ELECCIONES MUNICIPALES SEVILLA 2015
Pilar Távora: «El PA hizo muchísimo en Sevilla y luego vinieron otros a cortar la cinta»
Los andalucistas apelan a la memoria de sus años gobernando, aunque miran adelante asegurando estar «muy renovados» y también «convencidos de volver al Ayuntamiento»
EDUARDO BARBA
Con apenas 12.000 euros de presupuesto para una campaña artesanal, el PA simboliza mejor que nadie la resistencia. Como aquellos 300 espartanos de las Termópilas, no sólo no se rinden sino que hablan de seguir trabajando el 25 de mayo pase lo que pase ... en las urnas.
—Nuestra fuerza es que somos el único partido que tiene una misión más allá del poder, que es la de sembrar una conciencia entre los andaluces. Pero tenemos mucha ilusión por mejorar resultados. Es más, estamos convencidos de que vamos a volver al Ayuntamiento. El equipo es muy bueno, con gente muy joven y preparada. La nueva movilización de la política en general nos está trayendo también a nosotros un buen número de chavales que se afilian. Internamente hay un aire renovado y eso se debe a que el partido está ya muy bien definido ideológicamente. No genera dudas. Cuando uno dice lo que es y lo demuestra, la gente que viene sabe dónde entra.
—Pues defínase. ¿Qué son?
—Nacionalistas andaluces. Que no es lo mismo ideológicamente hablando que nacionalista catalán o vasco. Aquí el nacionalismo tiene un componente de izquierdas que no tiene en otros territorios, donde ese nacionalismo es de derechas y vinculado a la burguesía.
—Si el andalucismo decayó en pleno apogeo de esos nacionalismos que menciona y ahora precisamente esos están de capa caída, ¿qué le hace pensar que van ustedes a ir en camino contrario?
—Pues porque la situación andaluza es distinta, es desastrosa económicamente. En la ciudad, por ejemplo, tenemos casi 90.00 parados. Es que no tiene nada que ver la realidad económica y social de los vascos o catalanes con respecto a la nuestra. Allí han gobernado nacionalistas y la panorámica es muy diferente. Aquí se deben dar cuenta los andaluces que ningún otro partido que no sea el PA les va a defender de las decisiones que se toman en Madrid.
—El descenso del bipartidismo ha llevado votos a formaciones pequeñas. ¿Por qué ese fenómeno no les ha reportado a ustedes el mismo respaldo? ¿En qué se han equivocado?
—Los votos han ido a partidos nuevos que la gente en realidad no conoce. Como mucho, a su líder y porque sale en televisión. Han contado con unos altavoces muy potentes a nivel estatal que pocos podemos tener. Aquí la gente le ha dado nueve parlamentarios andaluces a un partido catalán que un mes antes nadie conocía, fíjese. Y es verdad que los ciudadanos aquí no tienen buena memoria. O se les ha confundido.
—¿A qué se refiere?
—Todo lo que hizo el PA en esta ciudad cuando gobernó, que fue magnífico, no se ha tenido en cuenta lo que se debía. Centros cívicos, centros deportivos, festivales de cine, Bienal de flamenco, la revalorización de la cultura... Todo eso lo hizo el andalucismo. Hicimos muchísimo y luego vinieron otros a cortar la cinta.
—Teniendo en cuenta la importancia de los altavoces, ¿qué harán para llamar la atención de los electores?
—Tenemos pocos recursos, pero aparte de estar en la calle, donde llevamos meses, hemos puesto en marcha la iniciativa «Habla Sevilla», que funciona muy bien en los barrios. Por primera vez no va un político a contarles nada, hacerse fotitos o darle besitos a un niño sino que son los vecinos los que hablan ante una cámara y un micro. Es una preciosidad de campaña y el documento que está quedando sobre la Sevilla del 2015 va a ser inigualable. De mucho interés. Y también tenemos puntos de información donde damos una pulsera con la bandera a cambio de un minuto de escucha de nuestro programa en un audio.
Una ciudad empequeñecida
—¿Qué balance hace su partido de este último mandato electoral?
No hay un solo barrio donde no se quejen de que Zoido no ha cumplido
—Sevilla está encorsetada, empequeñecida, no avanza. Se ha quedado pequeñita. Y luego, es evidente que ha sido el mandato de los incumplimientos. No he ido a un solo barrio, incluidos los tradicionalmente mimados por el PP, donde no haya queja en ese sentido. En todos dicen que el alcalde no ha cumplido lo prometido. Hay un enorme descontento. Es que ni bien ni mal, simplemente no ha hecho nada. Y si siguen alegando que han saneado las arcas, les pregunto, ¿a costa de qué se han saneado? Vayan a Torreblanca, San Jerónimo o el Polígono Sur y tendrán la respuesta. Se ha hablado mucho de macroeconomía, pero la pequeña economía es la de la dignidad de la gente. La del desempleo, la del colegio de los niños, la de la hipoteca...
—Pero hay que tener en cuenta que la situación financiera arrastrada no era precisamente idónea, ¿no? Es un argumento de peso que el alcalde ha utilizado con frecuencia y que, con los números delante, resulta casi incontestable...
—Pues si no sabes lo que te vas a encontrar, entonces no puedes ir prometiendo como el rey Baltasar. Que hubiese dicho hace cuatro años, cuando estaba en campaña, «como no hay dinero, voy a dedicarme sólo a sanear las arcas municipales. ¿Me queréis votar?» Y que los ciudadanos decidieran. Pero vender humo y luego decir que no lo puedes hacer, noparece muy serio.
—¿Quiere usted decir que Alfredo Sánchez Monteseirín lo hizo mejor?
—No. Quiero decir que Juan Ignacio Zoido no fue claro y luego no ha hecho nada. Pero antes también hicieron cosas mal y se gastó mucho en lo que no se debía gastar, como las «setas». Se mejoró en sostenibilidad, carriles bici o peatonalizaciones, pero se despilfarró, se agstó mucho en lo que no se debía.
—Ese argumento se ha usado recurrentemente por sus adversarios políticos para recordarles el Estadio Olímpico, ¿no fue un despilfarro eso?
—Esa es una idea errónea, otra manipulación que se ha ido perpetuando. Aquella inversión tenía todo el respaldo y estaba más que justificada porque el estadio se hacía para albergar grandes eventos que venían después, como el Mundial de Atletismo, que ya nadie quiere recordar. Había además un compromiso de uso para sacarle partido, incluso de los clubes de fútbol. El problema no fue lo que costó sino que los que han gestionado después el estadio no han sabido sacarle rendimiento, no han sabido gestionar algo que cualquier ciudad querría tener. Nunca tuvieron la misma altura de miras que el PA y que Alejandro Rojas Marcos, que tenía una visión moderna de ciudad. Pero el PSOE supo luego vender muy bien lo que le convenía, como ha solido hacer con nosotros.
—Hablando del PSOE. ¿Se quedó el ciudadano con la idea de que el PA pacta con quien sea para poder seguir en el poder?
—Es otra idea errónea. Siempre se puso por delante el interés de la ciudad y cuando se pactó con el PSOE fue porque le sacamos el compromiso del metro. El PP de Soledad Becerril no quería comprometerse con eso, sólo quería una ciudad sin deuda y ordenada, sin más, y por eso acabó aquella alianza. Pero hoy tenemos metro en la ciudad por aquel gesto del PA, que la gente lo recuerde bien. Fue una exigencia del andalucismo para Sevilla.
—¿Es aquella red de metro aún una de las reclamaciones y propuestas del PA?
—Sin duda. La red completa es fundamental para la movilidad de la ciudad, que se viene haciendo a parches y está pésimamente organizada. Se puede y se debe impulsar esa red. La movilidad es uno de nuestros ejes programáticos. El otro es el empleo, con planes de empleo reales y apoyo a los autónomos y a las pequeñas y medianas empresas, que son las que de verdad dan trabajo.
—Hablando de trabajo, ¿alguna clave para poder impulsar la generación de empleo desde un ayuntamiento?
—Pues hay cosas que se pueden hacer, por supuesto. No es cierto eso de que los ayuntamientos no tienen margen. Claro que lo tienen. Uno de ellos es el de las cláusulas sociales en los contratos que se adjudiquen, por ejemplo para las obras, en los que la empresa que firme con la administración esté obligada a contratar a gente en paro del barrio en cuestión donde se haga la obra. La empresa debe asumir ese compromiso, contar con un porcentaje de personal del barrio. Y se puede hacer, la ley lo permite. Además, hay que recuperar nuestros oficios artesanos tradicionales, que son una fuente de trabajo enorme que pocos tienen en cuenta si se promociona bien desde la administración. No sacamos suficiente partido a esa imagen tan potente de Sevilla y de su arte sacro, su orfebrería, su escultura, la moda, el flamenco... Tantas cosas...
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