Rick Harrison, de 'La casa de empeños', fascinado con una reliquia española que compra por más de 40.000 euros: «Me encanta»
La pieza de artillería fue fabricada en Sevilla en mayo de 1782, durante el reinado de Carlos III
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Madrid
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Iniciar sesiónEspaña carga con un pasado inmenso, cuyos ecos aún laten lejos de sus fronteras. Durante siglos, el Imperio español tejió redes, expandió nombres y símbolos, dejando reliquias que perduran hasta nuestros días. Por lo que no es raro que piezas de aquel pasado ... aparezcan en colecciones privadas o museos de medio mundo, pero lo extraordinario es verlas irrumpir en un programa de televisión de gran audiencia en Estados Unidos. Eso fue lo que ocurrió en 'La casa de empeños', cuando Rick Harrison y su equipo se toparon con un cañón español del siglo XVIII que terminó comprando por más de 40.000 euros.
En 2021, Harrison y su inseparable compañero Chumlee se desplazaron hasta Hellertown, en Pensilvania, tras recibir noticias de una pieza única: un cañón de bronce fabricado en Sevilla en mayo de 1782, durante el reinado de Carlos III. La propietaria, Roxanne, los esperaba junto a Alex Cranmer, un reputado experto en armas históricas, en un campo de tiro donde comprobarían de primera mano si el artefacto seguía siendo funcional. La vendedora aspiraba a obtener 75.000 dólares por la reliquia, aunque pronto quedó claro que el precio iba a ser objeto de una dura negociación.
El poder de 'El Tronador'
El especialista no tardó en contextualizar aquella imponente pieza. El bronce era el material preferido para cañones destinados a cruzar el Atlántico, ya que resistía mejor la corrosión salina y, además, permitía un acabado más ornamentado que el hierro. «En aquella época les importaba el dinero, les importaba el estatus, y el bronce era mucho más fácil de embellecer que el hierro, por eso se ve este grabado real tan ornamentado», explicó mientras mostraba los detalles de la superficie. «Además, cada cañón español siempre tuvo un nombre que está aquí arriba. Es 'El Tronador'», subrayó Cranmer, que añadió que originalmente había estado montado sobre un carruaje de madera noble, pero este había sido sustituido tiempo después.
El momento culminante llegó cuando probaron el artefacto. El cañón funcionaba a la perfección: «Dispara de maravilla, no explotó. Me encanta este cañón», sentenció el especialista después de comprobar su potencia. Tras la evaluación técnica, Cranmer fijó la tasación en 50.000 dólares, unos 42.500 euros, cifra inferior a la expectativa inicial de Roxanne, que había recibido la pieza como herencia familiar de su abuelo militar.
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Rick, curtido en mil negociaciones, sabía que estaba ante una oportunidad difícil de dejar escapar. Aseguraba que piezas como aquella seguramente llegaron a Estados Unidos procedentes de Europa para la guerra anglo-estadounidense de 1812, cuando el país necesitaba artillería y la importaba del Viejo Continente. Esa hipótesis añadía un valor narrativo al cañón que lo hacía aún más atractivo para su colección. Después de varios tira y afloja, el precio final quedó fijado en 42.000 dólares, unos 35.000 euros al cambio.
Más allá del negocio televisivo, lo que este episodio puso sobre la mesa fue la dimensión universal del patrimonio español. Y es que 'El Tronador' no es únicamente una reliquia militar, es un recordatorio de la amplitud del legado español y de cómo sigue resonando incluso en los rincones más insospechados del planeta.
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