Vivir sin Cristiano

La verdad es que el Madrid no está acostumbrado a vivir sin CR porque, como él mismo ha dicho, vive por y para el fútbol. Se cuida muchísimo tanto en la comida como en la bebida y su potencial físico es tan enorme que aguanta todo tipo de entradas y golpes. Con todo, cuando los blancos han tenido que jugar sin él no les ha ido tan mal, aunque las cifras demuestran que con él siempre es mejor.

La ausencia más prolongada, y peligrosa por el tipo de lesión (tobillo derecho), fue ante el Olympique de Marsella en Champions. Una terrorífica entrada de Diawara le puso el tobillo en la oreja, según argot futbolístico. El defensa de los franceses diría después que «lamento la lesión pero si tuviera que repetir la entrada la haría igual. El fútbol es así». Lo cierto es que la patada le costó al delantero portugués estar fuera de los terrenos de juego durante dos meses y medio. El balance del equipo blanco en ese intervalo no fue malo, pero tampoco excelso. Jugó seis partidos de los que ganó cuatro, empató uno (frente al Sporting) y perdió otro (ante el Sevilla). El retorno del luso fue brutal pues, ansioso de gloria y de gol, irrumpió cual elefante en cacharrería y lo rompió todo: trece goles en treces partidos, una media que ha ido subiendo año tras año . También estuvo ausente por sanciones, cuando su carácter era menos templado que ahora. Vio la roja ante el Almería y el Málaga, pero en los partidos posteriores el Madrid salió indemne pues ganó al Deportivo en La Coruña 2-3 y al Valencia en Mestalla por 1-3.

Fue cuando se produjo aquel debate durante algunos días en los que se dudaba de que el equipo jugara mejor con CR que sin él. Se llegó a decir que sin él el equipo jugaba más colectivo, sin tanta dependencia, con posesiones más largas e incursiones más selectivas. «Un juego más colectivo y menos cristianista» se llegó a decir, mucho más cuando en aquel famoso Racing-Madrid, Granero se juntó con Xabi Alonso en el doble pivote, los blancos juntaron a todos los violinistas juntos y el Real jugó uno de los mejores partidos de los últimos tiempos.

Dio igual. Cada vez que volvió, CR lo hizo con más fuerza, siendo cada año más determinante hasta el punto de que aquellos rumores se disiparon con rapidez. Ahora las cifras no dan lugar a dudas: sin Cristiano se puede vivir, pero con él se vive mejor.