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La tribu

Doble dolor

Los muertos siguen allí, en su silencio eterno, y los matadores, los asesinos, libres, puño en alto, homenajeados por quienes son muy parecidos a ellos en maldad y odio a España

Antonio García Barbeito

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Mucho peor que aquel dolor de la Madre de 'Bodas de sangre', cuando al principio de la obra habla con el Hijo y le recuerda el pasado y le habla de sus muertos: «No. No vamos a acabar. ¿Me puede alguien traer a tu padre? ¿ ... Y a tu hermano? Y luego el presidio. ¿Qué es el presidio? ¡Allí comen, allí fuman, allí tocan los instrumentos! Mis muertos llenos de hierba, sin hablar, hechos polvo; dos hombres que eran dos geranios… Los matadores, en presidio, frescos, viendo los montes..»

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