Andrés Aguilera, catedrático de Genética de la Universidad de Sevilla, es un experto mundial en genoma y pertenece al 2 por ciento de investigadores más citados en el mundo. Tras cursar Biología en la Universidad de Sevilla, se formó durante seis años y medio en ... la Darmstadt Technische Universität de Alemania y en el New York University Medical Center de Estados Undidos. En 2006 se incorporó al Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer), institución con sede en Sevilla y que ha dirigido hasta principios de 2025. Es miembro electo de la European Molecular Biology Organization y de la Real Academia de Ciencias de Sevilla.
-Todo lo relacionado con la investigación del genoma genera un debate ético sobre el uso privado o comercial que se pueda hacer de esos datos. ¿Cuál es su opinión?
-La pregunta que se hace la sociedad es lo que ocurre si el genoma de cada uno lo tienen los Gobiernos. Evidentemente, cuanto más se sepa del potencial de enfermedades que tiene cada persona, más riesgo hay de una utilización inadecuada. Ahora mismo es ciencia ficción pero ese riesgo siempre va a estar ahí. Hay grupos que se pueden preocupar más y otras personas que, por el contrario, pagan dinero porque se lo secuencien. Desde luego, no es una información que debieran utilizar libremente los gobiernos.
-¿Qué riesgos exactamente?
-Si conocen tu genoma, pueden saber probabilidades de riesgo de tu salud. Si alguno de los genes que se conocen, tienen un riesgo claro de mutación. Recordemos el caso de Angelina Jolie, que se hizo una mastectomía preventiva por los antecedentes genéticos de su madre de cáncer de mama. Si tú lo sabes, puedes tomar esa decisión. Pero si esa información llega a una empresa o a una compañía de seguros, puede utilizarla en contra de esa persona. El jefe de Recursos Humanos podría no contratarte por ese riesgo y una compañía no hacerte, por ejemplo, un seguro de vida. Si el genoma habla de alta probabilidad de sufrir un infarto o un cáncer, es muy posible que rechacen la póliza o le suban mucho el precio. Todo eso suma. Al final, la información es poder.
-¿Cuál es su sueño como científico?
-A estas alturas me quedan pocos sueños. Los sueños se tienen cuando uno es joven. Yo me conformo con que toda la gente que se ha ido formando en mi entorno siga trabajando en lo que le gusta y pueda continuar su labor investigadora. Tenemos unos grupos en Cabimer haciendo una ciencia excelente y mi deseo es que sigan teniendo éxito. Que se sigan haciendo nuevos investigadores y que entre todos sigamos impulsando la ciencia en España y todo eso repercuta en la economía y el bienestar de los españoles.
-La ciencia tiene un retorno económico.
-Sin duda. Y espero que los políticos se den cuenta y tengan la mirada a largo plazo, no solo a cuatro años. Si no hay ciencia, no podemos llegar a la industria. La ciencia trae tecnología y eso trae bienestar general.
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