salud
«Una buena vida sexual mejora la depresión, el dolor crónico, la artrosis y las secuelas del cáncer, entre otras cosas»
El doctor Juan Manuel Poyato, jefe de Salud Sexual y Reproductiva en Quirónsalud Sevilla, destaca que pueden y deben disfrutar de ella tanto los mayores como las personas con discapacidad
Poyato: «Tras el confinamiento llegaron muchos embarazos y enfermedades de transmisión sexual»
Sevilla
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Iniciar sesiónEl doctor Juan Manuel Poyato jefe de la Unidad Andrología, Salud Sexual y Reproductiva de los hospitales sevillanos Quirónsalud Sagrado Corazón e Infanta Luisa asegura que «recuperar el placer sexual ayudar a mejorar en múltiples enfermedades». Para este experto, «la sexualidad es un ingrediente ... fundamental de nuestro bienestar psicofísico que da forma a nuestra personalidad» y «es importante -dice- cuidar nuestra salud sexual, que es la que concierne a todos los aspectos de una sexualidad sana, como elemento dinamizador de nuestra felicidad»
Asegura el doctor Poyato que las enfermedades que suelen mejorar con una buena salud sexual «son las que haya una afectación de procesos funcionales, por ejemplo, el estado de ánimo. Las personas con depresiones, trastornos bipolares o de la personalidad, melancolía, psicosis, encontrarán una situación de calma y de serenidad que si se mantienen en el tiempo pueden suponer una evolución muy positiva en conjunción con otras herramientas terapéuticas».
Una buena vida sexual también sirve para mejorar, según este experto, el manejo del dolor en personas con síndromes de fatiga crónica o artrosis, dolor crónico, personas con fracturas o con dolor neuropático. «Personas con una buena vida sexual necesitan menos analgésicos y menos opiáceos cuando sufren dolor y también mejoran en todo tipo de trastornos generales y enfermedades oncológicas«, asegura el doctor Poyato, que destaca que suaviza secuelas de la quimoterapia o de la cirugía »o incluso el miedo a la muerte«.
Los pacientes con discapacidad o diversidad funcional también pueden verse beneficiados de los efectos de una buena vida sexual, así como las personas mayores. «La sociedad da por sentado que los mayores deben ser asexuales y esto no tiene razón de ser. Los abuelos y abuelas tienen derecho a tener una sexualidad adaptada a sus circunstancias, a sus padecimientos crónicos y a su mentalidad, su vida y sus tradiciones«, asegura el doctor Poyato.
La Unidad Andrología, Salud Sexual y Reproductiva de Sagrado Corazón e Infanta Luisa tiene como objetivo recuperar el control de zonas de la sexualidad que se hayan visto deterioradas o anuladas por cualquier tipo de trastorno y enfermedad, ya sea oncológica, neurodegenarativa, cardiológica, de salud mental, diabetes, obesidad u otras como síndrome de dolor crónico, diversidad funcional o ITS, o como secuela de determinados tratamientos (radioterapia, quimioterapia, cirugías, etcétera ). «Lo mejor en estos casos es realizar un estudio individualizado, de forma coordinada con los especialistas oportunos, para ofrecer una asistencia con un itinerario de acompañamiento profesional que incluya aspectos médicos, psíquicos, físicos, ocupacionales e, incluso, educacionales», defiende el doctor Poyato.
José María Lozano, urólogo especialista en andrología del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, señala que la disfunción eréctil es el principal motivo de preocupación y añade que «afortunadamente nuestros pacientes van teniendo menos reparos a la hora de buscar ayuda especializada para darle solución». En relación con este problema en concreto, existen tanto tratamientos médicos orales, geles e inyecciones, como tratamientos quirúrgicos efectivos, como el implante de prótesis de pene.
Sexología
La sexología aplica un tipo de terapia que se utiliza como tratamiento en solitario o complementario a otros de carácter médico, rehabilitador o fisioterapéutico. Vanesa García, especialista en sexología de la Unidad, apunta que la finalidad es «apoyar al paciente en posibles adaptaciones provocado por patologías físicas o psíquicas, así como la resolución de disfunciones provocadas por distintos niveles de estrés».
La labor de los fisioterapeutas es la prevención y la recuperación de la correcta función del suelo pélvico, estructura fundamental que se debe tener en cuenta en el manejo del componente físico-adaptativo de los trastornos sexuales.El objetivo es que «las personas no sólo puedan recuperar las sensaciones de placer y satisfacción sexual, sino que, de manera adaptada, también sean capaces de volver a realizar sus actividades cotidianas y su vida sin dolor ni limitaciones», señalan Álvaro Rivera y Raquel Samaniego, fisioterapeutas de la Unidad.
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