Los tipos de cáncer que serán más diagnosticados en España en 2024

Los cánceres más frecuentemente diagnosticados en España en 2024 serán los de colon y recto (44.294 nuevos casos), mama (36.395), pulmón (32.768), próstata (30.316) y vejiga urinaria (22.097). A mucha distancia, los siguientes cánceres más frecuentes serán los linfomas no hodgkinianos (10.706), y los cánceres de páncreas (9.986), riñón (9.208), cavidad oral y faringe (7.603), cuerpo uterino (7.305), estómago (6.868) e hígado (6.856).

Por sexos, el tumor más frecuentemente diagnosticado en hombres en nuestro país, al igual que en 2023, es el de próstata (30.316), seguido de colon y recto (27.009), pulmón (22.483) y vejiga urinaria (18.247). A mucha distancia, se encuentran el cáncer de riñón, los linfomas no hodgkinianos, y los cánceres de cavidad oral y faringe, hígado, páncreas y estómago, todos ellos con más de 4.000 casos al año.

En mujeres, los cánceres más diagnosticados serán los de mama (36.395) y los de colon y recto (17.285). Los siguientes tumores más frecuentes serán los de pulmón (10.285), cuerpo uterino (7.305), páncreas (4.777) y tiroides (4.775), los linfomas no hodgkinianos (4.637) y el cáncer de vejiga urinaria (3.850), todos ellos con más de 4.000 casos al año.

Los autores del informe alertan de que sigue incrementándose el número de casos de cáncer de pulmón en mujeres con respecto a los años anteriores (12,3% más frente a 2023) y se consolida, desde 2019, como tercer tumor más incidente en este sexo en 2024, cada vez más alejado del cáncer de cuerpo uterino que unos años atrás ocupaba esa posición. Un hecho que está en relación con el aumento del consumo de tabaco en mujeres a partir de los años 70. "Hace 15 años no estaba ni entre los 10 primeros puestos en la mujer y ahora es el tercero, va en aumento y la supervivencia es baja", ha advertido Jaume Galcerán, presidente de Redecan, durante la presentación del informe.

En este sentido, se espera también un aumento de la incidencia de los otros tumores relacionados con el tabaco, especialmente los de la cavidad oral y faringe.

El aumento del número absoluto de cánceres diagnosticados en España ha aumentado, señala el informe, a causa del aumento poblacional (en 1990 la población española era de unos 38.850.000 habitantes y en 2023 alcanzó los 48.085.361 habitantes), el envejecimiento de la población (la edad es un factor de riesgo fundamental), la exposición a factores de riesgo, como el tabaco, el alcohol, la contaminación, la obesidad, el sedentarismo, entre otros muchos; y, en algunos tipos de cáncer como el colorrectal y los de mama, cérvix o próstata, el aumento de la detección precoz.

En España en el año 2022, según los datos definitivos ya publicados por el INE, se produjeron un total de 464.417 fallecimientos, de los cuales un cuarto (114.828) fueron por cáncer, sólo por detrás de las enfermedades del sistema circulatorio (26,1% de las muertes, 121.341). El número de muertes por cáncer ha seguido incrementándose en estos últimos años, con casi 1.200 muertes más en nuestro país que en el año 2021.

Los tumores que más fallecimientos produjeron en España en 2022, como en años anteriores, fueron los cánceres de pulmón, colon, páncreas, mama y próstata. Por sexos: en varones, fue de nuevo el cáncer de pulmón con diferencia el responsable de un mayor número de muertes, seguido por los cánceres de colon, próstata, páncreas, tumores hepáticos y de vías biliares y vejiga. En las mujeres, el cáncer de mama fue el tumor responsable de una mayor mortalidad, seguido por los de pulmón, colon y páncreas. El incremento global de muertes por cáncer en este 2022 ha sido a expensas de un aumento en los fallecimientos por cáncer en las mujeres, con 1.000 muertes más en ese año con respecto a 2021.

A pesar de este incremento numérico en las muertes por cáncer en 2022, de forma general, la mortalidad por cáncer en España ha experimentado un fuerte descenso en las últimas décadas, destacan los autores del informe. Un reflejo de las mejoras en la supervivencia de los pacientes con tumores debido a las actividades preventivas, las campañas de diagnóstico precoz, los avances terapéuticos, y, en hombres, la disminución de la prevalencia del tabaquismo. Otros cambios, como el aumento de cáncer de pulmón atribuible a la contaminación, los tratamientos para el virus de la hepatitis, etc., tardarán en evidenciarse.

Tabaco, alcohol, sedentarismo, dietas inadecuadas e infecciones siguen siendo los factores de riesgo más importantes y prevenibles relacionados con el cáncer. En este sentido, "hasta un tercio de las muertes por tumores son evitables", ha señalado el presidente de la SEOM, César A. Rodríguez. El experto ha recordado que el tabaco está detras de un 90% de los cánceres de pulmón y de un 20% de todos los tumores; o que 12.000 muertes al año por cáncer están relacionadas con el consumo de alcohol. "Actúa en sinergia con el tabco y no solo aumenta el riesgo de cáncer oral o de esófago, también de mama y colorrectal", ha explicado.

Este año, SEOM ha querido poner el foco en la importancia del ejercicio físico para prevenir, tratar y evitar la recaída del cáncer. Realizar actividad física puede reducir hasta un 30% el riesgo de cáncer de mama, colon, vejiga urinaria, endometrio, esófago y estómago, y casi el 20% el riesgo de mortalidad específica por cáncer. Los datos más sólidos hasta la fecha se centran en cáncer de mama y cáncer colorrectal, pero este beneficio se extiende a otros tumores como el cáncer de próstata y pulmón.

Además, el ejercicio físico ha demostrado mejorar la calidad de vida y disminuir los efectos secundarios derivados de los tratamientos, al aumentar la capacidad cardiorrespiratoria de los pacientes y reducir la fatiga.

"Ejercicio contra el cáncer es un movimiento para concienciar a la sociedad de que la prevención del cáncer empieza con sólo 30 minutos de ejercicio físico al día. Distintos estudios indican que la actividad física diaria ayuda a controlar el peso, mejora la regulación hormonal, fortalece el sistema inmune, y reduce la inflamación, los niveles de azúcar en sangre y la resistencia a la insulina. Y, en pacientes con cáncer, el ejercicio físico puede ser útil en la reducción del cansancio y la depresión, además de influir positivamente en la eficacia de los tratamientos, aumentando las respuestas o reduciendo recaídas. Por lo tanto, ayuda en la recuperación", concluye la doctora Blanca Herrero, coordinadora del Grupo de Trabajo de Ejercicio y Cáncer de SEOM.