le facilitaba dinero ni llaves de la vivienda y le racionaba la comida o le hacía comer alimentos en malas condiciones, como fruta podrida o alimentos pasados de fecha», enfatiza el Ministerio Fiscal en los hechos reconocidos por el acusado.
Es más el mismo incluso propinaba «puñetazos en la cabeza» a la víctima durante las discusiones conyugales y cuando ella «trataba de pedir auxilio o gritaba de dolor, le tapaba fuertemente la boca y la nariz».
Ello se tradujo finalmente en que la noche del 29 de julio de 2022, cuando la mujer comunicó al acusado que «no soportaba más la situación y que se iba a marchar», este la agarrase de un pañuelo que ella llevaba al cuello y le golpease en la cara, para después abandonar la vivienda «cerrando la puerta con llave por fuera», según la Fiscalía y como ha reconocido el inculpado.
Esa misma noche, previo aviso de los vecinos, se personó allí una patrulla de la Policía Nacional y a continuación, los bomberos procedieron a la apertura de la puerta mediante sus herramientas, para liberar a la mujer.
Tras admitir la autoría de todos estos hechos, y fruto del acuerdo de conformidad alcanzado entre su defensa, la representación de la víctima y la Fiscalía, el acusado ha aceptado su condena a 21 meses de prisión por un delito de maltrato habitual y a 60 días de trabajos en favor de la comunidad por otro delito simple de maltrato; así como a indemnizar a la víctima con 108 euros y a cumplir seis años y nueve meses sin acercarse o comunicarse con ella.
Y tras solicitar la defensa del ya condenado la suspensión de su pena privativa de libertad, el tribunal ha accedido a dicha medida con la aquiescencia de la representación de la víctima y la Fiscalía; a condición eso sí de que no vuelva a delinquir en dos años, que se someta a cursos de formación en igualdad y trato no discriminatorio y a cumplir dos años la medida de alejamiento.
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