Una joven alérgica al agua relata cómo se ducha: «Es una de las experiencias más desagradables»

Sin embargo, seguro que a todo el mundo le sorprendería pensar en una alergia al agua. Pues existe y esto es lo que ha explicado recientemente en su cuenta de Instagram una influencer norteamericana. Ella se llama Kimberlee Mills, vive en Texas y ha relatado en su perfil @everydaywithkym que le diagnosticaron urticaria acuagénica.

Esta reacción cutánea aparece en la piel cuando entra en contacto con cualquier tipo de agua. Así, incluso su propio sudor, lágrimas o fluidos corporales le provocan urticaria, picores y quemaduras. Ahora acaba de explicar el mal trago que pasa para asearse y cómo se ducha con este problema.

«Se creen que estoy mintiendo», reconocía hace unos meses en un post en el que empezó a explicar que sufría esta patología, que sufren unas 100 personas en todo el mundo, y lo que implicaba. «Fueron necesarias muchas visitas al médico durante años antes de que finalmente me encontrara con un medico que conociera esta alergia», confesó entonces, recordando que «durante años tuve reacciones leves y a veces graves».

El pasado octubre, pues, explicó a sus seguidores que sus síntomas, tal y como le habían avisado, se habían vuelto más severos y que «cosas que antes podía hacer ya no puedo hacerlas». Sus seguidores le preguntaron todo tipo de cosas, desde cómo se hidrataba, si le afectaba todo tipo de agua o cómo se bañaba.

A partir de aquí Kimberlee empezó a hacer algún que otro post sobre su alergia y explicó que se tiene que «limitar» y no puede estar más de cinco minutos en contacto con el agua porque se pone en riesgo. «Sé que suena raro pero es lo que hay», aseguró ella en un post en el que explicó su rutina de agua. Así, antes de ducharse se toma unas pastillas para la alergia para que la reacción sea más lenta. «No me para el picor ni la quemadura», incidió al tiempo en que informaba que a los 3 o 4 minutos de estar bajo la ducha le empezaban a salir marcas. «Es señal de que es tiempo de irme», reconocía.

«Fuera de la ducha es cuando la diversión empieza» porque es cuando le salían las reacciones, proseguía ella. Para calmarlas, se aplicaba lociones y cremas. «El proceso en total puede durar una o dos horas, me da migrañas, a veces fiebres y es una de las experiencias más desagradables», sentenciaba ella, que ha instado a sus seguidores a preguntarle por su patología.