El Vips, otro que cierra

Dicen los que saben de Economía que el comercio tradicional tiene sus días contados, al menos tal como lo hemos conocido

Uno de los antiguos establecimientos de la cadena VIPS ABC

28/11/2017 a las 14:19h.

Dicen los que saben de Economía que el comercio tradicionaltiene sus días contados, al menos tal como lo hemos conocido

IGUAL que cuando el primer ciudadano advirtió que llegaba a la Ciudad Eterna un tío bárbaro la mar de raro no pensó que se tratara ... del comienzo del fin del Imperio Romano, así nosotros tampoco le dimos mayor importancia que la propia tragedia en sí, que la masacre, cuando el 11 de septiembre de 2001 los terroristas islamistas estrellaban sendos aviones de pasajeros contra las Torres Gemelas de Nueva York. En realidad, igual que con el Descubrimiento de América comenzaba la Edad Moderna, con aquella salvajada terrorista se iniciaba una era, otra Edad. ¿La Edad Digital? Quizá. Pero, aunque aquel 11-S no nos diéramos cuenta más que de la propia inhumana matanza de inocentes, pasados apenas dieciséis años caemos ya en la cuenta de que el mundo es desde entonces distinto, han cambiado muchas cosas, muchas mentalidades. Lo que me decía el metre de la cafetería del Cortinglés de la Plaza del Duque y ya cité aquí:

-Ya nada es lo que era, don Antonio.

Estamos asistiendo, como testigos privilegiados o como sufridores, a un cambio de tiempos, al comienzo de otra edad histórica, a otra etapa de la Humanidad. No sé si mejor o peor, pero distinta. Muchas cosas de las que los sevillanos llamamos «de toda la vida» tienen los días contados, y estamos asistiendo a su pérdida sin que, por su cercanía, le demos importancia quizá a la profundidad de los cambios. Que no son sólo de Sevilla. Es un fenómeno global. Me dicen los que saben de Economía que en esta etapa nueva del mundo, de la vida, de las costumbres, de las tecnologías, de las mentalidades, el comercio tradicional tiene sus días contados, al menos tal como lo hemos conocido. Que el mundo digital que ha revolucionado tantas cosas también le tiene puesta fecha de caducidad al comercio «de toda la vida». Así que cuando aquí le hacemos, un poner, el gorigori a un comercio tradicional sevillano que ha cerrado, quizá estemos, sin saberlo, levantando acta del nacimiento de un tiempo nuevo, cuyos derroteros y alcances desconocemos, pero que está consiguiendo que muchas cosas ya no sean como fueron.

¿Que por qué digo todo esto, así tan en serio? Pues por un símbolo de estos cambios en Sevilla, que viví hace unas semanas, y de cuya transcendencia me he dado cuenta ahora, al leer la noticia con todas sus circunstancias en ABC. Verán. Me dijeron que en la prestigiosa revista francesa de sociedad «Point de Vue» venía amplia información de la boda del hijo de una amiga, celebrada fuera de España. ¿Dónde encontrar «Point de Vue» en esta Sevilla donde cada vez hay menos quioscos de prensa y menos estancos? ¡Ya está!, pensé: en el Vips de República Argentina. Y para la porticada acera de los impares soportales de República Argentina fuimos cuando nos encontramos que el Vips que buscábamos, el de las revistas internacionales, los «best sellers», los regalos divertidos de última hora, la de los rebajadísimos lujosos libros de arte o Historia deliciosos que podías comprar baratísimos, estaba cerrado. Ya no existía. Quedaba abierta, en todo su esplendor, a través de pasadizos de paneles de obras, la parte de cafetería y restaurante. Pero la tienda que casi nunca cerraba y donde encontrabas de todo, la tienda de los desavíos por lo fino, ay, estaba cerrada. Y no solamente la de Sevilla. Decía la realísima noticia de ABC: «El auge del comercio digital desencadena el cierre de las tiendas del grupo Vips». Se especializan en la hostelería, como en sus simpáticos restaurantes italianos de la cadena Ginos: «Las tiendas ya no son un negocio relevante», dice la empresa. Y los 84 Vips que había en España cerrarán en el primer semestre de 2018, si no han cerrado ya, como el de Sevilla. Me imagino que hasta el mítico Vips de Velázquez en Madrid, donde salías tardecito de una cena, te acercaban a su tienda de periódicos y encontrabas ya los diarios de la mañana siguiente. Y no sé por qué, pero esto del Vips de República Argentina, como mucho antes cerraron el del Nervión Plaza, ¿pues no que me ha recordado a mí un RIP por muchas cosas?