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PÁSALO

Nieves en Los Palacios

El gordo de la lotería de Navidad se lo ha llevado enterito Los Palacios

Felix Machuca

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Diego Angulo, uno de mis mejores y valorados recuerdos humanos de Osuna, me envía una historia bellísima para estos días de suspiros y mazapanes. La Navidad tiene un refilón de ciclotimia en su carácter. Capaz de conjugar el almíbar de la alegría con la neblina ... amarga de las ausencias irreparables. La misma yunta nos alegra con los cascabeles de Jingle Bells y nos hiere con José Mercé y su señora Victoria. No sé si cuando Diego me envió la historia que les refiero me mandaba, igualmente, las felicitaciones correspondientes. Así lo interpreté cuando me acercó al heroísmo del soldado Willie Loasby. En diciembre de 1914, Willie, le escribía a su madre desde el frente de la primera gran guerra europea, una extensísima carta de ocho páginas, contándole cómo se convirtió en un héroe sin pegar un tiro o haciendo estallar una bomba. El soldado salió desarmado de su trinchera, con los brazos en alto y recorrió los treinta y seis metros que le separaban de la línea enemiga para proponer una tregua. Lo consiguió. Se silenciaron los cañones y sonaron los villancicos, intercambiaron cigarrillos y chocolatinas. Y jugaron un partido de fútbol. Es una historia para Spielberg.

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