Una entrenadora personal explica los ejercicios para corregir las malas posturas de la espalda: «Desde el principio me ha ayudado...»

«Esta situación tan habitual nos puede llevar a la la tormenta perfecta: si nos duele, no la sometemos a ningún esfuerzo, cada vez es más débil y las molestias irán a más», apuntaba Arce.

Nos recordaba que el ejercicio no soluciona cualquier problema de espalda, menos aún si pasas toda la jornada laboral 'hecho un ocho' sobre tu teclado, no hay gimnasio en el mundo que pueda corregir tu problema. Pese a ello el punto de partida fundamental, lo más importante, es considerar que una espalda fuerte, a corto, medio y largo plazo, mejorará tu calidad de vida.

Amador sabe lo que es tener la espalda como una S y como el caparazón de una tortuga. «Tenía escoliosis y cifosis, bueno y la sigo teniendo. Así que hoy os venís conmigo a que os enseñe mi rutina y algunos trucos que me han ayudado a mejorarla. Primero, la postura. Hay que pensar siempre en llevar el esternón en dirección al suelo», señala.

«No hace falta pensar en echar los hombros para atrás para corregir la cifosis», añade. Una de las cosas que siempre le ha ayudado un montón ha sido hacer ejercicios de movilidad empezando con una goma. «La clave siempre para mejorar la postura va a ser pensar en retraer nuestras escápulas, es decir, que se junten detrás de nuestra espalda», describe.

Sin embargo, recalca que los resultados no vamos a verlos de un día para otro, «tenéis que ir muy concienciados y a mí aún así todavía me cuesta». Las aperturas de hombro posterior también van a ser un aliado perfecto porque hacen que se nos junten las escápulas, al igual que las aperturas en diagonal.

«Desde el principio también me ha ayudado un montón trabajar el día de espalda con la intensidad adecuada. De hecho, al principio, cuando me obsesioné un montón con corregir el tema de la espalda, la entrenaba incluso dos veces por semana», comenta Amador.

El remo en polea es un ejercicio que también le ha ayudado porque permite tomar conciencia de ese gesto que os ha comentado, de tratar de retraer las escápulas. «Por supuesto, en mi rutina, y en cualquiera de una persona que tenga descompensaciones en la espalda, son esenciales los ejercicios unilaterales. El jalón unilateral me ha ayudado mucho en el proceso y también otros ejercicios como el remo en máquina para añadir otra variante. Por último, no os olvidéis trabajar el hombro posterior y siempre apuntad el peso para ir mejorándolo», concluye.