Comer más de tres raciones de patatas fritas a la semana dispara el riesgo de diabetes tipo 2

Aunque las patatas tienen nutrientes beneficiosos (como vitamina C y fibra), también contienen un alto contenido de almidón y un índice glucémico elevado, lo que puede afectar los niveles de azúcar en sangre. Pero el problema no es la patata en sí, sino cómo se prepara y con qué se acompaña.

«El método de cocinar importa, pero también importa con qué alimentos se reemplazan las patatas», señala Seyed Mohammad Mousavi, autor principal del estudio.

Noticia Relacionada

Un estudio advierte del 'efecto rebote' de Ozempic y otros fármacos para adelgazar

C. Garrido

Los participantes experimentaron períodos significativos de recuperación de peso a las ocho, 12 y 20 semanas tras la interrupción de los tratamientos

Hasta ahora, muchos de esos estudios no diferenciaban entre los métodos de preparación ni consideraban los alimentos que se consumían en lugar de las papas.

Para abordar esa brecha, los investigadores analizaron los hábitos alimentarios de más de 205.000 personas durante casi 40 años. Durante ese periodo, 22.299 personas fueron diagnosticadas con diabetes tipo 2.

Incluso al controlar factores como el estilo de vida y otros aspectos de la dieta, los hallazgos se mantuvieron consistentes: más patatas fritas, mayor riesgo. Más cereales integrales, menor riesgo.

Los investigadores proponen sustituir reemplazar las patatas fritas por cereales integrales puede ser una gran decisión para tu salud. Así, cambiarlas por cereales integrales reduciría el riesgo de diabetes en un 19% y en un 4% si se sustituyen por cereales integrales: riesgo se reduce un 4 %.

Los investigadores analizaron los hábitos alimentarios de más de 205.000 personas durante casi 40 años. Todas eran profesionales de la salud que reportaron su dieta cada 4 años. En total, 22.299 desarrollaron diabetes tipo 2 durante el seguimiento.

El equipo también realizó un metaanálisis con datos de cohortes previas, incluyendo a más de 500.000 participantes de cuatro continentes, lo que reforzó la solidez de los resultados.

A pesar de que se trata de un estudio observacional, y por tanto no puede establecer una relación causal definitiva, los autores destacan que los hallazgos respaldan las recomendaciones actuales de priorizar los cereales integrales dentro de una dieta saludable.

Los expertos coinciden en que las patatas pueden formar parte de una alimentación saludable si se cocinan adecuadamente. Las versiones horneadas, hervidas o en puré no presentan el mismo riesgo que las fritas. Además, su impacto ambiental es bajo, lo que las hace una opción sostenible.